Zarpé al amanecer en dirección a la Isla de Melé. Ya bien entrada la noche, y siguiendo los pasos de Guybrush Threepwood, crucé la puerta del Scumm Bar. A diferencia del protagonista de The Secret of Monkey Island, mis aspiraciones no eran convertirme en un pirata: ya me había labrado cierta reputación en Sea of Thieves. El motivo del viaje siempre fue pasarlo bien, reencontrarme con viejos amigos, hacer alguna que otra trastada y probar ese grog extrafuerte.
Lo que no contaba era con toparme con una surrealista historia jamás contada en lo profundo del Caribe de Rare que me ha dejado con una sonrisa imborrable de principio a fin.
Llegué al timón de mi propio barco, con los arreglos acumulados tras nueve temporadas y esa primera época de Sea of Thieves en la que todos estábamos sedientos de grandes aventuras. No volví a pisarlo ni tampoco sentí la necesidad de volver a elevar su ancla. De hecho, te confieso que lo estampé contra el muelle de la emoción. ¡Menudas vistas! Rare recreó de manera integral la mitad de la isla y estaba exactamente ante mismo puerto en el que el tantas veces había atracado el Mono del Mar. Una réplica exacta.
Te confieso que me sentí como si volviese a casa. O más bien, al juego que me obsesionó hace más de 30 años. Solo que esta vez, el protagonista no era un pícaro con el sueño de ser un gran pirata: en la Leyenda de Monkey Island el prisionero es Guybrush. Y los encargados de liberarle somos nosotros.
Con la Leyenda de Monkey Island Rare logra un hito que jamás se me había pasado por la cabeza: ofrecer una aventura gráfica que se disfruta de maravilla en solitario, pero que funciona de escándalo a través del multijugador. Dando lecciones, en el proceso, de cómo y por qué hacer un buen Monkey Island. Y eso que, técnicamente, se trata de un Gran relato de Sea of Thieves.
Un Gran Relato de Sea of Thieves dividido en tres tramos y elaborado con un cariño absoluto y reverencial a los personajes y acontecimientos perpetrados por Ron Gilbert. Un rinconcito del Caribe de Rare que se nos lleva -literalmente- a la genuina esencia de la saga Monkey island y cuyos acontecimientos están a la altura de una de las mejores aventuras gráficas jamás hechas. Para muchos, la mejor.
¡Barra libre de Grog por cuenta de Rare!
Tras estampar mi barco contra el puerto (y hacer los arreglos pertinentes) emocionado por los acordes del tema principal de Monkey Island, puse los pies en la Isla de Melé. Según entro tengo a mano derecha el puesto de vigía, a la izquierda el acceso hasta la calle mayor y, a poquitos pasos, un edificio que me conocía al dedillo, pero estaba deseando descubrir: al igual que Guybrush, mi primera parada fue el Bar SCUMM. Antes de abrir la puerta resoplo de la emoción, aunque el bullicio se siente desde fuera.
La ambientación lograda por Rare en La Leyenda de Monkey Island (The Legend of Monkey Island) es intachable. Sencillamente perfecta. Al pasar el arco me encontré con la misma estampa que el videojuego original de LucasFilm Games: la clientela habitual, el tío que habla de LOOM, los tres Jefes Piratas al fondo y un lunático dando vueltas sobre un ancla colgada del techo. El gran plan era encontrar la Leyenda de Monkey Island, pero puestos en situación llegué a una conclusión: iba a disfrutar del proceso sorbito a sorbito.
Y ya te digo que este primer relato valió hasta el último minuto, incluyendo todos aquellos en los que me perdía de manera intencionada. Rare ha convertido su simulador de piratería en una sensacional aventura gráfica que, además es una magistral carta de amor a la saga Monkey island.
En la tienda de la calle mayor puedes encontrar cualquier cosa. hasta un pollo de goma con polea
La manera de interactuar con los habitantes de la Isla de Melé o de investigar ya no es a través del clásico point-and-click, aunque no se echa en falta: la manera en la que se han planteado los puzles, los intercambios y las travesuras que deberemos llevar a cabo son el primero de los muchísimos aciertos a nuestra disposición. Es más, la manera de recrear todos y cada uno de los rincones de la isla de Melé y cada fondo dibujado a mano para las aventuras gráficas en un gran escenario que recorremos en primera persona es impresionante.
Y no solo eso: Rare es plenamente consciente del logro alcanzado y recompensa que nos perdamos en los puntos de interés colocando asientos que, al usarse, nos replican al más mínimo detalle cada estampa original. Repartiendo, además, 375 monedas por toda la isla a la que se puede acceder (aunque solo necesitaremos recolectar 175 piezas de ocho para completar el primer Acto) para que exprimamos toda la grandeza y el cariño puesto en el Relato.
Algunas de estas monedas, todo sea dicho, las obtendremos a base de realizar nuevas travesuras muy en sintonía con las del Guybrush más gamberro: emborrachar a todo el bar Scumm, engañar al cocinero y los guardianes de la isla, trucar el gran reloj de la calle Mayor en nuestro beneficio e incluso la que posiblemente sea la peor idea del Caribe: hacer que la malvadísima calavera Murray tenga cuerpo propio.
