Uno de los videojuegos que más furor causó en la última edición del E3 fue Resident Evil 2, el cual fue coronado como el mejor videojuego de la popular feria de Los Angeles, algo con lo que nosotros estuvimos de acuerdo cuando tuvimos ocasión de probarlo hace unos meses. En aquel momento pudimos probar una demo muy corta del principio del juego y nos quedamos con ganas de ver algo más.
Gracias a Koch Media hemos acudido recientemente a un evento en el que hemos podido probar una nueva demo que en esta ocasión nos ha permitido jugar gran parte de la trama de Leon y otra en la que tomaremos el control de Claire Redfield. Cada una disponía de sus propias características a pesar de transcurrir en el mismo lugar, en la ciudad de Raccoon City.
Dicho esto, os dejamos a continuación con las impresiones que nos ha dejado esta última demo que nos ha servido para comprobar si el juego sigue manteniendo el mismo nivel que le hace tan espectacular o por el contrario han cambiado las cosas a peor desde entonces.
La alianza entre Leon y Ada Wong
La parte de Leon comenzaba en una parte bastante más avanzada en comparación con la de la última vez, estando acompañado por Ada Wong, uno de los personajes más icónicos de la franquicia. Principalmente eso lo comprobamos porque nuestro protagonista estaba armado hasta los dientes, con toda clase de armas y munición que le hacían imparable, algo que nos pilló por sorpresa dado que se trata de un survival horror y en nuestra última prueba las pasamos canutas para encontrar materiales suficientes para sobrevivir.
Sin embargo, al poco de avanzar nos dimos cuenta de por qué se daba esta situación. Leon caerá herido y será entonces cuando pasemos a tomar el control de Ada, quien solo llevará equipada una pistola y con un cargador bastante pequeño, de ahí que las cosas pasen a complicarse bastante más. A su vez tendrá a su disposición un dispositivo que le permitirá hackear máquinas por las tétricas salas y pasillos que deberemos recorrer.
A la hora de emplear este apartado veremos cómo los cables y las máquinas se iluminarán para así tener claro por dónde debemos ir. Esto nos conducirá a los respectivos paneles que deberá de alterar para así abrir puertas o destruir los ventiladores de unos conductos de ventilación, entre otros puzles que ya os tocará descubrir.
Lamentablemente para Ada y los propios jugadores, al llevar únicamente una pistola le resultará más complicado defenderse de los propios zombis. De hecho, en cierta sección todos los que estábamos jugando tuvimos demasiados problemas al quedarnos sin balas en seguida por haber una enorme cantidad de zombis por los alrededores. Y es que estos malditos seres aguantan como unos condenados, da igual que les pegues varios tiros a la cabeza, que seguirán avanzando y, además, cuando se caigan al suelo es probable que si pasáis por el mismo sitio más adelante os encontréis con que se han levantado de nuevo.
La verdad es que resulta un poco excesivo el daño que hay que causar a los zombis para acabar con ellos, porque en ocasiones no te queda más remedio que tener que poner pies en polvorosa al no tener otra forma de poder zafarte de sus ataques, ya que no hay una patada, puñetazo o algo similar para rematarlos. Por otra parte, si mueres varias veces el juego te da la opción de reducir el nivel de dificultad para se active el apuntado automático y de paso los zombis sean menos resistentes a los balazos, aunque ya os aseguramos que ni con esas dejaréis de pegar bastantes tiros hasta lograr abatirlos.
En general toda la parte de Ada está repleta de puzles que deberemos de resolver mientras lidiamos con los zombis, para así darle una mayor tensión a la acción y no concedernos ningún momento de respiro. Sobre todo la angustia llega cuando el gigantesco Tyrant, un enorme enemigo de más de dos metros e indestructible, comenzará a perseguirnos sin cesar. Y más vale que no os alcance porque sino estaréis vendidos.
