Da igual los años que pasen: escuchar el glorioso tema de apertura de Dragon Ball Z activa algo dentro de mí casi como si fuese un interruptor. No es afán nostálgico: cada vez que retomo mi partida de Dragon Ball Z: Kakarot dejo que la nueva revisión de Cha-La Head-Cha-La creada para la ocasión suene de principio a fin, ya que es la mejor manera de sumergirme en este fascinante anime en clave de videojuego. O, al menos, es la que más disfruto.
¿Qué mejor modo de prepararme para revivir la emoción del clímax de la batalla de Namek que cerrando uno de los puños y gritar con la boca chica Luz, Fuego...¡Destrucción!. La otra mano, por razones prácticas, ahora la empleo para sostener mi Switch. ¡Pero que rebién que le sientan las colisiones de saiyans, androides, dioses y demonios a la consola dos en uno de Nintendo!
Nintendo Switch cuenta con un catálogo de RPGs realmente privilegiado, pero el caso de Dragon Ball Z: Kakarot es muy excepcional: más allá de ser una experiencia rolera que da mucha (y bien merecida) presencia a la acción explosiva, se corona merecidamente como esa carta de amor a la serie con la que Son Goku y sus amigos cautivaron a generaciones enteras.
Un anime que se vive desde dentro en clave de videojuego a través de los recursos propios de los títulos de acción y lucha. Que retiene y amplifica la esencia de la obra imaginada por Akira Toriyama mientras enriquece su mundo con cariño y un extra de devoción. Contrastando con maestría la emoción de los momentos más icónicos con la sorpresa de descubrir nuevos matices del mundo, la historia conocida y los personajes del Dragon World.
¿El resultado? Una cita obligada para todos los fans de los saiyans de Toriyama que luce de manera muy resultona en Nintendo Switch. Y, para muestra, aquí tienes un aperitivo de casi media hora de juego dentro de los compases iniciales del juego en el que hay algo de humor y mucha, pero que mucha acción.
A fin de cuentas, Dragon Ball Z: Kakarot no busca ser el mejor ARPG, sino el mayor homenaje jamás hecho a la serie animada y sus fans. Algo que ya logró con creces en PS4, Xbox One y PC y vuelve a conseguir en Nintendo Switch con una versión acomodada, un poquito más redonda en cuestión de contenidos y que visualmente no desmerece en absoluto lo ya visto en otros sistemas.
Algo que sorprende y, a la vez, no nos pilla de nuevas: las consolas de la Gran N siempre le han sentado de maravilla al bueno de Goku y sus amigos, y que Dragon Ball Z: Kakarot + A New Power Awakens Set sea el videojuego de Dragon Ball Z más ambicioso hasta la fecha no lo convierte en la excepción. Para alegría de todos, el toque de CyberConnect2 a la hora de llevar animes de éxito a los videojuegos y las posibilidades del Unreal Engine vuelven a ser una combinación ganadora en Switch.
El placer de redescubrir Dragon Ball Z en Nintendo Switch
Hace mucho, mucho tiempo un joven prodigio de las artes marciales con una divertida cola de mono partió de viaje en busca de las siete Dragon Balls. La recompensa por reunir estos orbes místicos es la concesión de cualquier deseo imaginable y, sin embargo, lo que de verdad movía a Son Goku, nuestro protagonista, era atesorar nuevas aventuras y enfrentarse a los luchadores y enemigos más poderosos del mundo.
Tras incontables combates y fascinantes descubrimientos, Goku se convirtió en un gran héroe que parecía haber encontrado la felicidad en su familia y la vida rural. Los días transcurren en paz mientras ve cómo crece su hijo, el pequeño Son Gohan. La viva imagen de él durante su infancia aunque con una gran diferencia: Gohan posee un carácter tímido y su mayor deseo es llegar a ser un erudito cuando sea mayor. A sus cuatro años, Gohan es un niño mimado por sus padres, pero Goku es feliz consintiéndoselo todo.
Casualidad o no, el momento en el que Goku decidió presentar a Gohan a su viejo maestro y sus amigos de juventud cambiará el destino de ambos para siempre y, gradualmente, acabará siendo decisivo para el futuro de todo el universo.
Raditz, un imponente soldado vestido con una extraña armadura, irrumpe en la reunión y pone en peligro al pequeño Gohan. El formidable guerrero es una poderosa amenaza venida del espacio y su golpe más letal no proviene de sus puños o sus botas, sino de una revelación inesperada: Son Goku pertenece a una violenta raza de conquistadores de planetas. Ha llegado el momento de que Kakarot, el nombre de nacimiento de Goku, cumpla con su destino.
Dragon Ball Z: Kakarot no es la enésima adaptación de Dragon Ball Z a los videojuegos en clave de juego de lucha, aunque los combates y los momentos cinemáticos tienen un papel central en la experiencia de juego. CyberConnect2 toma como base el anime y generosas pinceladas del manga original para darle nuevas capas de riqueza y contenido original al mundo que los fans conocen y, en el proceso, hacerlo más interesante.
