Tras jugar a The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom me ha explotado la cabeza: es el mayor paraíso para las mentes más creativas

Tras jugar a The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom me ha explotado la cabeza: es el mayor paraíso para las mentes más creativas

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Zelda Tears Of The Kingdom

El 2023 va a ser un año para el recuerdo por la cantidad de juegazos tan imprescindibles que han salido a la venta, pero todavía quedan algunos de los bombazos más esperados, entre los que no cabe duda que se encuentra The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, la nueva entrega de la saga que llegará en cuestión de muy pocos días a Nintendo Switch.

En los últimos días me he sentido una persona muy afortunada, porque he tenido la gran oportunidad de probar un adelanto de esta continuación de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, lo que me ha permitido comprobar de primera mano si realmente se merece ostentar el título de mayor aspirante al GOTY de 2023. Pues bien, ya os voy anticipando que solo he podido jugar una hora y tengo la sensación de no haber visto prácticamente nada de todo lo que ofrecerá el juego.

Lo que sí tengo claro es que ese tiempo que pasé a los mandos se me hizo como si hubiesen sido cinco minutos y no paré de sonreír por todo lo que estaba presenciando. No os exagero si os digo que el gameplay de hace unos días protagonizado por Eiji Aonuma se quedó muy corto con la cantidad de locuras que se podrán realizar en este capítulo de la serie.

La Combinación y la Ultramano, mis mejores aliadas

Antes de pasar a hablar sobre lo que he podido jugar, quiero avisar que en ningún momento de esta primera toma de contacto nos mostraron algo relacionado con el argumento, así que no os puedo contar ni un solo detalle sobre él. Toda esta prueba se centró únicamente en algunas de las novedades de la jugabilidad para descubrir todo lo que será capaz de realizar Link al recorrer el nuevo Hyrule.

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Una parte de la demo se ambientaba en lo que ya enseñó Aonuma, lo que me permitió poner en práctica los poderes de Link en las islas celestes. Sin duda la que más me gustó de todas fue la Combinación, porque permite recoger objetos que haya por el suelo o por los alrededores y unirlos a nuestras armas o escudos para así fabricar un arma completamente nueva, pero es que tiene pinta de que puedes juntar cualquier cosa que se te ocurra.

Por ejemplo, tenía un escudo de madera y me encontré con una vagoneta de piedra gigante, así que utilicé la fusión y de repente su tamaño disminuyó considerablemente para convertirse en una mini vagoneta que podía emplear para protegerme de los impactos. Eso mismo me sucedió con una gigantesca bola de pinchos que me arrojó un grupo de Bokoblin que en principio me dediqué simplemente a esquivarla, pero luego se me ocurrió utilizarla a mi favor y así pasar a tener un buen escudo de pinchos.

Pero como digo, con las armas ocurre exactamente lo mismo. Si bien puedes juntar una espada con una piedra para así tener una especie de mazo demoledor, también es posible pillar una espada con una una lanza y entonces pasas a empuñar una espada con un alcance brutal por su longitud. Además, la manera de fusionar cualquier cosa no puede ser más sencilla. Tan solo basta con tener algo en la mano, señalar lo que sea que esté tirado en el suelo y listo.

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No solo altera las condiciones de las armas y los escudos, sino que también afecta a sus estadísticas para potenciarlas más todavía. Y como no hay límite de usos, se convierte en una de las habilidades clave para obtener toda clase de herramientas, sobre todo cuando tenemos los bolsillos llenos y no sabemos qué hacer con todo lo que haya tirado por el suelo. Probé infinidad de combinaciones, como por ejemplo una con la que fabriqué un escudo en forma de lanzallamas, y aun así tengo la sensación de no haber visto ni un 1% de las posibilidades que habrá.

La otra habilidad a la que también saqué muchísimo partido fue la Ultramano, que se podría decir que viene a ser la sustituta del Imán en este juego, porque prácticamente la utilice para recoger cualquier cosa que necesitara y así desplazarla a cualquier parte sin ningún problema. Y cuando digo cualquier cosa, no exagero en absoluto, porque me topé con una misión secundaria en la que debía ayudar a un Kolog algo más grande que Link a llegar a otra isla, pero el pobre estaba un poco regordete y no se podía mover por su peso.

