God of War Ragnarök es uno de los juegos de acción más brutales de los últimos años y el primero que me ha permitido exprimir en condiciones mi PC Gaming

Algo que lleva sucediendo desde hace mucho tiempo con los videojuegos de Sony es que poco a poco estos están dejando de ser exclusivos de PS4 y PS5 y cada vez son más los que están dando el salto a PC con versiones imprescindibles. Se trata de un método excelente para que más jugadores se animen a disfrutar de auténticas obras maestras que ya lograron sorprendernos en su paso por consolas y ahora pretenden hacerlo con otro tipo de usuarios.

Uno de los mayores juegazos que se ha publicado en este par de máquinas de sobremesa ha sido God of War Ragnarök, al que siempre he tenido unas ganas descomunales de jugar porque me encanta repartir leña con Kratos y también por las sensaciones tan extraordinarias que me transmitió su predecesor. Además, el hecho de saber que se convirtió en uno de los mejores lanzamientos de 2022 y no paró de cosechar premios de todo tipo, lo único que produjo es que mi expectación aumentase más todavía.

Por todo ello, cuando me enteré de que Sony tenía intención de devolver el juego a la vida con una versión para PC, sabía que esta vez sí era el momento para no dejarlo escapar y así probarlo de una vez por todas. Eso sí, he de admitir que esta fue la principal excusa, pero en realidad ha habido otro aliciente para ello, como ha sido el de poder exprimir por fin la verdadera capacidad de mi ordenador con una obra de la talla de este God of War, por lo que había razones más que suficientes para darle caña.

Y es que hace más de un año adquirí un PC completamente nuevo para disfrutar mejor todavía de los juegos actuales. Con el anterior me resultaba totalmente imposible jugar a prácticamente cualquier triple AAA que hubiese salido en esta actual década, porque parecía que mi máquina iba a explotar. Con una tarjeta gráfica GTX 970 y 8 GB de memoria RAM, tampoco es que pudiese ir demasiado lejos, de ahí que me pillase el siguiente ordenador, que es el que he utilizado para jugar al último trabajo de Sony Santa Mónica:

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Sin duda, el salto de un PC a otro ha sido descomunal. Sin embargo, aunque me lo pillé con la intención de disfrutar de las mejores obras en este sistema, lo cierto es que todos los juegos que he tenido la oportunidad de analizar hasta el momento, que tuviesen una enorme producción detrás de ellos, han sido en su versión para consolas, así que tampoco es que hubiese tenido la oportunidad de comprobar realmente hasta dónde era capaz de llegar mi PC. Por eso tenía claro que este God of War era el candidato perfecto.

Así pues, mis impresiones no se basan en hablar largo y tendido de cómo es la aventura de Kratos y por qué deberíais comprarla, ya que para eso está nuestro análisis en PS4 / PS5 en el que coincido plenamente con lo que escribió Álex. Es innegable el hecho de que estamos frente a uno de los mejores juegos de acción de los últimos años y que cualquier aficionado a este género, a la saga, a la temática de los dioses nórdicos o cualquier otro motivo que se os ocurra, no debería dejarlo escapar.

Echaba bastante de menos un título que me lograse transmitir esas sensaciones de dar rienda suelta a una gran brutalidad en pantalla y con el que se note tanto cómo repartes hostias como mientras estás sujetando el DualSense. La calidad de toda la aventura en general no desciende ni un ápice y gráficamente es realmente alucinante por la cantidad de efectos que no paran de desfilar en pantalla, por su iluminación, el realismo de los escenarios y el de sus personajes, que en algunas ocasiones hasta parecen personas de verdad.

Aun así, aunque todo el viaje lo haya realizado con el mando de PS5, también es posible jugar con teclado y ratón en el caso de que a alguien le resulte más cómoda esta forma. En mi caso he de decir que no es así porque un juego de estas características me pide estar sujetando un mando y aporrear botones al mismo tiempo que siento los impactos como si estuviese empuñando de verdad las armas de Kratos. Además, no hay que olvidar que su desarrollo original fue para consolas, así que es comprensible que la jugabilidad esté más enfocada a los aparatos de Sony u otros compatibles.

