Marvel's Spider-man fue, para muchos, un sueño hecho realidad. Sin ser un juego perfecto, nos ofreció la mejor experiencia hasta la fecha del trepamuros de Stan Lee y con una historia que nos brindó momentos completamente épicos.
Tuvo sus claroscuros, especialmente en lo relativo a ese cierre tan abrupto para la trama de Black Cat por culpa de los DLC. De hecho, un mes después de la puesta a la venta del juego en tiendas, Sony e Insomniac lanzaron al mercado El Atraco, la primera expansión de Marvel's Spider-man centrándose, precisamente, en la historia entre Spidey y Black Cat. Y ahora llega Guerras de Territorio.
El que no se haya pasado el primer DLC que no siga leyendo porque habrá SPOILERS sobre su final. Inevitable para hablar de este segundo DLC.
Ahora es el turno de Hammerhead
Con Black Cat aparentemente muerta (o al menos en paradero desconocido tras la explosión de su piso) a manos de Hammerhead, este Marvel's Spider-man: Guerras de Territorio se centra por completo en este villano y su banda, siendo nuestra única aliada la capitana de la policía de Nueva York, Yuri Watanabe.
Tal y como pasó con el anterior DLC, los distritos sobre los que transcurrirá la historia serán muy pocos, al igual que las actividades por hacer. Aquí volverán a repetir los crímenes, a modo de eventos aleatorios, del mismo modo que los desafíos de Screwball, con la novedad de un par de pruebas de sigilo más complicadas por culpa de unos focos a evitar. Pero en líneas generales, todo sigue un proceso similar al primer DLC, sin sobresalto alguno.
Si en el anterior se introdujo un matón pesado con gatling, aquí se incorpora uno con mochila propulsora y escudo que nos complicará más si cabe los combates, especialmente los que tienen lugar en las tapaderas de Hammerhead, una serie de refugios, a modo de desafío de base, donde apenas habrá coberturas bajo un entorno de lo más cerrado y asfixiante. Hace honor a la dureza craneal de Hammerhead, llegando a su cénit con el esperado enfrentamiento final.
Guerras de Territorio no es en realidad una guerra
El problema de este Marvel's Spider-man: Guerras de Territorio respecto al DLC de Black Cat es la falta de ideas. Tan solo se atisba una pizca de originalidad con el uso del Spiderbot en una misión de espionaje, para recabar información sobre la banda criminal de Hammerhead, porque no fue un dispositivo muy aprovechado en el juego principal salvo casos muy puntuales por algunos distritos.
La relación entre Peter Parker y Miles Morales sigue evolucionando, pero de nuevo por teléfono, tal y como pasó con el primer DLC. Sí, se ve algún guiño digno de agradecer, como dos máquinas de pinball con los diseños originales de Electro y Kingpin, pero es un DLC menos disfrutable a nivel narrativo que el anterior y cuyo final es previsible a más no poder, sin la incógnita que dejó el primero.
Que repitan las misiones de relleno (nuevamente con Screwball, las tapaderas de Hammerhead, que no dejan de ser lo mismo que otros desafíos de base y los crímenes por cinco distritos) hace que el interés por realizar el 100% decaiga esta vez y nos centremos solamente en la historia principal, viendo cómo resulta una experiencia mucho más corta y sin ver realmente esas supuestas guerras de territorio con la Maggia y Hammerhead. Tan solo una pincelada, con prisas.
La opinión de VidaExtra
Era difícil ofrecer una expansión inferior a la de la Gata Negra, pero Hammerhead es muy cabezón y lo ha conseguido. Recomendable tan solo para los completistas que quieran saber más sobre la historia de Marvel's Spider-man, sobre todo de cara al capítulo final, previsto para diciembre y cuyo título será Silver Lining.
A favor
- El duelo final contra Hammerhead
- Los guiños a Kingpin y Electro
En contra
- La historia resulta poco atractiva
- No aporta nada nuevo, en realidad
- Sigue sin aprovecharse la presencia de Miles
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