Tensión al máximo con la historia de Claire Redfield
Pasando a la historia de Claire nos encontramos con que el punto de partida era exactamente el mismo que el de Leon, justo antes de la secuencia del garaje de la comisaría que ya hemos visto en algún que otro gameplay, donde dejan a nuestra protagonista atada, teniendo que buscar alguna forma de poder escapar para rescatar a Sherry, aunque localizar una vía de escape no será en absoluto nada sencillo.
La comisaría está infestada de zombis por todas partes y a partir de esta zona nos encontramos con un enemigo muy clásico para los seguidores de Resident Evil, como son los peligrosos Lickers. Estas criaturas infernales se desplazarán a gran velocidad para devorarnos, lo que solo nos dejará dos opciones básicas: poner pies en polvorosa o atacarles rápidamente sin dudarlo. Nosotros optamos por la segunda dado que Claire va equipada con un devastador lanzagranadas, pudiendo lanzar bombas explosivas o de ácido.
Naturalmente, al igual que ocurre con las balas y comprobamos en la parte de Leon, la munición escasea en todo momento y más vale que afinemos bien la puntería porque de lo contrario no tardaremos en lamentarlo. Aún así, aquellos que se dediquen más a explorar los entornos encontrarán en ocasiones materiales que resultarán de gran ayuda, entre ellos alguno que nos permitirá fabricar más granadas o balas para el resto de armas de fuego. Lo que si resultó inesperado es que, entendemos que un Licker por ser más grande aguante dos explosiones, pero ¿cómo es posible que un zombi ni se inmute de un bombazo en toda su horripilante cara?
Una cosa es hacer a estos que estos seres sean fuertes para que el juego suponga un reto, pero, sinceramente, hay veces que resulta un tanto excesivo, de ahí que a veces no quede más remedio que obviar a cualquiera que se ponga en nuestro camino si no queremos quedarnos sin nada con lo que poder defendernos. Por lo demás, la mayor parte del capítulo de Claire no era demasiado diferente al de Leon y Ada. Una buena parte de los lugares que tuvimos que recorrer ya nos resultaban familiares y eso nos sirvió para saber bien por dónde ir y sobre todo para escapar del demoledor Tyrant. Sí, ese gigantesco armario empotrado volverá al acecho en la historia de Claire y esta vez no se andará con chiquitas.
Cuando nos cruzamos con él con Ada solo nos persiguió durante unos instantes. En cambio, con Claire estará deseando darle unos puñetazos que harán que no vuelva a ponerse en pie. Por mucho que le disparemos, sea con el arma que sea, incluso con el lanzagranadas, nunca le haremos ningún rasguño. Como mucho haremos que quede aturdido algo más de medio minuto si logramos causarle un gran impacto. No obstante, eso no evitará que en cuanto vuelva a ponerse en pie decida partir en nuestra búsqueda de nuevo para hacernos picadillo. De nada sirve irse muy lejos, a otros pisos de la comisaría o esconderse en alguna habitación. Tyrant siempre nos encontrará.
En el único lugar que estaremos a salvo será en aquellas habitaciones en las que haya una máquina de escribir, aunque no en aquellas que sean muy grandes, como por ejemplo en la sala principal de la comisaría, porque ahí incluso Tyrant irá trás nosotros. Para darle una mayor tensión, escucharemos sus pasos y su propio tema musical para darnos cuenta de que le tenemos pisándonos los talones. Vale que el equipo haya decidido hacer esta parte del juego de esta manera para que nos resulte tremendamente difícil, pero la angustia que nos causa el que nos persiga acaba resultando demasiado agotadora, sobre todo cuando encima tienes que explorar el escenario en busca de objetos para solucionar los rompecabezas que nos permitan seguir avanzando.
Por lo demás, Resident Evil 2 sigue siendo un auténtico juegazo. El motor RE Engine le sigue otorgando un apartado visual alucinante acompañado por su excelente ambientación, sonidos, doblaje, etc. Entendemos que la parte de Tyrant o los problemas de la munición no serán constantes durante todo el juego, porque a pesar de haberlo pasado mal en ciertos momentos, nos hemos quedado con ganas de seguir disfrutando del que sin duda será uno de los remakes más sobresalientes del año que viene.
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