No cumple para nada con las expectativas Elden Ring; las supera con creces. From Software ha dado forma a una de las obras más esperadas de los últimos años y tras decenas de uñas comidas por los fans, os puedo decir que la espera ha valido la pena. Elden Ring es inabarcable, inmenso en muchos sentidos y es la locura de Hidetaka Miyazaki totalmente desatada.
Desde el estudio japonés aseguraban que sobre unas 30 horas nos llevaría completar el título y es una cifra más que conservadora. Le he metido más de 50 horas a Elden Ring -y no contamos las 25 anteriores- y me he dejado una barbaridad de zonas por explorar, secretos por descubrir y nuevos momentos con los que sorprenderme. La prueba de red de noviembre fue un auténtico juego de niños comparado con lo que ha creado From Software. Sencillamente, no estáis preparados para lo que os espera en las Tierras Intermedias.
Un placer visual gigantesco
No vamos a pasar por alto el elefante en la habitación. El mundo de Elden Ring es colosal, simple y llanamente. El mimo y la personalidad que respira cada zona de las Tierras Intermedias está patente a cada paso, desde los primeros compases en el Necrolimbo. Las regiones que visitamos muestran signos de los señores que las gobiernan, contienen sus propias criaturas adaptadas al entorno y visualmente son una delicia.
Prácticamente cada nuevo paisaje que visitamos impone muchísimo y para muestra el mítico plano a lo Zelda: Breath of the Wild. La distancia de dibujado es enorme y con un solo vistazo asusta por la cantidad de horas que promete que nos perderemos en el mapa. Y aunque hay un camino que puedes seguir con facilidad gracias a la Gracia que te guía, lo cierto es que será prácticamente imposible cumplir un objetivo.
Esto es debido a que irás recto al castillo que está en mitad del lago de Liurnia y seguramente acabes yendo a esa cueva misteriosa que hay a los pies de un acantilado. Llegarás a las devastadas tierras de Caelid y verás que hacerte con el objeto en ese campamento será un riesgo que no querrás correr con cuervos y perros gigantes intentando aniquilarte. Pero lo seguirás intentando, porque la recompensa es mucho mayor.
El magnífico Árbol Áureo de Elden Ring corona el cielo del juego durante toda la partida y es visible desde cualquier punto en el que nos encontremos A su vez, otros árboles más pequeños, pero igualmente gigantescos, pueblan los parajes. Allí encontraremos encuentros contra jefes finales, criaturas nuevas o semillas doradas con las que aumentar el potencial de nuestros viales. Sin embargo, os hartaréis de colaros en fortalezas, mazmorras y estructuras medievales.
Hay muchísimas por todas las Tierras Intermedias y no son nada sencillas de penetrar. Los castillos normalmente están muy fortificados, haciendo una quimera el intentar asaltarlos de frente, por lo que tomar un rodeo siempre será la mejor opción. No por ello podréis evitar que el infierno que suele esperar entre sus murallas, aunque si salís airosos tendréis acceso a un cofre con sabe quien qué recompensa. En cualquier caso, habréis tenido más suerte que la pila de cadáveres que lo intentaron antes.
Aunque llegó un punto en el que comencé a pensar que las mazmorras secundarias estaban resultando repetitivas, Miyazaki consigue ingeniárselas para ofrecer un toque nuevo. Estoy hablando de grutas subterráneas que poseen unas instrucciones fáciles de seguir: entra, activa una palanca al final de la mazmorra y atraviesa la puerta para enfrentarte al jefe secundario de turno. Por el medio nos asaltarán gárgolas, guillotinas, trampas en el suelo o columnas lanzallamas. Un buen arsenal de bienvenida.
Un leitmotiv que salta a la vista es que Elden Ring es el juego más luminoso que ha hecho From Software. Estamos hablando de un lugar que ha visto cómo la guerra y la codicia han terminado por derribar lo que un día fue un lugar esplendoroso, pero ni por esas deja de conservar su aspecto añejo. El lustre todavía está patente en cada esquina y para ejemplo tenemos a Leyndell, la capital del reino.
Es una zona avanzada del juego, que podría equipararse a lo que supuso Anor Londo en el primer Dark Souls, aunque la deja en absolutos pañales. Cada uno de los rincones que vemos al llegar se pueden visitar, hay decenas de esquinas que doblar, edificios que explorar y alcantarillas que visitar. Porque sí, a Elden Ring también se juega desde el subsuelo.
