Una de las inversiones más locas e inesperadas de la industria. La Fundación MiSK ha hecho una importante inversión a través de la subsidiaria EGDC (Electronic Gaming Development Company) para hacerse con el 96.18% de las acciones de SNK. Efectivamente, los creadores de Metal Slug y King of Fighters, entre muchos otros.
Es sorprendente esta operación porque está comandada por Mohammed bin Salman, el actual príncipe heredero de Arabia Saudí. El miembro de la familia real del país ya se hizo en noviembre de 2020 con el 33,3% de las acciones de SNK en lo que fue definido como una "inversión estratégica".
Sabíamos que habían planes para aumentar todavía más esta cifra, pero ha llegado al punto en el que la Fundación MiSK es dueña absoluta de la compañía. De esta forma definió la organización el movimiento realizado en 2020 y con qué fin lo hizo:
"La inversión de la Fundación Mohammed bin Salman en la empresa japonesa SNK refuerza su compromiso continuo con sus objetivos de empoderar a hombres y mujeres saudíes mediante la creación de asociaciones económicas, dentro de la estrategia actualizada de la Fundación para maximizar el impacto positivo en el empoderamiento de los jóvenes.
La decisión de inversión también mejorará las sólidas capacidades de SNK, que tiene muchas propiedades intelectuales innovadoras en el sector del gaming con un potencial real de desarrollo en el futuro en línea de la industria del juego electrónico.
La inversión de Electronic Development Gaming Company también refuerza los objetivos de la Fundación MiSK para lograr sus metas a través de la creación de alianzas con organizaciones locales e internacionales en diversos campos. También ayudará a una mayor inversión en el desarrollo del capital intelectual y liberará las energías de la juventud saudita y mundial."
Un ojo puesto en la industria del videojuego
Esta parece ser una línea constante de inversiones por de Arabia Saudí. En febrero supimos que el Fondo de Inversiones Públicas del país se hacía con más del 5% de las acciones en Capcom y Nexon, al mismo tiempo que el año pasado se hizo con participaciones en otras empresas.
Concretamente el gasto fue de 3.300 millones de dólares en acciones dirigidas a Activision Blizzard, EA y Take-Two, por lo que está claro que el país asiático ve un potencial importante en el sector.
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