Si bien, se ha cuidado de manera muy especial que los enfrentamientos sean explosivos y totalmente fieles a lo visto en televisión, el juego abraza la esencia y ambición de los Action RPGs a través de su abrumadora cantidad de contenidos, su muy elaborado sistema de progresos y, lo mejor de todo, la manera de insuflar más humanidad y carácter a los personajes con nuevas pinceladas de diálogos y situaciones que encajan de maravilla en el universo imaginado por Akira Toriyama.
Por delante, aproximadamente 40 horas de juego (sin prisas, pero a tiro fijo) en las que la gloria de los grandes momentos de la serie televisiva es recreada con una fidelidad que a veces supera a la animación original, pero que también sabe ir más allá de lo ya conocido. Aportando un valor adicional al fan y un extra de horas de juego que, además de premiar al jugador con más experiencia y mejores recompensas, le ofrecen la oportunidad única de sumergirse más y mejor en el Dragon World.
Así, Dragon Ball Z: Kakarot invita constantemente al jugador a que viaje y luche atravesando los colosales entornos creados para la ocasión, incluyendo lugares muy reconocibles de Dragon Ball Z, en constante búsqueda de aventuras e historias jamás contadas en el anime y el manga. Lo cual, por otro lado, acaba traduciéndose en reencuentros inesperados con personajes del pasado o del futuro y acontecimientos inéditos que tienen lugar en paralelo.
Además, claro, de montones de misiones secundarias que aportan poco más que la posibilidad de desatar nuestros movimientos más espectaculares en combates improvisados. Un recurso más que recurrente en los RPGs de corte Made in Japan.
Por delante, los arcos argumentales de todas y cada una de las sagas de Dragon Ball Z. Desde la entrada en escena del temible Raditz y el consecuente ataque de los Saiyans al viaje al exótico Planeta Namek, pasando por la amenaza de unos poderosos Androides nacidos del rencor o el renacimiento de un poderoso demonio con una maldad y una capacidad de destrucción absolutamente ilimitada.
Ahora bien, CyberConnect2 cuenta con una ventaja adicional frente a la Toei Animation, ya que conoce la historia de principio a fin, con lo que se puede permitir medir mejor los tiempos, introducir mejores matices a cada tramo de la trama, introducir líneas de diálogo muy acertados que dotan de más personalidad a los personajes y, en el proceso, aprovechan los espacios en blanco de la trama original para añadir más cuerpo y contenido al universo Dragon Ball.
Dragon Ball Z: Kakarot + A New Power Awakens Set, una versión a medida y especialmente resultona
Tras su paso por PS4, Xbox y PC, Dragon Ball Z: Kakarot aterriza en Switch reteniendo todo lo bueno del juego lanzado en 2020. Los combates explosivos que los fans de la obra de Akira Toriyama siempre celebran ahora se acomodan a la consola de Nintendo cobrándose el precio de unas muy acusadas bajadas de resolución cuando la cosa se desmadra demasiado, pero las sensaciones de juego son exactamente las mismas.
Lo cual nos lleva a la pregunta de rigor: ¿cómo rinde Dragon Ball Z: Kakarot en Switch? En comparación con otras sobremesas podemos ver unas texturas y acabados bastante menos exigentes que quedan muy bien maquillados por el muy bien aprovechado estilo cel-shading. Algo que puedes ver a continuación en esta captura tomada en modo TV.
De hecho, si sacamos la misma captura en modo portátil se le ven bastante más las costuras al propio juego, aunque -siendo justos- el resultado no luce nada mal en movimiento.
Con todo, Bandai Namco ha querido compensar a los usuarios de Switch por ese margen de un año y nueve meses que existe entre las versiones ya lanzadas de DBZ: Kakarot en las sobremesas de Microsoft y Sony (y, de paso, tentar a quienes ya poseen una copia en otro sistema) añadiéndole un doble extra de valor adicional a esta edición en forma de contenidos extra realmente sugerentes.
Por un lado, y como su nombre ya adelanta, la versión de Switch incluye sin coste adicional las dos expansiones de El Despertar de un Nuevo Poder (A New Power Awakens 1 + 2). Dos capítulos completos que reimaginan de arriba a abajo los acontecimientos de los largometrajes DBZ: La Batalla de los Dioses y DBZ: La Resurrección de F.
De hecho, y esto es interesante si venimos de otra edición, podremos acceder al primero de los paquetes de contenidos casi desde el principio de la partida: al acceder a la sección de Contenido Descargable podremos ir directos al capítulo El Despertar de Un Nuevo Poder - Parte 1 y ver cómo se ha reimaginado por cuarta vez (contando con película, anime y manga) el encuentro entre los saiyans y el caprichoso pero letal Dios de la Destrucción Bills. Eso sí, la tercera expansión de DBZ: Kakarot se compra por separado.
Además, y como exclusiva temporal, los usuarios de Nintendo Switch reciben una historia secundaria nueva llamada Una competición con amigos, así como dos nuevas submisiones basadas en Gotenks y Vegetto. Y lo más interesante de éstas: la posibilidad de usar ambas fusiones en todo el juego.