Ya lo había comentado durante la preview, pero ahora me he dado cuenta de hasta qué punto se le ha ido la cabeza a Miyazaki. Hay varias zonas más bajo tierra y son tan grandes que no parecen tener fin. Cuentan con su propia bóveda celeste, enemigos que solo puedes encontrar allí y jefes finales. Para que os hagáis una idea, una plataforma tardó en bajarme 66 segundos hasta el fondo.
He jugado en PS5 y la experiencia ha ido como la seda, salvo por un par de detalles. El primero es que, a falta de parche de día uno, el popping ha aparecido con frecuencia. No me refiero a que te choques con un enemigo invisible que termina apareciendo, sino con apartados más sutiles, como las hierbas o algunos pequeños trozos de terreno. Nada que moleste jugando, a menos que seas exquisito con estas cosas.
Por último, fui teletransportado a una fortaleza que ya pude jugar en la preview y donde, inexplicablemente, no había ni uno de los enemigos que deberían estar ahí. El juego sencillamente no los cargó, así que tan solo tuve que atravesar todos los pasillos hasta llegar a la zona de unos jefes que tampoco terminaron apareciendo. Como digo, el parche del día 25 seguramente corrija estos fallos.
Con todo, Elden Ring luce tan bien y tiene una seña de identidad propia porque el arte del juego es imperial. No estamos ante la vanguardia técnica de la industria, pero se sigue viendo muy, muy bien el juego y a todo ello ayuda que está creado con muchísimo detalle. La elección de los tonos para los colores es acertadísima y sustenta esa sensación de estar ante algo que una vez fue bello.
Escucha mi historia, SinLuz
Hay muchos que juegan a los títulos de From Software únicamente por el desafío y la superación contra cada rival que se pone enfrente. Con todo, el que quiera su buena ración de historia también la va a encontrar en Elden Ring. Yendo a la sinopsis más simple, nos encontramos en las Tierras Intermedias, un lugar dividido en varios reinos que es gobernado por el señor del Círculo de Elden. Tras una serie de conflictos, este poder se repartió entre diferentes descendientes de la reina Márika, los cuales ahora reclaman su lugar.
Ahora, los SinLuz se alzan por el poder de la Gracia para reclamar su puesto como nuevo señor del Círculo, por lo que te encontrarás con muchos semejantes a ti con el mismo objetivo. Posiblemente estemos ante la obra del estudio japonés con más personajes por metro cuadrado. Es una cantidad realmente grande de figuras que nos podemos encontrar, ya sea desde Hewg el herrero, la lectora de dedos Enia o Sir Gideon Ofnir, el Ominisciente. Cada uno de ellos tiene algo que contarnos, una petición que hacernos y un propósito claro para las Tierras Intermedias.
Se ha hablado mucho de la colaboración entre Hidetaka Miyazaki y George R.R. Martin para crear el lore de Elden Ring, pero me parece que tan solo está presente la mano del autor de Canción de hielo y fuego en un apartado: el de las casas. Al igual que podemos ver en Juego de Tronos, hay varias facciones que tienen sus propias ambiciones para moldear el mundo a través de su visión.
Los recusantes de la Mansión del Volcán, la Academia de Raya Lucaria o los vasallos del rey Godwrick son ejemplo de qué carácter le han querido imprimir a la obra. Uno en el que puedes decidir con quién aliarte (o ir por tu cuenta) y en el que se desprende odio hacia los de enfrente con cada frase que escuchas. También se respira la épica por todas partes, desde la misma cinemática inicial, tan grandilocuente y con una música atronadora que ya te pone a tono. Los tramos finales de Elden Ring suben todavía más el listón de una historia que obliga a tomar decisiones difíciles y que me ha atrapado de principio a fin.
Hay un lugar muy especial en el juego como es la Mesa Redonda. No tardaréis en descubrirlo y se trata de un espacio perdido entre la realidad donde se reúnen SinLuz de toda clase o viajeros que no tienen allá donde ir. Un símbolo nos indica que no es posible atacar en esta zona, por lo que se trata de un pequeño remanso de paz donde mejorar las armas, descubrir nuevos secretos y conocer más en profundidad a los personajes. Nos darán información muy valiosa sobre cómo continuar y cuáles son los efectos de nuestras acciones.
