En el repaso por los lanzamientos de PC en octubre, un nombre captó mi atención tras ver uno de sus vídeos con calma: Partisans 1941. El motivo era sencillo, al ser una evolución de los juegos en la línea de Commandos, pero con desarrollo de base y con experiencia de por medio, sin dejar de lado la estrategia o el sigilo.
Desarrollado por el estudio ruso Alter Games y con el respaldo de los alemanes Daedalic Entertainment (Candle, Shadow Tactics: Blades of the Shogun), estamos ante otro juego ambientado en la Segunda Guerra Mundial que aporta su propio granito de arena para ofrecer algo diferente. Y lo cierto es que lo consigue.
Otro juego al que seguirle la pista en octubre
En la piel de Alexey Zorin, un comandante del Ejército Rojo que logra escapar de un campamento de prisioneros nazi, Partisans 1941 nos plantea otra lucha de la resistencia para sobrevivir al ejército de Hitler. Y en esta ocasión, lo hace con un tono muy diferente al de esa clase de juegos de estrategia, al enfatizar la obtención de recursos (al empezar sin nada) o incluso preocuparse por la moral del grupo, a lo This War of Mine, al influir nuestro estado al regresar a la base.
Este adelanto jugable deja clara la mecánica principal, donde bebe claramente de las obras de Pyro Studios, pero añadiendo variantes significativas en los combates, al dejar un poco al azar el tema de los disparos en relación a la posición de cada personaje y su habilidad con las armas. Porque aquí hasta influyen las coberturas, teniendo que planificar previamente cada emboscada sobre el enemigo para evitar disgustos. ¿Lo bueno? Que se puede "pausar" para controlar cada acción de una forma similar al modo Duelo en Desperados III.
No será, en definitiva, apuntar y matar al instante, sino que habrá que tener en cuenta diversos parámetros, reflejados en un icono de porcentaje más típico de los juegos de estrategia tácticos por turnos. Esto contrasta con las ejecuciones cuerpo a cuerpo con cuchillo, por ejemplo, donde el efecto será inmediato sin margen a error, pese a tardar unos breves segundos que pueden delatar nuestra posición... también por el sonido. Incluso entre los arbustos haremos ruido.
Partisans 1941 se preocupa por esa clase de detalles, lo cuál es de agradecer. Lo habitual sería pasar desapercibidos entre la vegetación, pero aquí hay que moverse con cautela y no hacer demasiado ruido, sin descuidar esas otras zonas donde estamos más expuestos. Y por ahora, funciona bastante bien esta fórmula.
Partisans 1941, un giro interesante en la estrategia
Cada personaje reclutado contará con sus propias habilidades pasivas a desbloquear mediante experiencia, la cuál vamos obteniendo a medida que eliminamos nazis o cumplimos determinadas tareas. A su vez, cada miembro de la resistencia cuenta con su propio inventario, parecido al de Commandos 2: Men of Courage, desde el que gestionar el arsenal, botiquines y demás objetos.
Al ofrecer una especie de combates automáticos cuando nos descubren, es de suma importancia colocarlos bien en las coberturas y que aprovechen debidamente sus armas de fuego. Por ejemplo, a alguien con una escopeta no lo vamos a situar a lo lejos, porque pierde mucha puntería e impacto con sus balas.
Partisans 1941 da pie a la exploración, a su vez, con mapas que ocultan secretos, tanto con recursos para mejorar la base (característica no disponible en la demo, por desgracia), como con misiones secundarias, como rescatar a unos civiles presos frente a una iglesia. Lo bueno es que habrá niebla de guerra, como en los RTS típicos de los 90, sin saber si habrá enemigos por una zona hasta que estemos cerca. De ese modo, nunca se perderá el agradecido efecto sorpresa.
Han sido tan solo dos misiones de las 20 que habrá en total en su versión final, disponible el 14 de octubre en Steam, pero que me han dejado muy buen sabor de boca y con ganas de saber cómo funcionará exactamente el tema de la base.
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