Microsoft vio la oportunidad ideal para revivir el legado de Age of Empires a raíz de la proximidad del 20 aniversario de la saga. Sin embargo, se le echó el tiempo encima y demoró el lanzamiento de Age of Empires: Definitive Edition, un remake que llegó lastrado por deficiencias en la IA en general.
Con Age of Empires II: Definitive Edition el miedo estaba sobre la mesa, puesto que hablamos de la revitalización de un clásico superior, para muchos el mejor de la saga y uno de los grandes referentes de los RTS de su época. Por suerte, Forgotten Empires no tenía que modificar o mejorar tantos puntos como en la primera entrega de 1997, lo que a la larga ha beneficiado a esta puesta al día de Age of Empires II: The Age of Kings. Pero, ¿hasta qué punto merece la pena si conservamos el original o la versión HD lanzada en Steam en 2013 que dio pie a nuevas expansiones?
Nueva presentación para un clásico atemporal
Todo dependerá de lo fans que seamos de la saga, claro está, pese a que los usuarios de Xbox Game Pass para PC no tengan excusa posible sabiendo que vendrá de regalo con la suscripción a dicho servicio. Lo importante que hay que saber, de todos modos, es que no se ciñe a condensar en el mismo lote todo el contenido publicado hasta la fecha para la secuela ni tampoco llega únicamente con retoques gráficos (con efectos en 3D) en Ultra HD.
Age of Empires II: Definitive Edition llega en mejores condiciones que la anterior "edición definitiva" del remake lanzado en 2018, no solamente porque la IA es mucho más consistente que en el original (y ya no hace trampas), sino porque estrena otra expansión para su historia y varios modos de juego adicionales, siendo el AoE más completo hasta ahora.
Su menú principal ha sido rediseñado por completo, reflejando al instante (en formato texto) la gran variedad de opciones que tendremos para jugar. No faltan las campañas de 1999 y absolutamente todas sus expansiones (The Conquerors, de 2001; The Forgotten, de 2013; The African Kingdoms, de 2015; y The Rise of the Rajas, de 2016), junto con la nueva The Last Khans.
Es, además, un remake que se preocupa por las nuevas generaciones al incluir un modo dedicado al Arte de la Guerra, inspirado en el mismísimo Sun Tzu, donde nos empaparemos de su sabiduría estratégica por medio de desafíos cortos que nos servirán para comprender los principales entresijos de un RTS tan difícil de dominar como éste al tener en cuenta muchísimas variables frente a oponentes con estilos de juego totalmente diferentes.
Desde el boom económico hasta cómo hacer frente a un rush enemigo, pasando por otro tipo de facetas imprescindibles si queremos llegar a ser los mejores en Age of Empires II. Todo con un incentivo extra, el de obtener medalla de bronce, plata u oro para cada desafío y desbloquear los desafíos de mayor exigencia. Deja en pañales lo visto en el tutorial de toda la vida.
Cabe aclarar que se conserva igualmente el clásico tutorial que empieza con la campaña de William Wallace por Escocia. Y ahora, además, tenemos las distintas campañas de la historia mejor ordenadas y con más detalle, separadas por territorios (África, América, Asia y Europa) y recalcando qué contenido (expansión, vaya) se corresponde con una región en concreto.
Age of Empires II y su pasión por la historia
Había mucho interés, precisamente, en ver qué tal estaba la expansión The Last Khans, que debuta en este Age of Empires II: Definitive Edition. Consta de tres campañas: una en Asia, para Tamerlán; y dos en Europa, para Koten Khan e Ivailo. Y cada una con varias misiones a desbloquear.
Son misiones, además, con mucho trasfondo histórico y de larga duración, donde no faltarán las batallas masivas contra varios oponentes a la vez, la traición del que creíamos nuestro aliado y otro tipo de sorpresas, como ver cómo nos meten prisa al construir una maravilla en una base de difícil acceso. Lo que es evidente es que no nos vamos a aburrir con su contenido.
Aparte del abrumador número de misiones que tenemos a disposición, con algunas que nos pondrán contra las cuerdas al no dejarnos ni un momento de respiro, destaca la adición de las batallas históricas, puesto que ahí se recrean precisamente enfrentamientos que han tenido lugar en nuestra propia historia. Un total de 16 batallas, como la del reino vikingo de York del año 865, la de Bujará del año 557 o la del estrecho de Noryang de 1598.
Si nos atenemos a las cifras, estamos ante un RTS que aplasta a casi todos sus rivales por la ingente cantidad de horas que nos pone en bandeja. Y tan solo estamos contando las que se ciñen a las campañas en solitario, porque luego habría que sumar las escaramuzas contra la máquina y, por supuesto, los duelos contra otra gente, sea en modo local o tirando de conexión online.
Age of Empires II: Definitive Edition ofrece un alto grado de personalización para esas partidas, no solamente por contar con diversos filtros centrados en el tipo de mapa, modo de juego, duración del tratado o las condiciones de victoria, entre otro tipo de variables, sino que cuenta con un editor de escenarios y campañas integrado, por lo que su vida útil se dispara ilimitadamente con nuestra propia creatividad y lo que hagan los demás. Sin olvidar esa integración, a su vez, con una sección para Mods.