Lo que sea necesario para encontrar la Leyenda de Monkey Island.
¿Dónde encaja la Leyenda de Monkey Island en la saga de Aventuras Gráficas?
La Leyenda de Monkey Island es una extensión legítima del legado de la saga de Monkey Island, pero también una historia completamente original y creada a medida de Sea of Thieves.
Sin entrar en demasiados detalles, el gran plan del malvado capitán pirata LeChuck es controlar el poder del Señor de los piratas del universo de Sea of Thieves, aprovechando el viaje de luna de miel pendiente y largamente aplazado que Guybrush Threepwood y Elaine se darán por el loco Caribe imaginado por Rare. Una circunstancia que LeChuck aprovechará para convertir los recuerdos de Guybrush en una ilusión alterada de la que no puede escapar.
Y es ahí, precisamente, donde Sea of Thieves nos da la oportunidad de vivir una aventura digna de la saga de culto Monkey Island. Por suerte, además de la ayuda de un cuaderno de viaje que ayudará a quienes estén más o menos despistados con el contexto imaginado en los juegos originales, no tardaremos en descubrir que, si bien, Guybrush es rehén de su propia ilusión, la temeraria Elaine Marley sigue estando dos pasos por delante de todos, incluidos nosotros.
¡Mira detrás! ¡Un mono de tres cabezas!
Si bien, a nivel jugable La Leyenda de Monkey Island no hace uso de muchas de las mecánicas o experiencias que han dado forma a Sea of Thieves, como la navegación o el combate, para convertirse de manera magistral en una aventura gráfica en primera persona, lo cierto es que en el Acto inaugural sí hay dos o tres tramos que requieren acciones propias del juego de Rare, incluyendo el inevitable enfrentamiento con las tropas de LeChuck a través de un recurso que fascinará a quienes jugaron el original.
Siendo, en conjunto, un gran regalo en todos sus matices: como Gran Relato de Sea of Thieves, la réplica que se hace a la isla de Melé o lo mucho y bien que se transmite el humor y la picaresca de los personajes y situaciones de la saga Monkey Island es para quitarse el sombrero. Y ojo, que la duración del primero de los tres relatos que componen Leyenda de Monkey Island es equiparable a la de un Acto completo de las aventuras gráficas: si somos medianamente espabilados lo habremos resuelto en una tarde o menos.
Y, en el proceso, a lo largo de esta aventura creada para Sea of Thieves nos habremos reencontrado con la genuina grandeza de las mejores entregas de Monkey Island.
El tributo definitivo a la saga de Ron Gilbert y LucasFilm Games
¿Qué habrá tras esa puerta?
Como Gran relato, Leyenda de Monkey Island es una extensión legítima del legado de Monkey Island, pero también una muestra de lo mucho que Sea of Thieves ha bebido de la influencia de la saga de LucasFilm. Y, en el proceso, de todo lo lejos que hay llegado el proyecto de una Rare incluso más inspirada de lo habitual.
Con todo, hay aspectos de la Leyenda de Monkey Island que merecen ser elogiados de manera separada. De partida tenemos el mismo reparto de voces de Return to Monkey Island interpretando sus papeles de manera magistral, pero es que además los diálogos y el tono dejan clara la pasión y demuestran el conocimiento de los ingleses con los personajes y el universo imaginado por Gilbert. Dicho de otro modo: este Gran relato de Sea of Thieves no es una colaboración superficial, sino una carta de amor a la saga de aventuras gráficas.
Lógicamente, que en el primer relato disponible (de tres) de la Leyenda de Monkey Island no sea necesario salir del puerto de Melé para completar los contenidos no significa que Rare haya perdido la perspectiva con lo que se espera y debe ofrecer Sea of Thieves a sus fans y jugadores: a diferencia de los point-and-click, los puzles están diseñados para poderse resolver también en multijugador.
De hecho, teniendo en cuenta que solo podemos llevar un objeto de misión cada vez, ir acompañados al bar Scumm es lo más eficiente y divertido. Por no hablar de que zarpar con amigos será muy útil a la hora de encontrar todas las monedas repartidas por la isla de Melé.
Así, la Leyenda de Monkey Island es un sueño hecho realidad para los fans de la saga de Guybrush Threepwood, dándo la oportunidad de que paseemos libremente por nuestra cuenta o con amigos por la isla de Melé. Que nos codeemos con lo peor del caribe y que bebamos el auténtico grog del Scumm bar hasta no ver lo que tengamos delante de las narices.
Un tributo con la firma de Rare, la picaresca de Ron Gilber y que encaja de maravilla y sin ningún tipo de fricción con el Caribe de Microsoft y la identidad de Monkey Island. Y que, además, todo esto se pueda acceder de manera gratuita y como cualquier otra misión, convierte este Gran Relato de Sea of Thieves en algo mucho mayor: un impresionante regalo.
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