Han pasado varios días desde el estreno mundial de La Guerra de los Rohirrim, la última película ambientada en el universo de El Señor de los Anillos. A pesar de un rendimiento discreto en taquilla, Warner Bros. parece tener motivos para celebrar este lanzamiento, aunque no por su éxito comercial.
Según el portal estadounidense Variety, la productora aprobó la película de manera acelerada con un objetivo estratégico: asegurar los derechos cinematográficos de la franquicia bajo la marca de New Line Cinema. Este movimiento permitió a Warner mantener el control sobre una de sus propiedades intelectuales más valiosas, allanando el camino para futuros proyectos relacionados con la obra de J.R.R. Tolkien.
La producción de La Guerra de los Rohirrim contó con un presupuesto modesto de 30 millones de dólares, y su rápida realización sirvió como una plataforma para explorar nuevas posibilidades narrativas dentro del género animado. Entre los planes de Warner se encuentran dos nuevas películas ambientadas en la Tierra Media, una de las cuales, The Hunt for Gollum, comenzará su rodaje próximamente.
Aunque la cinta no destacó en términos de recaudación, ha demostrado el potencial del formato animado para abordar historias más pequeñas pero igualmente significativas del vasto universo de Tolkien. Este enfoque podría abrir la puerta a proyectos menos costosos pero de gran impacto narrativo, que complementen la mitología existente y ofrezcan nuevas perspectivas sobre personajes y eventos emblemáticos.
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