Por lo tanto, la única manera era la de fabricar una plataforma en la que pudiese subirle encima y así alcanzar el otro lado sin problemas. Para ello no solo le pillé con la Ultramano y le coloqué encima, sino que encima le fusioné con la plataforma para que no se pudiese caer de ninguna manera y se quedara clavado a ella. Pero ¿qué pasa si no nos gusta cómo nos ha quedado una construcción? No hay ningún inconveniente, porque tan solo bastará con agitar el elemento en cuestión que queremos, como si tiráramos de él, y se arrancará en un instante.

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De este modo, como ya se vio en el gameplay publicado por Nintendo, efectivamente puedes pillar varios troncos y crear con ellos una balsa que te sirva para atravesar un lago, pero lo que importa de verdad son los dispositivos Zonnan, porque son unos artilugios que estarán por ahí desperdigados por todas partes de las islas celestes dispuestos a que los utilicemos a nuestro favor. Por ejemplo, en el vídeo en cuestión se colocaron un par de ventiladores para crear una especie de lancha a motor, así que yo hice lo mismo con un par de cohetes para así llegar infinitamente más rápido al otro lado del lago.

Eso sí, los artilugios no son infinitos y, dependiendo del que sea, su uso es un tanto limitado. Por ejemplo, los cohetes desaparecen en cuanto se quedan sin gas, mientras que los ventiladores disponen de una batería a la que hay que prestar atención para que no se agote antes de tiempo para no quedarnos vendidos. Por otro lado, si bien estos elementos será fácil dar con ellos en varias zonas, también podemos tener los nuestros propios para sacarlos del bolsillo en cualquier momento. Eso sí, una vez que se sacan al escenario, no se pueden volver a recoger.

En cuanto a las otras dos habilidades presentadas, como son el Retroceso y la Infiltración, no les pude sacar tanto partido como me hubiese gustado. La primera sí que me pareció muy útil sobre todo para contraatacar a los enemigos, porque si estos te arrojan una piedra es tan fácil como activar la habilidad, congelar el tiempo y hacer que vuelva por donde ha venido, al igual que se puede utilizar para cosas que haya por el escenario para determinados puzles.

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Por su parte, la otra habilidad mencionada lo que me gustó fue que otorga un nivel más elevado de exploración, porque te puedes meter en una caverna y salir disparado hacia el techo para atravesarlo y así descubrir qué hay al otro lado. Lo mejor de todo es que puedes retractarte, de manera que, si no te convence lo que veas al asomar la cabeza por el suelo, siempre puedes dar marcha atrás y volver por donde has venido.

Las múltiples formas de superar cualquier adversidad y de resolver puzles

Hasta el momento he destacado algunas de las funciones y características principales de las distintas habilidades que debutarán en el juego, dejando claro que el nivel de libertad que ofrecerá no parece tener límites de ningún tipo. Todo ello demuestra que la experiencia está diseñada en su totalidad para que cada uno la disfrute como quiera y no exista una sola forma de salir adelante de cualquier situación.

Esto ya era posible en The Legend of Zelda: Breath of the Wild, pero la sensación que he tenido es que se ha explotado más todavía esta faceta por la amplia variedad de habilidades que tiene Link a su disposición y sobre todo por los dispositivos Zonnan. Y es que para ir de un lado a otro por las islas celestes tenía que buscarme la vida para surcar los cielos, porque naturalmente nuestro héroe no dispone de alas para volar, así que hay que pensar en otros métodos alternativos.

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Es por ello que llegué a pillar estructuras en forma de plataformas cuadradas de gran tamaño, les equipé unos cohetes y listo, a salir por los aires. Pero hay que tener mucho ojo con la forma en la que se usa la Ultramano, porque hay que asegurarse bien de que los artilugios se han fusionado con lo que queremos antes de usarlos, porque ya me pasó que activé un cohete simplemente dejándolo en el suelo de la plataforma y este salió disparado sin más quedándome de piedra por el fallo. Además, los objetos se pueden rotar en 360º muy fácilmente para que cada uno los coloque como quiera y donde quiera.