Eso no quita que se pueda jugar perfectamente de esta otra manera. No obstante, antes de que arranque esta épica odisea, hay que cumplir con un paso que ha generado toda bastante controversia, como es el hecho de tener que vincular la cuenta de Steam con la de PlayStation Network para poder jugar. No es la primera vez que sucede esto con un producto publicado por Sony y, sinceramente, no entiendo de dónde viene tanta polémica, porque solo tuve que hacerlo el primer día que inicie el juego y jamás me he tenido que volver a preocupar de ello. Ni siquiera me llevó un minuto, aunque puedo entender que si alguien no tiene una cuenta de PSN sí que pueda ser algo más tedioso, pero para el tiempo que ello conlleva…

A mi, personalmente, me importa más que el rendimiento de esta versión y su calidad sean soberbias y eso lo cumple con creces. El port que han desarrollado Sony Santa Mónica y Jetpack Interactive es sobresaliente y he podido disfrutar de toda esta aventura con todos los aspectos gráficos al máximo en Ultra. Si quería comprobar si mi PC era capaz de mover un juego con esta configuración, era obvio tener que establecer este tipo de opciones y me he sentido muy satisfecho de que no me he visto en la obligación de disminuir la calidad de alguno de sus apartados, porque en todo momento la velocidad no ha caído de los 60 fps.

Da igual todo lo que estuviese pasando por la pantalla, los enemigos a los que tuviese que machacar, que estuviese nevando, cayendo truenos o lo que sea, porque no he apreciado jamás ni una mínima caída en el rendimiento. Es más, hasta existe la posibilidad de desbloquear la velocidad de los fotogramas para que vaya más lejos todavía. Y todo ello con una resolución en 4K, con la compatibilidad con monitores panorámico y ultrapanorámicos, así que os podéis imaginar la pasada que es acompañar a Kratos en este tremendo juegazo con el que deseas que no se acabe nunca mientras recorres los fascinantes paisajes de los Nueve Reinos.

Entrando más en detalles sobre las opciones disponibles, se han incluido unas cuantas para modificar la calidad o activar el escalado de resolución dinámica sin que afecte a la velocidad de los fps gracias a Nvidia DLSS, AMD FRS 3.1 y XeSS, dependiendo de la tarjeta gráfica que tengáis. Y aquellos que busquen perfeccionar más todavía la experiencia tendrán la oportunidad de ajustar las texturas, los modelos, el filtro anisotrópico, la iluminación, las sombras, los reflejos, la oclusión ambiental y el teselado.

Desde luego, no será por falta de formas para que cada uno adapte el juego a su gusto o a lo que mejor se adapte en su PC. De hecho, para alcanzar los requisitos mínimos no se pide ninguna barbaridad, por lo que cualquier ordenador medianamente decente podrá mover el juego sin problemas. Quizás no a la mejor calidad que pueda pedir, pero sí la suficiente para que te entren ganas de no querer soltar el mando. Y por supuesto, no hay que olvidar la infinidad de ajustes de accesibilidad para aquellos que les resulten necesarios por el motivo que sea.

Por otro lado, también hay que admitir que aquellos que vengan de jugar en PS5 no notarán un salto magistral, porque el juego ya se veía con una calidad sublime en la actual consola de sobremesa de Sony. A pesar de ello, me han encantado detalles como el realismo del movimiento del agua, cómo se quedan las marcas de las pisadas o de los lugares por los que avanzas cuando te mueves por la nieve, cómo se ve la flora en general y sin olvidar lo tremendamente impresionantes que son sus combates y secuencias cinemáticas con las que no se deja de lado su constante plano secuencia que hace que te adentres más todavía en la acción.

En definitiva, Jetpack Interactive ya nos sorprendió muy gratamente hace un par de años con el anterior God of War y ahora ha vuelto a dejar el listón altísimo con esta versión para PC de God of War Ragnarök. El rendimiento tan maravilloso y la fluidez a la que transcurre todo, con una calidad digna de levantarse y aplaudir sin parar, logran que este juego se vuelva una vez más una compra imprescindible, así que me quedo con la satisfacción de por fin haber jugador en mi ordenador a algo tan portentoso e inolvidable en todos sus aspectos.

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