Nintendo tiene una esperanza, una esperanza que no pasa por que su nueva consola venda millones de unidades o que los bebes de teta descubran que quieren jugar también a Nintendo Wii y se abra un nuevo nicho de mercado, no.
La esperanza de Nintendo pasa por que las desarrolladoras que se metan a preparar videojuegos para Nintendo DSi se emocionen y elaboren grandes títulos que aprovechen todo lo nuevo que brinda la consola, pero que tampoco se pasen, no sea que los usuarios de DS se cabreen.
Básicamente podría resumirse en algo parecido a esto lo que Reggie Fils-Aime afirmó tras la GDC 09. Y es que Nintendo "espera", y cuando Nintendo dice que espera algo, más vale que pase, que la mayoría de juegos para DSi, también funcionen en Nintendo DS.
Dicho de otro modo, puede que se preparen con algunas características especiales basadas en lo nuevo que aporta la consola, pero que el grueso de juego siga sirviendo en la versión más antigua.
Posición lógica ya que no hay que olvidar los casi 100 millones de Nintendo DS que se han vendido desde su lanzamiento y cuyos propietarios se podrían sentir decepcionados con la compañía si, de repente, se empiezan a quedar sin los últimos títulos.
Pero claro, este interesante debate abre una nueva vía. Si muchos de vosotros ya pensábais que la nueva consola era una pérdida de tiempo y no considerábais desprenderos de la DS que tantas buenas horas os ha dado, si ahora va Nintendo y dice que "espera" que la mayoría de juegos vayan en las dos consolas, excepto por un par de características especialmente diseñadas para la nueva... ¿Estará segura Nintendo de que su nuevo producto merece la pena?
Por otro lado, se rumorea que el nuevo 'Zelda: Spirit Tracks, puede ser el primer juego en sentar cátedra y demostrar cómo se tienen que hacer las cosas en ese sentido.
¿Os va convenciendo más el dispositivo multimedia de Nintendo?
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