Si hay una opinión que nos debería de interesar con respecto al nuevo juego de Star Wars esa debería de ser la de Amy Hennig. No en vano la antigua trabajadora de Naughty Dog y directora/guionista de piezas tan clave dentro de la industria como las tres primeras partes de Uncharted o la saga Legacy of Kain participó hasta su cancelación, con el posterior cierre de Visceral Games, en un juego que curiosamente cumplía muchos de los preceptos por los que Electronic Arts ha sacado ahora pecho.
En una entrevista a Eurogamer la creativa norteamericana señala esa contradicción, diciendo que "es raro" pero achacándolo a que se trata simplemente de alejarse de las críticas negativas de anteriores títulos:
Desconozco de dónde viene ese cambio de opinión, porque este no era un camino aceptable a seguir cuando estábamos trabajando en Ragtag (N. del T.: nombre en clave del proyecto cancelado). En fin, ya sabes, las cosas cambian. La decisión de cancelar el juego se tomó en verano de 2017. Nosotros nos enteramos en octubre de ese mismo año. Hace casi dos años de eso ya, muchas cosas han cambiado desde entonces, y los fans han mostrado no estar conformes ante la idea de que ya no interesan los juegos para un jugador sin todos estos modos extra. Por supuesto que interesan, por supuesto. Quizás esto no sea nada más que un cambio de estrategia por parte de EA.
Interrogada sobre qué piensa del nuevo juego de Respawn Entertainment y la situación del estudio dentro de la enorme compañía californiana, Hennig dice estar "contenta por ellos, tengo muchas ganas de ver su juego, he oído grandes cosas de él", y explica que quizás gozan de mayor libertad al respecto por haberlo tenido "muy avanzado en su desarrollo antes de que Electronic Arts les comprase".
Lo más interesante de la entrevista, sin embargo, tiene que ver con ese Ragtag cancelado y con los nuevos detalles que ha dado sobre él. Para empezar, la directora y guionista lo ha contrapuesto a Uncharted, saga que conoce bien, para hablar de cómo ese tipo de juegos y las obras a las que referencian centran su atención en su protagonista y obvian a sus acompañantes; mientras que éste -inspirado en películas como Doce del Patíbulo o El Desafío de las Águilas- pretendía ser más una historia coral, sobre "un grupo de individuos forzado a trabajar como un equipo".
Pese a esto, su intención sí era hacer un juego dentro del mismo género que las aventuras de Nathan Drake, con diferencias sobre todo en lo que se refiere a la narrativa. Amy explica cómo el juego iba a ir cortando entre los villanos y los distintos protagonistas, permitiéndonos vivir distintas situaciones dentro de un mismo espacio temporal.
Necesitábamos dar la posibilidad de jugar con distintos personajes en secuencias paralelas, porque así es como funciona Star Wars. Solo se consigue el objetivo trabajando juntos, o en paralelo, o ambas. Nos gustaba referenciar siempre el escape de la Estrella de la Muerte como ejemplo canónico de esto mismo.
Según Hennig, lo que más le gustaba del juego era ir entrelazando su historia con todo lo que Lucasfilm estaba preparando en secreto en aquel momento y participar en la creación de un nuevo canon, ya que le emocionaba "pensar que el juego en el que estábamos trabajando iba a ser tan relevante como las películas, especialmente las que se intercalaban entre los episodios principales [...], y que todo lo que hacíamos en términos de historia y material original iba a verse con la misma solemnidad".
En ese sentido, y para cerrar su intervención, Amy lamenta "que no fuéramos capaces finalmente de compartir el juego que estábamos creando, porque creo que el resultado hubiera sido muy divertido y atractivo".