En otro de los puzles más importantes que me tocó resolver en una parte de la prueba utilicé la Ultramano una vez más para juntar unos troncos con un cohete y así crear una plataforma voladora, como podéis comprobar en el gameplay que tenéis acompañado al artículo. No obstante, uno de los representantes de Nintendo que estaba conmigo me comentó que había visto hasta cinco formas distintas de superar esa parte en cuestión. De hecho, a mí también se me han ocurrido unas cuantas desde entonces.

Es por ello que uno de los motivos por el que tengo tantas ganas de que el juego salga a la venta es por dejar volar mi imaginación más todavía a la hora de pensar formas muy disparatadas de ir a cualquier parte, aunque también estoy ansioso por ver las locuras que hace la gente por internet, porque seguro que la red se llenará de vídeos con ideas de todo tipo por las fusiones de armas, escudos, el uso de la Ultramano con los elementos del escenario, las posibilidades del Retroceso, etc.

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Todo ello me sirvió para fabricar algunos vehículos un tanto... peculiares. Por ejemplo, el más curioso de todos fue una especie de nave a la que le equipé baterías para que aguantara más por el aire y hasta le coloqué un control remoto para así pilotarla a mi antojo. No obstante, reconozco que a la larga la construcción de este tipo de vehículos puede ser un tanto agotadora por tener que estar colocando los mismos dispositivos una y otra vez cada vez que queramos crear uno, pero lo que sí os puedo contar sin destripar demasiado es que hay una forma maravillosa de acelerar el proceso.

Por otro lado, como he señalado anteriormente en los bolsillos de Link puede haber artilugios de los Zonnan, como cohetes, ventiladores y hasta una mesa para cocinar cualquier plato de comida. Eso sí, si una vez utilizados no se pueden almacenar, ¿cómo tener más entonces? Pues ahí el juego tiene una especie de componente gacha con algo similar a unas máquinas tragaperras que me he encontrado por las islas del cielo de Hyrule.

Dentro de estas máquinas podía arrojar unas piezas Zonnan que sirven como moneda y a cambio me devolvía un buen puñado de piezas completamente aleatorias de todo tipo. Para lo que he jugado me ha parecido más que suficiente para llevar a cabo cualquier tarea, pero lo que me da un poco de miedo es que tengas que utilizar demasiadas veces la máquina por si quieres conseguir algún objeto en particular. En cualquier caso, como hay tanta libertad para resolver cualquier situación, seguramente no acabe siendo un inconveniente en ningún momento.

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La verdad es que podría extenderme mucho más para contaros todas y cada una de las situaciones que he vivido, algunas de ellas similares a las de mis otros compañeros de prensa y otras totalmente únicas. Ahí creo que reside parte de la magia y el encanto de este juego, el poder compartir experiencias y el ver cómo otros han pasado por el mismo lugar y lo han superado de una manera completamente distinta a la que se te ha ocurrido a ti creyendo que tu idea idea es la más brillante de todas.

Aun así, como ya comenté al principio del avance, creo que no he visto absolutamente nada del juego y, si esta toma de contacto me ha dejado boquiabierto y con ganas de más, no me quiero imaginar cómo será cuando tenga la versión final entre mis manos. Por lo demás, gráficamente es muy similar a The Legend of Zelda: Breath of the Wild y la jugabilidad sigue siendo la misma en cuanto a la forma de controlar a Link, aunque me ha parecido que el rendimiento se ha perfeccionado y artísticamente hablando es una auténtica delicia para los ojos.

No sé si The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom será el GOTY de 2023 o no. Al final ahí ya dependerá de los gustos de cada uno y por supuesto es pronto para decirlo hasta que no lo vea con mayor profundidad, pero es innegable que tiene muchas papeletas para coronarse como el mejor videojuego del año o, como mínimo, el que más libertad ofrece a la hora de que cada uno juegue como quiera a este gran aspirante a ser toda una obra maestra de Nintendo Switch.

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