Dicen los colifatos del Psiquiátrico Borda que el mundo no está loco, que lo que pasa es que el ser humano es extraordinario. Pero con noticias como la de hoy no puedo sino replantearme esa afirmación (hecha por presuntos locos también, que todo hay que decirlo).
Imaginad que vais en un Autobús de línea, el que soléis coger cada día y que os deja en la puerta de casa o de la facultad. Todo va bien, aunque de repente notáis que el conductor maniobra de manera extraña, que los movimientos son muy bruscos e incluso algo torpes. Al cabo de poco tiempo ya teméis por vuestra vida y sin dudarlo os dirigís al buen conductor para comprobar si se encuentra bien.
Al llegar contempláis el horror. No es que el encargado de llevar el Autobús se encuentre mal, no, lo que pasa es que está enganchadísimo a su consola portátil y está jugando mientras conduce. A veces suelta totalmente las manos del volante para realizar combos complicados, e incluso no duda en mantener la dirección ayudándose de los pies, mientras adelanta a coches que van demasiado lentos según su juicio. Lo malo del asunto es que no es broma, ha pasado en Honolulu y no quiero ni imaginar el estado del pasaje.
Saltó la alarma hace unos días, cuando Denita Waltz, que viajaba en el autobús número 54 que une Pearl City con Punchbowl, realizó una serie de fotografías al conductor del vehículo para luego proceder a denunciarlo.
El autobús realizaba maniobras extrañas y bruscas y en determinado momento gente del pasaje se llegó a preguntar acerca del motivo de tanto alboroto. La razón la encontraron en el conductor, un hombre con más de 18 años de experiencia conduciendo transportes públicos para la compañía y que jamás había sufrido un percance hasta ahora.
Conducía reclinado hacia atrás, ayudándose a veces con el pie derecho apoyado sobre el salpicadero y jugando sin parar a un videojuego. "Con las dos manos, utilizaba las dos manos para jugar a su consola y no cogía el volante mientras conducía entre el tráfico. Y lo mismo cuando llegaba alguna señal de Stop, ni se inmutaba. Llegó un punto en el que estaba muy asustada."
Por supuesto la denuncia de Denita ha surtido efecto y, por el momento, el conductor ha sido apartado del servicio activo y ha visto retirados sus emolumentos mensuales mientras dure la investigación.
Decidme si estoy en lo cierto o no, pero independientemente de las crisis económicas, señales como éstas ¿previenen ya el fin del mundo? ¿nos hemos vuelto todos locos? ¿alguien quiere ir a Honolulu a coger un autobús, o mejor dicho, a conducirlo? Dicen que allí lo puede hacer cualquiera que se haya pasado el 'Twisted Metal'.
Vía | KiTV
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