Análisis de Marvel's Spider-Man 2: lo nuevo de Insomniac Games no es lo que esperábamos, es muchísimo más

Es la primera vez en 16 años que me animo a sacar el Platino de un juego antes de que se cumpla el embargo. De ahí se pueden extraer muchas cosas, porque puedes hablar de su duración, de su dificultad, o incluso de cómo el Marvel’s Spider-Man 2 de PS5 huye de la idea de mundo abierto que estira el chicle hasta la extenuación (te estoy mirando a ti, Horizon Forbidden West).

Pero el dato que os falta en realidad es que en mi catálogo de juegos hay pocos, diría que apenas tres o cuatro, que tengan todos los logros o trofeos desbloqueados porque, sencillamente, es algo que no me llama la atención. Pero claro, no todos los juegos son Marvel’s Spider-Man 2.

Marvel's Spider-Man 2: el juego con el que siempre soñamos

Ayuda bastante el hecho de que si miro atrás intentando encontrar a mi superhéroe favorito primigenio, lo único que me venga a la cabeza es Spider-Man. Ni me considero un gran experto en el tema ni podría recitarte de memoria el lore de los chopomil multiversos que dan forma al superhéroe, pero por otro lado, no puedo evitar sentir cierta emoción cuando me enfrento a cualquiera de sus obras.

Que había ganas de Marvel’s Spider-Man 2 creo que es algo evidente que no sólo me afectaba a mí, pero sí es importante sentar estas bases para lo que viene justo a continuación.

Especialmente porque unas grandes expectativas también conllevan una gran decepción, sobre todo en juegos en los que una sobredosis de hype hacen que sea muy difícil que el producto final esté a la altura de la película que nos hemos montado en la cabeza.

Por aquello de evitar chafar más sorpresas de la cuenta, os anuncio que mi paso por la historia del juego va a ser tan anecdótico como simplemente comentar que lo que debéis saber sobre su trama antes de empezar a jugar ya está en la carátula del juego o los vídeos que hemos visto sobre el juego de Insomniac Games.

Una historia cargada de sorpresas y momentazos

Sin embargo, limitarme a eso sería hacerle un flaco favor a un guión que por ritmo, personajes, y detallitos varios que Marvel’s Spider-Man 2 te va tirando a la cara poco a poco, es de los que consiguen tocarte la patata.

Su historia merece tantos aplausos como ese formidable balanceo que me ha tenido paseando por Nueva York otra media hora adicional después de haber completado el juego al 100% y sin tener nada más por hacer o desbloquear.

Mucho más que el primer Marvel's Spider-Man, y aún más que en la edición de Miles Morales, Marvel’s Spider-Man 2  no sólo acierta en una selección de villanos tan formidable como bien llevada, dedicándoles el tiempo necesario en la trama principal y ampliándolo de forma soberbia e imprescindible en sus misiones secundarias.

Es curioso cómo lo que en otros juegos de Spider-Man siempre fueron añadidos metidos con calzador, con la intención de alargar las horas de juego de forma totalmente innecesaria, aquí son parte imprescindible de su narrativa.

Pero pese a quemarme en las manos la necesidad de contaros más, simplemente os diré que os recomiendo encarecidamente que completéis todas y cada una de las misiones y objetivos del juego, incluso por muy sosas que os puedan parecer en un primer encuentro.

Con la variedad y el ritmo por bandera

El complemento perfecto a esa forma de mantener un ritmo constante y variado lo ponen la dupla de Miles y Peter, con misiones principales y secundarias atadas específicamente a cada uno de ellos, y también la facilidad -y agilidad- de jugar con el que más te guste mientras vas de un lado para otro o salvas la ciudad de los muchos problemas que vas a encontrándote mientras paseas por ella.

Es realmente sorprendente que sea capaz de mantenerte ensimismado todo el rato, sin importar que vengas de luchar contra un mastodóntico jefe y luego te ponga a pasear en bicicleta o a llevar unas palomas de paseo de una punta de la ciudad a otra para ayudar a un vagabundo.

En todo lo que haces siempre hay un algo más, un girito adicional que lo aleja de la idea de simplemente recoger globos para, cuando menos te lo esperas, dejarte el corazón en un puño tomando consciencia de cómo te la acaba de colar por toda la escuadra.

Pero es que incluso aunque ese girito no estuviese ahí, aunque el nivel que te esperase en principales y secundarias fuese una simple excusa para tenerte de recadero por Nueva York -y palabrita que le da sopas con ondas a todo lo que habíamos hecho con el superhéroe hasta el momento-, la clave está en que con este Spider-Man, con esa movilidad que es una oda al balanceo del trepamuros, y un sistema de combate que termina siendo una gozada por lo personalizable y variado que puede llegar a ser, hasta el trasfondo más pocho seguiría siendo igual de recomendable.

