Aparte del reciente Retrograde Arena y otros indies para 2020, aún me quedaban algunas demos del Steam Game Festival en el tintero. Con lo que no contaba es que me ocurriese con Going Under al pasar desapercibido por mi biblioteca cuando era una de las demos que más me llamaron la atención desde el principio.
Desarrollado por el estudio Aggro Crab y con los ingleses Team 17 apadrinando la propuesta para darle mayor visibilidad e impacto económico, es un roguelite que se sale de lo normal al no proponer mazmorras de toda la vida, sino que lo hace dentro de las oficinas de pymes tecnológicas fallidas. ¿Cómo no puede molar?
Así resuelven los problemas en Neo-Cascadia
La premisa es bastante alocada si la vemos con detenimiento, puesto que como becaria sin paga en la ciudad de Neo-Cascadia, tenemos que acabar con el sufrimiento de los empleados que están condenados a vagar por sus pasillos como monstruos eternamente y así recuperar los recursos de la empresa.
Lo curioso es que prácticamente todo el mobiliario de las diversas oficinas lo podremos usar como armas, como si de un Dead Rising se tratase. Ahora bien, toda arma se rompe al poco de usarla de un modo bastante más extremo que en The Legend of Zelda: Breath of the Wild, de ahí que haya que estar cambiando casi constantemente de arma salvo unas pocas agraciadas que aguantan algo más.
Nos toparemos con algún amago de espada, hacha o mazo, pero en versión de fantasía, pero lo que más abundarán son los objetos tradicionales, como sillas, jarrones, materiales de oficina o resto de elementos decorativos. Y cambiar entre cada arma, incluso cuando se rompe una, será de lo más rápido, pudiendo coger otra rodando por la sala. Cuando uno le pilla el punto funciona de maravilla.
Y es que como roguelite que es, su curva inicial es elevada al contar con una vida muy reducida y poca comida que nos vaya curando. Es a base de repetir y saber qué armas son las más adecuadas contra ciertos enemigos, cuando acabaremos completando todas las salas, limpiando varias plantas, hasta el primer jefe. Como es lógico, todo se genera procedimentalmente, por lo que la disposición variará.
Going Under tiene (por ahora) todo para gustarme
Cada sala tiene un tamaño, por lo general, reducido y para pasar de una habrá que limpiarla de enemigos. El control es bastante sencillo, pero difícil de dominar por lo mucho que varía el combate con cada arma y contra cada tipo de enemigo. Será vital no estar quietos, usar el movimiento de rodar y fijar al enemigo para controlar las acometidas con cada arma improvisada. Y si conseguimos habilidades, mejor.
Las hay de diversos tipos, con algunas bastante absurdas (sacar una foto de lo que vería nuestro protagonista en primera persona) y otras bastante útiles, como invocar a un aliado motorizado. Porque sí, también podremos conducir coches por las oficinas... si encontramos alguno o se lo robamos a alguien antes de explotar.
Este tipo de habilidades, mediante dispositivos móviles que salen al completar cada sala, son de usos limitados. Luego estarían las habilidades pasivas que conseguiremos en ocasiones excepcionales y que podremos "promocionar" a base de usarlas a menudo y así conservarlas al inicio de cada partida, tras morir.
Suerte que todos los enemigos irán soltando pasta que nos vendrá de perlas de cara a la tienda de cada planta, donde no solamente podremos reponer la vida o incluso aumentar el límite, sino conseguir otras armas más poderosas y otro tipo de ventajas. Y aquí ayuda mucho cumplir los trabajos que de vez en cuando se nos presentarán, con recompensas especiales por limpiar salas sin dañarnos.
Aún faltan unos meses hasta que se ponga a la venta, pero sin duda Going Under me ha dejado con ganas de más y su propuesta me ha parecido de lo más fresca.
- Plataformas: Steam (versión analizada), Nintendo Switch, PS4 y Xbox One
- Multijugador: no
- Desarrollador: Aggro Crab
- Compañía: Team 17
- Lanzamiento: septiembre de 2020
- Precio: por confirmar
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