Han pasado 20 años desde que se estrenó en cines la que para muchos es la mejor película del Mundo Mágico: Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. Tras dos entregas bastante continuistas, Alfonso Cuarón dio un giro radical y ofreció un nuevo punto de vista del Mundo Mágico.
Sin embargo, en un principio, el director mexicano no estaba interesado en realizar esta cinta, ya que no había leído los libros y no creía que su estilo encajaría en el Mundo Mágico. Pero todo eso cambió tras una charla con su amigo y cineasta Guillermo del Toro. Así lo cuenta a Total Film, en una entrevista con motivo del 20 aniversario de la cinta.
“Estaba confundido porque no la tenía en el radar. Hablo a menudo con Guillermo [del Toro], y un par de días después, le dije, ‘Sabes, me han ofrecido esta película de Harry Potter, pero es muy extraño que me la ofrezcan’. Él dijo, ‘Espera, espera, espera, ¿has dicho que no has leído Harry Potter?’ Le dije, ‘No creo que sea para mí'. En un léxico muy florido, en español, me dijo, ‘Eres un pendejo arrogante’".
A diferencia de lo que creía Cuarón, el productor de la saga, David Heyman, pensaba que era el hombre perfecto para esta tercera entrega de la franquicia, ya que tras ver Y tu mamá también, se dio cuenta de que el cineasta mexicano daría un toque más contemporáneo a una saga que estaba siendo demasiado adolescente.
Y es que, tras el estreno de la tercera entrega, el tono de la saga cambió por completo. Se dejó de lado ese ambiente adolescente, donde el humor predominaba, para convertirse en una saga cinematográfica con elementos más adultos y serios que pocas veces se plantearon en las dos primeras películas.
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