La exquisita movilidad de Marvel's Spider-Man 2

Sólo ante esa combinación se entiende que, con un viaje rápido tan simple como abrir el mapa, mantener pulsado un botón, y saltar al punto que estás remarcando de forma instantánea -con una animación que además ya te deja volando o balanceándote para que el ritmo nunca se detenga-, no haya utilizado esta opción hasta enfrentarme al final del juego para poder completar rápido las pocas misiones secundarias que me quedaban.

Es probable que una de las grandes dudas que te plantees frente a una movilidad que ya era una maravilla en juegos anteriores, y que aquí suma un par de detallitos más, sea el tema de las alarañas y el poder volar por el mapa.

Es fácil que en tu cabeza te estés preguntando qué sentido tiene, o hasta qué punto vas a necesitar o aprovechar, la posibilidad de alzar el vuelo de aquí para allá cuando su característico balanceo de toda la vida es algo tan gratificante.

Lo básico es decir que es la excusa perfecta para navegar en una ampliación del mapa que ahora incluye la necesidad de atravesar el río de forma más fácil, y que la inclusión de barrios con perfiles de casa mucho más bajos hacen imprescindible agarrarse a una idea así.

Pero lo cierto es que, en realidad, nunca es un problema ir enganchándote con tus redes también en esas zonas, porque entre árboles, mástiles de barcos y puentes, tienes más espacio del que crees para balancearte con relativa facilidad.

La clave de ese añadido está precisamente en hacer con la movilidad lo mismo que el juego ofrece en su historia y que luego ampliaremos también al combate, la necesidad de insuflar en todo momento una variedad y personalización extrema a la hora de decidir cómo quieres ser Spider-Man.

Abriendo las alas a golpe de botón en cualquier momento, y pudiendo aprovechar corrientes de aire a modo de autopista entre edificios o conductos de ventilación que te empujan hacia arriba para ganar altitud, las alarañas son el complemente perfecto a un surtido de movimientos que, sumando acciones en forma de empujón vertical u horizontal que se van recargando al realizar cucamonadas, hacen que recorrer Nueva York sea una auténtica delicia.

Buscar esa velocidad y altitud con esas dos habilidades a golpe de L1 no sólo implica tener que esperar a que se recarguen pasado un tiempo, también te empuja a realizar acrobacias como las clásicas volteretas y piruetas comandadas con el botón cuadrado, los giros de esquina para evitar chocarte, las caídas en picado para coger velocidad, o las propias alarañas igual de útiles para elevarte o acelerarte, con la intención de aportar variedad y vistosidad a tus paseos mientras recargas a más rápido dichas acciones especiales.

Si estás en mi barco, en el de recordar lo mucho que te emocionó poder balancearte como nuestro amigo y vecino en el juego de la segunda película de Sam Raimi, o si antes del vuelo de Superman o el dinero infinito de Batman tu mayor deseo de niño -o de adulto- siempre fue ser Spider-Man, esto es lo más cerca que vas a estar de poder sentirte como tal.

Sentirte como Spider-Man también a puñetazo limpio

Sin salirse de ese papel en ningún momento, haciendo que sentirte Spider-Man no sólo se reduzca al carisma de los personajes o lo cuidadas de sus animaciones al engancharse a dos farolas para lanzarte por los aires y empezar a balancearte a gran velocidad, la buena noticia es que su combate consigue mantenerse al mismo nivel.

No es sólo que la personalidad de ambos trepamuros se traslade también a puñetazos, patadas y poderes especiales, es que la necesidad de aportar variedad a los movimientos para que el combate nunca se haga pesado o repetitivo suma aquí varios enteros.

Por aquello de no querer ser más papistas que el Papa, sí diré que hay ciertas combinaciones de artilugios arácnidos y poderes capaces de convertir el juego en un paseo mucho más asequible, pero a base de jefes y nuevos enemigos, Marvel’s Spider-Man 2 se las apaña para ponerte contra las cuerdas en varias ocasiones, y obligarte a juguetear con otros movimientos y poderes para no estancarse ante rivales que demandan algo más de atención en qué haces a continuación y cómo planeas ejecutarlo.

A la clásica combinación de golpes flojos y fuertes, los combos que ofrecen distintas animaciones y golpes en base a tu situación, y los gadgets destinados a hacer que el control de multitudes sea más abordable, se suman aquí una colección de poderes que, con la vista puesta en lo que funciona mejor con cada tipo de encuentro, también te permiten elegir a placer qué movimientos añades a cada acceso rápido de los botones.

Es útil en ambos Spider-Man, pero gana varios enteros en el caso de Peter cuando te haces con los poderes del simbionte. Ganando en agilidad y fuerza bruta, acciones como crear varios brazos que cojan a cinco enemigos de golpe y los eleve agarrados del cuello para estamparlos contra el suelo poco después, es sólo un ejemplo de lo demoledoras y satisfactorias que pueden llegar a ser sus habilidades.

