Por qué nadie se da cuenta de que Clark Kent es Superman y tú tampoco te enterarías

¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, es Clark Kent surcando los cielos, listo para rescatar a la humanidad gracias a sus superpoderes. Eso es lo que diría cualquiera en el mundo de DC si tuviese dos dedos de frente y ojos en la cara para darse cuenta de que Superman es claramente el periodista del Daily Planet. Sin embargo, es mucho más fácil enterarse de la identidad secreta del último hijo de Krypton desde nuestra perspectiva.

A simple vista, la diferencia entre el Hombre de Acero y Kent es que uno lleva gafas y el otro no. Un disfraz muy burdo y que no podría engañar a nadie, pero eso es algo que se han encargado de desmentir en el estudio dirigido por dos investigadores de la Universidad de Lincoln. En él, tanto Robin Stewart Samuel Kramer como Kay L. Ritchie, comprobaron que las personas tienden a presentar dificultades a la hora de relacionar una misma cara cuando lleva gafas y cuando no.

A la hora de realizar un reconocimiento facial, los ojos se presentan como el rasgo interno más importante a tener en cuenta, por lo que si memorizas una cara con gafas, es posible que te cueste más reconocerla cuando la veas sin gafas. "Cuando una cara lleva gafas y la otra no, la capacidad de emparejamiento es significativamente peor", explican ambos científicos. He aquí el motivo que la ciencia aporta y que conduce a Clark Kent a usar gafas, pero los cómics también tienen sus propias respuestas más que creíbles.

Ni te enterarías

Antes del macroevento de Crisis en las Tierras Infinitas, a DC no se le ocurrió mejor idea que otorgarle el poder a Superman de hipnotizar a la gente a través de sus gafas. Sucedió en Superman #330 de 1978 y era tan absurdo como suena, pero sirvió durante un tiempo para mantener la fantasía entre las viñetas. En Superman II de 1980 tampoco es que se luciesen con los besos amnésicos a Lois Lane, pero las películas protagonizadas por Christopher Reeve sí que comenzaron a asentar un concepto básico.

Clark Kent es un tipo enclenque, tímido y sin ningún tipo de valentía. Así se muestra él y así lo reconocen los demás, pues es una dualidad de identidades que pudimos ver en las primeras adaptaciones cinematográficas. Para acentuar corporalmente esta diferencia, Superman se muestra con el pecho henchido, hombros rectos, mirada al frente, mentón pronunciado y sin las gafas, por supuesto.

Por otro lado, el hecho de que Superman luche en nombre de la justicia con la cara destapada lleva a pensar que es un tipo cualquiera, no es alguien que tenga algo que ocultar. Es más, si Clark Kent quisiese confesar que él es el kryptoniano, sencillamente nadie le creería. Para muestra de ello el momento en el que reconoce delante de Lois Lane que es un superhéroe, y lo hace bajando ligeramente las gafas para que sea más evidente. La reportera no le cree ni por esas en la serie animada de los 90.

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El gran villano del personaje, Lex Luthor, tampoco sería capaz de llegar a esa conclusión y cualquiera que se la sugiera es fulminantemente despedido. Una máquina del magnate llega a la conclusión de que Kent es Superman, pero Luthor replica que "es imposible que alguien tan poderoso como Superman pretenda ser un humano".

Clark Kent, a pesar de ser un periodista reputado, es un miembro más de la sociedad que no destaca del mismo modo que Bruce Wayne. Apenas un puñado de personas haría los esfuerzos necesarios para relacionar a Kent con Superman, comparando fotografías. Si todavía tienes dudas, ten en cuenta que el mismísimo Henry Cavill se dio un paseo por Times Square con un traje del personaje y nadie le dijo nada. Tal y como reconocen los investigadores de Lincoln, "aunque todavía nos cueste creer que los habitantes de Metrópolis sean incapaces de comparar a Clark Kent con las numerosas apariciones de Superman en los periódicos y en la televisión, al menos podemos entender por qué Kent ha elegido las gafas como su ayuda al anonimato".