Por ponernos en situación, en Dragon Ball Z: Kakarot el número de personajes que podemos controlar lo define más o menos el momento de la historia en el que nos desenvolvemos. Lo cual tiene mucha lógica. Héroes como Krillin, Yamcha o el pequeño Trunks son personajes de apoyo, mientras que otros, como Goten, solo pueden ser jugados durante determinados acontecimientos del juego principal. Y, hasta ahora, lo mismo se aplicaba tanto a Gotenks como a Vegetto.
La suma de dos submisiones podría parecer un añadido mejor, pero la realidad es que la incorporación de estas dos poderosas fusiones al juego redondea un poquito más el arco de Majin Bu, el cual es el menos elaborado y rico de todos los que se ofrecen en Dragon Ball Z: Kakarot. hasta el punto de ser uno de los puntos que merecían ser mejorados en el propio juego. Más vale tarde que nunca y, según Bandai Namco, estos contenidos serán sumados posteriormente al resto de versiones.
Dicho lo cual, no todas son buenas noticias para los jugadores de Switch: el modo multijugador de cartas coleccionables Dragon Ball Card Warriors, lanzado a posteriori en el resto de sistemas, no está presente en la edición nintendera. Tocará esperar a finales de año, aunque -siendo justos- hay contenido en Dragon Ball Z: Kakarot y sus expansiones para no aburrirse hasta que se anuncie su llegada.
Esperemos que Bandai Namco aproveche la ocasión para, ya puestos, darle uso a las características únicas de Switch: a diferencia de otros juegos protagonizados por Goku y compañía, Dragon Ball Z: Kakarot llega sin sacarle partido a Switch más allá de su propia portablidad. Sin controles específicos con los Joy Cons, un modo exclusivo a dos mandos o un aprovechamiento especial de la Vibración HD.
No estaría de más que el retraso de la experiencia de cartas de Dragon Ball Card Warriors, la cual llegó de manera totalmente gratuita en otros sistemas, sirva para darle uso a la pantalla táctil de una Nintendo Switch especializada en dar sorpresas, alegrías y cada vez más conversiones milagrosas.
La opinión de VidaExtra
Confieso que me cuesta una barbaridad empezar desde cero un RPG al que le he dedicado docenas de horas, pero hay excepciones muy notables. Dragon Ball Z: Kakarot es una de ellas. Quiero pensar que, en el fondo, ha sido como volver a ver por enésima vez mis episodios favoritos, con la diferencia de que en esta ocasión he dado menos rodeos y lo he disfrutado con el extra de comodidad de un sistema portátil.
Como videojuego, Dragon Ball Z: Kakarot no es el mejor RPG de acción que puedes encontrar en la eShop. Los poseedores de la Switch son plenamente conscientes de que ese es uno de los géneros más mimados y recurrentes de la consola. Y, sin embargo, es una compra absolutamente obligada para todo fan de Dragon Ball. El empeño y el cariño que CyberConnect2 ha puesto a la hora de trasladar la esencia del anime y enriquecerlo juegan muy a su favor y sobrepasan las expectativas del fan más acérrimo.
Hay misiones que acaban siendo rutinarias, desde luego. Pero eso se acaba compensando con pequeñas historias y entradas en la Enciclopedia del juego. Un libro con montones de secretos e información que se escribe a nuestro ritmo, con cada progreso logrado. Siendo, a su modo, algo más que un mero registro de nuestra aventura: simboliza la huella que dejamos en este apasionante paseo por el Dragon World.
Así, Dragon Ball Z: Kakarot se consagra al ser mucho más que un RPG de acción que se apoya en el reclamo personajes archiconocidos y una gran licencia anime: es la celebración de la serie de culto en forma de videojuego. Una aventura grande, llena de emoción que sabe darle al fan de Goku y sus amigos exactamente lo que viene a buscar: combates explosivos, la irrefrenable pasión de personajes sedientos por enfrentarse a los rivales más fuertes del universo y, de vez en cuando, ese humor tan propio del gran Akira Toriyama.
Dragon Ball Z: Kakarot + A New Power Awakens Set
Dragon Ball Z: Kakarot + A New Power Awakens Set
Plataformas | Nintendo Switch. También disponible en PS4, Xbox One y PC |
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Multijugador | Sí, con Dragon Ball Card Warriors (disponible a finales de 2021) |
Desarrollador | CyberConnect2 |
Compañía | Bandai Namco |
Lanzamiento | 24 de septiembre de 2021 |
Lo mejor
- Sus combates, intensos y explosivos, fascinarán a todos los fans de Dragon Ball
- Todos los arcos del anime de culto junto con nuevas historias jamás contadas
- Montones de horas de juego con diálogos y contenidos que son puro fanservice
- Una conversión muy resultona con la que Switch redondea su catálogo de RPGs
Lo peor
- Se podían haber aprovechado más las características únicas de Switch
- La experiencia de exploración está bien, aunque podía haber sido bastante más rica
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