Sin llegar a ser el combate de un Bayonetta (ojalá), la idea de enfocar los golpes y acciones adicionales como un jogo bonito en el que tus ataques sean parte de un espectáculo milimétricamente coreografiado, intentando no repetir movimientos, clavando las esquivas, y jugueteando con los enemigos como si fuesen muñecos destinados a caer  de las formas más originales y llamativas posibles, termina siendo la excusa perfecta para que siempre busques una pelea más.

Un sigilo que no se queda atrás

Era de esperar que lo que ya era bueno siguiese escalando hasta la excelencia que supura por todos sus poros Marvel’s Spider-Man 2, pero lo mejor de todo es que incluso allí donde entregas anteriores eran notablemente más flojas, aquí hay un salto de calidad más que considerable. Por si no has caído ya en la cuenta de a qué me refiero, hablo de las secciones de sigilo.

Lo de Spider-Man en modo Batman Arkham ya era una gozada entonces y sigue siéndolo ahora, añadiendo algunas sorpresas gracias a un árbol de habilidades que da gusto completar por cómo promete elevar todas tus posibilidades, pero estaréis de acuerdo en que cuando tocaba pasar por secciones más planas y aburridas como controlar a Peter en modo ciudadano o a MJ, el ritmo bajaba tantísimo que era fácil salir de ahí con una mueca de desaprobación.

Pues bien, por increíble y marciano que parezca, y sin querer entrar demasiado en harina para no chafar la sorpresa a nadie con lo bien ideadas y ejecutadas que están esas secciones, te diré que la hipotética posibilidad de controlar a otro personaje que no sean los habituales termina siendo una sorpresa macanuda.

Y para muestra un botón. Entiendo que la idea de una MJ con pistola suena ahora mismo te suene a que alguien se ha pasado con las cervezas a la hora de idear el juego, pero lo cierto es que el concepto resulta ser tan surrealista sobre el papel como satisfactorio a los mandos.

Nunca en un juego de Spider-Man había sido tan divertido y estimulante perder el control del trepamuros, y aquí hay varias sorpresas en ese sentido que te van a dejar encantado no sólo porque no veas venir el riesgo que toman con ello, sino también por cómo son capaces de salirse con la suya al convertirlos en parte de ese mastodóntico catálogo de opciones.

La opinión de VidaExtra

Es la clave detrás de ese Platino de Marvel’s Spider-Man 2 que comentábamos al principio. Que todo sea siempre tan interesante y apetecible es lo que te empuja a luchar entre las ganas de continuar la historia para ver con qué otra locura te sorprenden, a dejar de lado la trama para detenerte a completar el puzle de una misión secundaria, a enfrentarte a uno de los muchos combates que vas encontrando por la ciudad, y a su vez, a querer también abandonar todos esos objetivos para simplemente moverte de aquí para allá por el mero hecho de disfrutar de esa colección de balanceos, vuelos y acrobacias improvisadas.

Como por arte de magia -de un excelente diseño de niveles e interacciones, en realidad-, Marvel’s Spider-Man 2 consigue que todo sea igual de atractivo, y detrás de esas ganas de querer llegar a todo con la misma sonrisa de oreja a oreja, Insomniac Games consigue que querer devorar el juego de principio a fin sea también sinónimo de querer paladear cada pequeño añadido aquí incluido.

Desde luchar contra jefes gigantes con secciones a lo Uncharted hasta perderte por la ciudad en busca de coleccionables, todo es tan divertido y estimulante que es difícil llegar a ese mencionado Platino sin tener la sensación de que acabas de vivir algo sencillamente perfecto.

De hecho, no se me ocurre otra forma de calificar a Marvel’s Spider-Man 2 que no sea decir que, a todos los niveles, estamos ante el juego de Spider-Man definitivo. Sed bienvenidos, por fin, al primer exclusivo imprescindible y vendeconsolas de PlayStation 5. Aquí, aunque God of War Ragnarok parecía rallar al mismo nivel, no hay peros que valgan. Ni uno.

Precio de Marvel’s Spider-Man 2

Con varias ediciones disponibles, Marvel’s Spider-Man 2 está disponible para PS5 por un precio recomendado de 74,99 euros que llegará a las tiendas el próximo 20 de octubre de 2023. El pack de PS5 y Marvel’s Spider-Man 2 con una edición especial de la consola está disponible desde 659 euros.

Duración de Marvel’s Spider-Man 2

Aunque su historia principal puede quedarse por debajo de las 20 si eres diestro a los mandos, conseguir el citado Platino que se ha convertido en protagonista de este texto puede alargar la vida de Marvel's Spider-Man 2 hasta las 26 horas de juego según marca ahora mismo mi PS5.

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