Como guiño curioso encontraremos referencias a Dark Souls, especialmente en un personaje muy recordado (y no de forma querida) por la comunidad. De hecho, hay un enemigo que regresa y me ha hecho recordar flashes de Vietnam con su temible ataque.
Tú decides tu camino
Otro de los solomillos más jugosos de todo Elden Ring. Siendo francos, la cantidad de golpes, garrotazos y espadazos que te van dar se va a convertir en el pan de cada día. Es un clásico de From Software hacernos sufrir hasta decir basta, pero todos sabemos a lo que hemos venido, así que menos quejas y a remangarse para la batalla. Eso sí, ha habido un salto respecto a otras entregas.
Y es que en Elden Ring todo fluye genial, es tan suave como tú quieras. Es una auténtica gozada moverse entre riscos, tejados y cualquier superficie ya sea a pie o a lomos de Torrentera, nuestro fiel corcel. Podemos invocarlo en cualquier momento con solo pulsar un botón y la transición para que aparezca es deliciosa. Con él podremos alcanzar nuevas zonas gracias a su doble salto o impulsándose a través de fuertes corrientes de aire que lo elevan decenas de metros.
Esto no significa que seamos mancos por nuestra propia cuenta. El gran añadido al gameplay para Elden Ring es la capacidad de saltar, lo cual es útil tanto dentro como fuera de los combates. Dentro porque haciendo este movimiento no solo podremos esquivar peligrosas acometidas, sino que si lo hacemos a la vez que ejecutamos un salto, podremos terminar por romperle la guardia al enemigo. Y fuera porque nos permite conocer zonas inexploradas para otros Souls.
Sí, en los anteriores juegos podíamos hacer una suerte de salto corriendo, pero no era lo más efectivo y no estaba pensado para que realmente funcionase así. Aquí sí y por ello la estructura y la forma de moverse por el escenario es completamente radical. Tomando como ejemplo el Castillo de Velo Tormentoso de la prueba de red, podremos tomar no solo rutas por sus intrincados pasillos, sino que existe la oportunidad de colarnos por las cornisas de las torres y llegar hasta los tejados.
Ojo, esto no nos libra de un diseño de niveles excelente. Un gran escenario como este está repleto de monstruos, objetos para recoger, mecanismos para activar y un jefazo al final del camino. Simplemente podemos escoger el camino para llegar al mismo punto. Porque lejos de lo que pudiera parecer exactamente con las comparaciones con Zelda: Breath of the Wild, aquí no puedes escalar directamente el muro para hacer lo que te de la gana.
Realmente en Elden Ring se te plantean opciones encima de la mesa y la libertad se encuentra en tu capacidad para decidir cuál tomar. Además, es una forma orgánica de aumentar o rebajar la dificultad, ya que solo te enfrentarás a esas barricadas, catapultas y pelotones porque a ti te da la gana. Es más, hay situaciones en las que ni siquiera podrás escoger, porque abrirás un cofre con una trampa y serás lanzado a la otra punta del mapa sin previo aviso. En ese proceso se crean cientos de anécdotas y veremos miles de clips aparecer durante los próximos años como consecuencia de ello.
Y es que hay momentos de puro Dark Souls, de genialidades que solo se le ocurren a Miyazaki y que dejan impreso un sello marca de la casa. Ir cabalgando tranquilamente y que te lancen una flecha gigantesca a cientos de metros de distancia, los clásicos enemigos apostados nada más doblar la esquina o situaciones que no tienen ningún sentido. Es Miyazaki total y absolutamente desatado.
Te sorprenderás constantemente, porque Elden Ring tiene cuatro o cinco barajas enteras de ases escondidos bajo la manga. Algunos suceden solo de noche, porque el ciclo solar también tiene su influencia. Varias criaturas solo aparecen bajo ciertas condiciones, el clima cambia y te podrás ver envuelto en mitad de la niebla, acurrucado detrás de una roca y con la esperanza de que el sol vuelva a salir.
