Los ecos de Star Wars: Episodio I - La Amenaza Fantasma todavía resuenan 24 años después del estreno de la cinta en los cines de todo el mundo. La trilogía de precuelas de George Lucas levantó muchas ampollas, pero la decepción que causó la aventura en la que apareció por primera vez Jar Jar Binks fue descomunal.
El actor que tuvo que interpretar el rol del personaje de Naboo fue Ahmed Best, el cual ha charlado con The Guardian para rememorar que supuso emocionalmente aquel impacto para él. "Fue terrible. Fue el momento más bajo de mi vida", explica el intérprete, el cual llegó a asomarse al puente de Brooklyn con la intención de suicidarse.
"Os lo mostraré a todos vosotros. Os mostraré lo que me estáis haciendo. Y cuando me haya ido, sentiréis exactamente lo que yo pasé", recuerda Best, aunque afortunadamente decidió no saltar. Lo cierto es que "yo era un gran fan de Star Wars cuando era niño", reconoce Best, el cual tenía toda clase de merchandising de la saga galáctica cuando era pequeño. Tras participar en un casting, fue seleccionado para interpretar a Jar Jar Binks utilizando una voz que utilizaba para entretener a sus primos pequeños.
Su relevancia en la historia del cine es muchísimo mayor de lo que se cree, ya que fue su papel prácticamente inventó la captura de movimiento. "Incluso el software estaba escrito en mi cuerpo. Todavía existe ese código heredado en los paquetes CGI en la actualidad. Mi ADN físico está en cada uno de los personajes CGI desde entonces", apunta Best. Sin embargo, el sueño se arruinó
El programa de Conan O'Brien comentó las expectativas alrededor de La Amenaza Fantasma y apuntaron directamente contra el personaje como principal punto de conflicto, incluso antes de que se proyectase. El estreno posterior desencadenó la oleada de odio que ya conocemos, con los foros de Internet llenándose de comentarios negativos, y el contestador automático de Best recibiendo continuamente amenazas de muerte. El punto crítico llegó cuando se comenzó a acusar a Jar Jar Binks de ser un personaje racista, debido a su inglés mal hablado y vulgar, lo que afectó terriblemente a Best.
De descendencia africana y fuerte defensor de los derechos de los afroamericanos, para Best aquello fue demasiado y terminó subiendo al puente de Brooklyn con la idea de poner fin a todo. Una racha de viento casi lo tira, se agarró a una viga y se dio cuenta de que en realidad quería vivir. Ahora, con la tercera temporada de The Mandalorian, ha conseguido su particular redención. "Realmente se sintió bien... Como artista, perdí mi confianza durante muchos años, pero The Mandalorian me dio esa afirmación de 'Siempre estabas haciendo lo correcto... No fuiste tú", relata el actor.
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