Una de las obras literarias más populares de todos los tiempos es El Señor de los Anillos. Este año se celebra el 70 aniversario desde su primera publicación, y desde entonces ha sido reimpresa en numerosas ocasiones y traducida a muchos idiomas diferentes. Esto la convierte en una de las novelas más aclamadas del siglo XX, aunque su fama también se ha visto impulsada por las películas dirigidas por Peter Jackson.
La trilogía de El Señor de los Anillos nos ha dejado con una larga serie de momentos muy emblemáticos que se siguen recordando en la actualidad. Por ejemplo, uno de ellos es cuando se lee lo que está inscrito en el Anillo Único, el cual debe ser destruido a toda costa para evitar que el señor oscuro Sauron se haga con él, dado que es su principal fuente de poder.
La frase en cuestión y tan emblemática es la siguiente:
Un anillo para gobernarlos a todos. Un anillo para encontrarlos. Un anillo para atraerlos a todos y atarlos en la oscuridad.
Probablemente sea una de las líneas más conocidas de toda la saga. No obstante, lo más curioso de todo es el lugar donde se le ocurrió a Tolkien, porque él mismo confesó que estaba pensando sobre ello un día mientras estaba en el baño, y ahí fue cuando la inventó. Eso sí, no especificó qué estaba haciendo exactamente en ese instante.
Desde luego, aparte de para ducharse, lavarse y hacer las necesidades de cada uno, está claro que el baño es un buen lugar para meditar y para que florezcan ideas de lo más brillantes, porque la mejor prueba la tenemos en la mente de este gran escritor británico. Así pues, la próxima vez que queráis pensar en algo muy ingenioso, ya sabéis a qué lugar acudir.
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