Análisis de Tape: Unveil the Memories, el estupendo homenaje al cine de terror clásico en plena Galicia noventera

Me he tragado suficiente cine de terror como para saber apreciar entre los grandes clásicos del género y las infamias que recurren al jump scare más inoportuno -un placer culpable, todo hay que decirlo-. También he vivido toda la vida en Galicia, así que cualquier detalle que recuerde a mi amada tierra supone una debilidad en mí.

Con estas dos vivencias en mente se ha dado forma a Tape: Unveil the Memories, el primer título de BlackChiliGoat Studio. Una propuesta que tiene muy claras sus ideas y las pone encima de la mesa continuamente. Bajo el sello de PlayStation Talents, se demuestra una vez más que no todo es cuestión de recursos ilimitados y que el talento sabe aflorar cuando se le da el espacio necesario.

Una película de terror

Década de los 90 del siglo pasado. Galicia. Una joven llamada Iria se encuentra en el ficticio pueblo de Antumbria, sola en su casa, cuando recibe una cinta VHS de su padre. Una figura ausente durante la mayor parte de su vida y que aparece en este formato tan de la época. Tras visualizar el contenido del vídeo, la protagonista comenzará a rememorar su pasado.

Un pasado que desconoce debido a lagunas de memoria. Poco a poco, Iria irá recorriendo escenarios y pasajes de su infancia realmente turbios, que nos dejan claro por qué su mente ha decidido olvidarse de todo. No deja títere con cabeza Tape: Unveil the Memories, pues toca temas escabrosos y que no muchos juegos se atreven.

Tanto es así, que justo antes de comenzar la partida tenemos una clara advertencia del material sensible que podemos llegar a encontrar. Violencia, racismo, pedofilia, discriminación... lo más bajo del ser humano va a hacer acto de presencia. Sin embargo, la obra promete mucho y cumple muy poco a la hora de atemorizar.

No es que el título no sea explícito, es que está lejos de causar verdadero miedo o incluso tensión. Las estancias, rocambolescas en muchas ocasiones, no generan una gran inquietud, ya que prácticamente todo el rato tenemos una gran iluminación.

Los únicos momentos de indefensión que podemos llegar a sentir son contra el único enemigo que aparece, el cual realiza nos busca con rutinas de patrullaje fáciles de superar. Tape: Unveil the Memories nos invita a escondernos y a ser sigilosos, pero resulta mucho más sencillo correr y bloquear a la criatura.

Es un debe claro para un juego que se enmarca dentro del terror y al que alguna escena macabra le hubiese sentado fenomenal para causar mayor impacto. Con todo, el peso de la obra se va por otros derroteros.

Mi pequeña estrella

La atención de Tape: Unveil the Memories se la lleva la videocámara. Es el objeto del que no nos despegaremos en ningún momento e incluye una mecánica fantástica a la que se le saca mucho jugo durante la travesía de Iría por su tormentoso pasado.

Enfocando a diferentes objetos, podremos rebobinar o acelerar el movimiento de aquello a lo que estemos apuntando, resultando en poder avanzar a nuevas zonas o resolviendo rompecabezas. Mover camillas en un hospital, colocar piezas de una estatua o incluso hacer rotar todo el escenario para que podamos seguir adelante.

De hecho, no podremos mover los objetos como nos parezca, sino que habrá que hacerlo en un orden concreto para que no se bloqueen entre ellos llegando a su posición original. Excelentes los tramos en los que hay que llevar trozos de una puerta al marco de una pared, mientras el ser del averno en cuestión vigila cada rincón del lugar en el que nos encontramos.

Lo cierto es que brilla con luz propia la dinámica de utilizar la cámara, ya que también nos permite defendernos de la horripilante criatura que nos persigue a todos lados, y dejarla noqueada durante unos segundos que podemos aprovechar para escapar.

No se le acaban las formas de innovar al equipo de BlackChiliGoat Studio con este concepto a lo largo de las cinco horas de duración de la partida. A su vez, entre plano y plano grabando, encontraremos una enorme variedad de documentos, dibujos y, sobre todo, películas y revistas.

El terror, el género de terror es el leitmotiv de Tape: Unveil the Memories. Todas esos filmes, cuyas sinopsis podemos leer, hacen referencia clara a La Semilla del Diablo, El Resplandor o Halloween, entre muchas otras. No solo a los más grandes internacionalmente, sino que hay guiños algunas de las grandes joyas que podemos encontrar en la larga trayectoria del cine español. Y es que el padre de Iria, Anxo Vega, ha sido uno de los directores de terror más prolíficos de la historia de España.

Lo mismo se puede decir de las publicaciones impresas, teléfonos fijos, latas de refresco y multitud de elementos. Todo tiene un ligero cambio para, evidentemente, no entrar en conflicto con las marcas reales, pero le dota de un gran realismo para aquellos que han estado en contacto con todos ellos.

Si habéis visto la serie Fariña, sabéis el ambiente que se respiraba por la costa gallega entre finales de los 80 y principios de los 90. Ese lenguaje, esa forma de actuar, esas organizaciones actuando a plena luz del día sin reparos... parte de ese espíritu tan negro de Galicia también se ve reflejado en Tape: Unveil the Memories. Además, hay espacio para algún que otro giro de guion bien aprovechado que nos hace interesarnos todavía más por lo que está sucediendo.

La opinión de VidaExtra

Se la ha jugado BlackChiliGoat Studio con un género tan saturado como el del terror, en el que nos encontramos a patadas títulos que no dejan de ser un pasatiempo para algún streamer. Lejos de esa idea Tape: Unveil the Memories deja claras sus ideas y preceptos para construir su propia visión.

Rinde un continuo homenaje a la fuente principal de la que bebe, exprime durante su corta duración al máximo su mecánica principal y brinda una experiencia nada desdeñable. Os encontraréis con aspectos que no están a la altura de proyectos mayores, como el apartado gráfico o las interpretaciones de los personajes. A pesar de ello, no supone una piedra en el camino para dejarse llevar hacia su oscuridad, y tampoco es justa la comparación partiendo de los presupuestos de unos y otros.