Salir no, pero lo que no dejará de entrar en tu inventario serán recursos de todo tipo. Vas a recolectar como un auténtico loco, porque se pueden craftear toda clase de elementos. Flechas, bombas, grasas para las armas, remedios contra el veneno... el catálogo es muy amplio y más que se puede expandir comprando los manuales a los mercaderes. A pesar de ello, no ha sido un apartado del que haya sacado provecho y me explico.
Te harás con serbas, setas, huesos de toda clase y condición, pero prácticamente nunca me he visto obligado a crear nada para salir de un apuro. Tengo la bolsa repleta de ingredientes y probablemente el problema se encuentre en haber jugado con la clase de astrólogo. Sí que le veo mucho más futuro al que juegue como un arquero o el que quiera plantear estrategias más inusuales a la forma en la que normalmente se afrontan estos títulos.
Tan inusual como que el sigilo ahora tiene un papel clave con un sencillo movimiento como es el de ir agachado. Hacedme caso, os salvará más de una situación el pasar desapercibidos, así que no sobreestiméis y actuad con inteligencia. Esto os permitirá aniquilar por la espalda a los guardias de un campamento o asestar el primer golpe contra un enemigo realmente peligroso.
Porque hay criaturas que imponen muchísimo, ya que el bestiario sigue siendo de fábula. Merece muchos aplausos el departamento artístico de From Software, ya que la retahíla de monstruos es de aúpa. Hay seres sin ninguna forma concreta, lobos gigantes, licántropos, gigantes, caballeros montados, arqueros enormes, dragones venenosos... podría pasarme así todo el día y es que es realmente digno de elogio.
Los jefes finales comen aparte. No me he enfrentado a todo lo que espera en Elden Ring, pero tranquilamente hay varias decenas de ellos repartidos por las Tierras Intermedias. Cada uno tiene su propio esquema de ataques y tienen una presencia visual imponente que va cambiando en muchos casos en cuando llegan a su segunda fase. Es posible que, debido a que os desviéis del camino principal, os enfrentéis a algunos que ya estarán muy por debajo de vuestro nivel, pero no deja de ser un espectáculo verlos en acción.
Y para poner fin a su existencia tenemos una enorme variedad de armas. Bastones de magos, espadones, martillos, dagas, arcos... todo sirve para defenderse. Aquí toca incorporar las Grandes Runas que extraemos al acabar con los jefazos sobre los jefazos, las cuales podemos incorporar a nuestro equipo y nos otorgarán ventajas temporales. Digo temporales porque se terminan una vez muramos.
La opinión de VidaExtra
Elden Ring es un obra maestra sin discusión. From Software ha elevado tantísimo el listón de lo que es capaz de hacer cuando deja volar su imaginación, que es muy difícil imaginar cómo puede ser mejor el próximo juego que hagan. Parece que la única vía que todavía tiene margen de innovación es la de las mecánicas, muy arraigadas en la idiosincrasia del estudio.
Os llevarán decenas de horas completar todo lo que Elden Ring tiene para ofreceros. La cantidad de contenido es enorme y os nutrirá de diversión durante varias semanas. La profundidad de las Tierras Intermedias no parece tener fin y siempre os quedará un nuevo rincón que visitar que habíais dejado pasar.
Artísticamente estamos hablando de un título bellísimo, que consigue dotar de una riqueza visual a su mundo que la gran mayoría de juegos envidian. Su historia atrapa y nos hace tomar diferentes decisiones aumentando la jugabilidad y la capacidad de roleo. Elden Ring se convierte en todo un imprescindible para tu estantería y ningún fan de los Souls puede dejar escapar semejante joya.
PS4 Elden Ring (Ed. Launch)
Xbox One/Xbox Series Elden Ring (Ed. Launch)
Imprescindible
Elden Ring
Plataformas | PS5 (versión analizada), PS4, Xbox Series, Xbox One y PC |
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Multijugador | Sí |
Desarrollador | From Software |
Compañía | Bandai Namco |
Lanzamiento | 25 de febrero de 2022 |
Lo mejor
- Un inabarcable mundo en el que perderte durante horas
- Una historia apasionante y rica en detalles
- Miyazaki desatado en su obra más grande hasta la fecha
Lo peor
- No se termina de sacarle todo el jugo al crafteo
- Un par de retoques a nivel técnico dejarían una experiencia más pulida
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