Si el titular no lo deja ya bastante claro, esto no es el análisis de Assassin’s Creed Valhalla, sino la mayor colección de SPOILERS que vas a encontrar sobre el juego. Todo lo que encontrarás a continuación son sorpresas que probablemente quieras guardar para tu experiencia con el juego, así que si no lo has jugado aún te recomiendo que no sigas leyendo.
En el caso de que estés dudando sobre si jugar o no al nuevo juego de Ubisoft, puede que lo que encuentres a continuación sirva de excusa para darle una oportunidad. En las sorpresas de Assassin’s Creed Valhalla es donde están sus mejores razones para jugarlo.
Lo mejor de Assassin’s Creed Valhalla son sus SPOILERS
SPOILERS A PARTIR DE ESTE PUNTO
Tal y como comentaba ayer en el texto del análisis, sigo teniendo la sensación de que Ubisoft ha perdido un poco el rumbo con la historia de Assassin’s Creed. Pese a los detalles que hacen referencia a entregas anteriores y sus personajes, el rumbo de Eivor y sus compañeros carece de fuerza y pierde el sentido cada dos por tres.
Sin embargo no son esos spoilers los que planeaba tocar. Esos aportan más bien poco. La clave está en una de las grandes misiones secundarias que encontraremos en el campamento tras recibir la visita de una vieja amiga de tierras nórdicas. Una hechicera/vidente que, a base de brebajes, nos transportará hasta la mismísima Asgard.
Tras el acertado camino a la Atlántida de Assassin's Creed Odyssey, lamentablemente parte de sus DLC, que ahora nos cuelen aquí un salto tan radical es un auténtico regalo. Ya no sólo para la vista, con un mapa inmenso y espectacular plagado de localizaciones preciosas e impresionantes como el puente de Bifrost, sino también a nivel jugable.
A Asgard llegamos como si viviésemos un recuerdo de Odín, así que jugueteando con la mitología nórdica y sus retorcidas historias, viviremos algunos de los mitos que tienen a Loki, Thor, Freya o los gigantes como protagonistas. Una acertadísima y memorable chaladura a la que no he podido evitar dedicarle unas líneas.
Cuando Assassin’s Creed se suelta la melena
A los escenarios de ensueño y la suma de mecánicas fantásticas -por ejemplo localizaciones que sólo puedes ver desde un punto concreto del mapa, como un círculo en el suelo que acaba siendo una magnífica cascada-, se suman las locuras que por su planteamiento permite un lugar así.
Tanto el escenario de Asgard como la tierra de los gigantes, Jotunheim, que visitamos poco después ceden hueco a las mayores sobradas que plantea la aventura. Desde peleas contra monstruos con ataques finales al más puro estilo God of War hasta momentazos como adentrarte en el guante perdido de un gigante para ver que hay una completa base enemiga en su interior.
Pasadas de rosca que inevitablemente me han hecho pensar en Immortals Fenyx Rising y en la posibilidad de ver a la saga Assassin’s Creed tomar caminos que le permitan tomarse menos en serio. Por frescura y posibilidades, que Ubisoft tomase la libertad creativa de uno, y la factura y edad recomendada del otro, sería un regalo para los fans de la saga.
Un Assassin’s Creed que, sin perder su crudeza o amor por las historias -algo que deja bien claro esta sección de Asgard y Jotunheim- se permitiese el lujo de centrarse más en la mitología que en hechos o escenarios reales. Ojalá algún día veamos a Ubisoft dar ese paso adelante.
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