No ha sido la semana más tranquila en las oficinas de Unity. La compañía propietaria de uno de los motores gráficos más populares de la industria de los videojuegos anunció un cambio en su plan de tarifas que ha levantado una gran polémica entre los desarrolladores. Han sido muchísimos los estudios que han mostrado su desacuerdo ante unas medidas que parece que van a cambiar.
Y es que la empresa que dirige John Riccitiello ha desvelado a través de su cuenta de Twitter que se avecinan cambios a dicha política, al mismo tiempo que aseguran haber escuchado a la comunidad. Este es el mensaje compartido:
Os hemos escuchado. Pedimos disculpas por la confusión y la inquietud que causó la política de tarifas del Runtime que anunciamos el martes. Estamos escuchando, hablando con los miembros de nuestro equipo, la comunidad, los clientes y los socios, y realizaremos cambios en la política. Compartiremos una actualización en un par de días. Gracias por vuestros comentarios sinceros y críticos.
Como podemos leer, el giro de guión parece ser absoluto a falta de conocer qué modificaciones se implementarán dentro de poco. Unity asegura que están manteniendo conversaciones con todas las partes implicadas en este espinoso asunto con el que la viabilidad de cientos de proyectos se veía comprometida. Al mismo tiempo, varios miembros de la industria han respondido a este mensaje.
"No necesitamos cambios en la política, necesitamos que se retroceda. Respetad las condiciones de servicio de las versiones anteriores. La confianza en vuestra empresa está rota, los 'cambios en la política' no marcarán la diferencia", apuntan desde la cuenta de Ogre Pixel. "Por favor, o una reversión total, o un reparto de ingresos estándar. Olvidaros de cualquier otro tipo de esquema enrevesado. Además, respetad las condiciones de servicio de cada versión, y no intentéis nunca más ninguna maniobra turbia para ocultar los cambios. Sed honestos, sinceros y fiables. Necesitamos estabilidad. Gracias", pide el creador de The Last Night.
Veremos qué cambios se realizan y si se consigue responder a las peticiones de los principales afectados. Por otro lado, varias oficinas de Unity cerraron sus puertas ante supuestas amenazas de muerte tras la orden de su CEO, el cual demostró en el pasado qué tipo de visión tiene sobre los videojuegos.
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