Con un presupuesto de 115 millones de dólares, La Amenaza Fantasma se convirtió en 1999 en el regreso por todo lo alto de la saga Star Wars. Pudimos presenciar el inicio en el camino de la Fuerza de Anakin Skywalker, el cual fue incentivado por un personaje desconocido como Qui-Gon Jinn.
El maestro Jedi interpretado por Liam Neeson siempre se mostró discreto, pero firme en sus decisiones, y las transmitía a Obi-Wan Kenobi utilizando un pequeño dispositivo de comunicación. Podemos verle usando el aparato a lo largo de diferentes escenas de la cinta de George Lucas, pero en realidad su origen es de todo menos futurista.
Y es que los aficionados a la franquicia galáctica se dieron cuenta de que el Hush-98 Comlink en realidad se trata de una reproducción de resina de una Gillette Ladies Sensor Excel Razor. Sí, en realidad la producción tomó una cuchilla de depilación femenina y la utilizó para crear la apariencia de un artilugio llegado desde la otra punta del espacio. Aquí tenéis una foto para comparar las similitudes.
Si leemos el Diccionario Visual de Star Wars: La Amenaza Fantasma, encontraremos más información al respecto. Por ejemplo, el libro relata que el comlink miniatura de Qui-Gon "cuenta con complejos dispositivos de seguridad para evitar la interceptación no autorizada y no está etiquetado para impedir su uso por parte de no Jedi. Un proyector de silencio brinda privacidad a las conversaciones y ayuda a Qui-Gon a mantener el sigilo en el terreno". Seguro que para afeitarse le viene de maravilla.
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