Tras las excelentes sensaciones con la demo, la llegada de Potion Craft a Steam en Acceso Anticipado me ha permitido poner a prueba las palabras con las que cerraba a principios de año mis primeras impresiones. Por aquél entonces decía que no necesitaba mucho más de lo que ya ofrece y, bueno, queda claro que puedo ser alquimista, pero no adivino.
Para quienes no conozcáis esta pequeña maravilla, Potion Craft es un juego de puzles y gestión que nos invita a convertirnos en el encargado de una pequeña herboristería medieval. ¿Qué diferencia hay frente a una herboristería actual? Bueno, pues que en vez de venderte dextrin puedes conseguir veneno para acabar con tus vecinos.
Imagina ser Txumari
Con distintas fases muy diferenciadas, la casa en la que vivimos cuenta con distintas salas que nos permiten acceder a una u otra opción. Hay un jardín sobre el que clicar para conseguir distintas hierbas, una sala de creación de pociones, el mostrador en el que vendes estas últimas y un sótano reservado para el endgame.
De lejos, lo más interesante es la habitación central, esa en la que, a base de machacar hierbas o colocar setas enteras en un caldero, das forma al camino que llevará a cada poción. La idea, a diferencia de las clásicas recetas, es que cada ingrediente ofrezca un camino dentro del mapa de pociones, así que para descubrir nuevas o repetir las que ya conoces, deberás agregar distintos ingredientes hasta llegar a tu objetivo.
Dicho de otra forma, puedes añadir X flor y X seta para conseguir la poción de curación, o ir echando ingredientes para dar vueltas por el mapa y acabar en el mismo sitio. No es un sistema cerrado, sino uno que potencia la experimentación y te ayuda a seguir trabajando aunque no tengas las hierbas exactas con las que creaste la poción por primera vez.
La idea resulta tan entretenida que a menudo acabas echando de menos tener más hierbas a tu disposición para seguir explorando el mapa en busca de nuevas pociones. Pero claro, tienes que ponerte las pilas y no malgastar ingredientes si quieres tener contentos a tus clientes para ganar dinero, aumentar las estadísticas atadas a tu prestigio, y seguir desbloqueando mejoras en el árbol de habilidades.
De la mano de conversaciones que no tardan demasiado en empezar a repetirse y hacerse pesadas, el trabajo en la tienda es probablemente donde más se le notan las costuras a Potion Craft cuando llevas varias horas jugando.
Mucho camino por recorrer
No se puede decir que vender pociones sea una mala idea. Al fin y al cabo es la excusa para darle salida a las que ya has creado y aprovechar el dinero ganado para comprar nuevos ingredientes, más páginas en las que guardar recetas -para poder hacerlas de forma automática si tienes las hierbas adecuadas-, o las carísimas piezas que cederán hueco a la creación de cristales en el sótano -ingredientes que ofrecen acciones especiales dentro del mapa de pociones-.
Lamentablemente, superados un par de guiños que te hacen sonreír, el trabajo en la tienda se vuelve demasiado monótono para seguir generando interés, y lo único que buscas es liquidar ese trámite lo antes posible para volver a la creación de pociones con las hierbas que te hayan sobrado.
Ni siquiera el minijuego de regatear, que debería ser la excusa perfecta para añadirle algo de chicha a esa parte, brilla especialmente. De hecho, incluso he acabado vendiendo pociones sin pasar por el regateo para acelerar el proceso y poder volver a mi fábrica de venenos, fuego y líbido.
A diferencia de lo que suelo decir en la mayoría de accesos anticipados, el de Potion Craft no es uno en el que resulte interesante perderse durante horas con cada nueva actualización. Es uno de esos juegos que apoyar hoy para que puedan seguir trabajando en él -eso siempre- y guardar en tu biblioteca a la espera de la versión final.
Aunque la creación de pociones es por sí sola una fantástica idea a la que, ahora sí, no le hace falta mucho más de lo que ofrece, el resto de apartados sí imploran esas nuevas mecánicas. Como en el caso de mejorar el jardín para hacer algo más que clicar sobre hierbas, cuatro pinceladas aquí y allá acabarán de redondear una experiencia de lo más recomendable. Tengo muchísimas ganas de sentarme ante la versión final de Potion Craft.
Ver 1 comentarios