Se agradece mucho, además, que cuente con juego cruzado entre Steam y Microsoft Store para no limitar el número de jugadores. Y para no desentonar con la moda actual, cuenta con soporte integrado para Mixer de cara a la retransmisión de las partidas e incluso podremos controlar a los espectadores de las partidas, demorando su tiempo de aparición, por si no queremos que nos vean en los primeros minutos. Lógicamente, tampoco faltará la posibilidad de crear clanes con nuestros colegas, así que genial.
Mejoras sutiles que facilitan la estrategia
Xbox Game Studios se ha preocupado bastante más aquí que con el anterior (que sigue recibiendo parches y aún no está pulido del todo), y se nota. Pero también es porque Age of Empires II: The Age of Kings, el original, contaba con una buena base de mejoras respecto al clásico que lo inició todo en 1997.
A nivel gráfico, por ejemplo, no experimentaremos un cambio tan pronunciado con el citado remake de 2018, pero porque el clásico de 1999 no necesitaba muchos retoques para que luciese bien. Disponemos de muchos efectos a modificar para darle un toque más actual, como ese hincapié en las animaciones del agua en 3D o que la neblina de guerra esté más cuidada. Y aquí los edificios cuentan con unas demoliciones en 3D muy llamativas.
Si vamos a lo importante, la interfaz ha experimentado un lavado de cara para facilitarnos la información en pantalla, como reflejar las colas de producción de manera global, en la esquina superior izquierda. Mejor si cabe es, por ejemplo, que ahora sepamos en todo momento cuántos aldeanos tenemos a cargo de los distintos recursos y con un acceso más óptimo a los inactivos. Pero sobre todo, que no habrá que preocuparse de las granjas.
Sí, porque en el original había que crear colas para que se restableciesen al agotar la comida (que sigue estando), pero ahora todo se facilita a lo bestia al pulsar un botón que reproduce automáticamente todas las granjas gastando (por supuesto) madera. Es algo que también implementó Age of Empires: Definitive Edition, por lo que era una mejora muy evidente en la secuela.
Otro tipo de ventajas de esta edición respecto al original de 1999 lo vemos en las colas de producción mixtas, pudiendo mezclar entre reclutar soldados y aplicar mejoras de tecnología, al igual que esa mejoría a la hora de dar órdenes a los aldeanos o a nuestras unidades de guerra, que ahora ya no se limitan a seguir las rutas que les digamos o hacer unas acciones en concreto. Esto último se puede desactivar desde opciones para respetar al original.
Lo verdaderamente esencial es que la IA se comporta de de forma más eficiente y rara vez se equivoca en su toma de decisiones, teniendo que preocuparnos menos que en otros juegos de su estilo. Además, hay opción para cambiar la agresividad del ejército desde las opciones, para que opten por una posición más defensiva por defecto. Y tampoco se puede olvidar el uso de las formaciones, con cuatro tipos pensados para momentos distintos, como esa formación que rodea a las unidades más débiles para protegerlas o esa otra que dispersa más a nuestro ejército para no sufrir tantas bajas.
Microsoft ha mimado más este Age of Empires
Realmente pocas pegas se le pueden poner a esta puesta al día de todo un clásico de la estrategia en tiempo real como sigue siendo Age of Empires II: The Age of Kings, pese a que el salto a nivel gráfico no sea tan impactante.
El fan del original tendrá muchos alicientes para adentrarse en esta edición por las batallas históricas, conocer más a fondo la historia real de cada civilización (y estamos hablando de 35 civilizaciones, de las cuáles cuatro son nuevas: búlgaros, cumanos, lituanos y tártaros), o aprender los nueve principios del Arte de la Guerra del guerrero y filósofo Sun Tzu, gracias al cuál los menos expertos podrán conocer los trucos de la máquina para perfeccionar su modo de juego y optimizar la microgestión y los tiempos.
La calidad del clásico de Ensemble Studios está más que contrastada y aquí se ha optimizado para que resulte más disfrutable y accesible que nunca, al pensar también en ese tipo de público que tenía miedo a adentrarse en este juego al poder librar batallas masivas y tener en cuenta muchos aspectos. Se pueden personalizar, como no podía ser de otra manera, las teclas de acceso rápido para que, llegado el punto, vayamos hasta los edificios mediante comandos especiales con las teclas de control y hagamos otras acciones de forma inmediata, sin tener que hacer tantos clics con el ratón y sin pensar.
Es curioso, porque el propio juego a veces pensará por nosotros gracias a la ya comentada mejoría de la IA, puesto que un ejército podrá detectar cuándo tiene la batalla perdida y realizará una retirada de emergencia, o buscará la ruta más óptima (sin tantos peligros) cuando inicie un viaje.
La pena es que finalmente Microsoft no ha respetado las voces originales en castellano para su campaña, teniendo en este caso audio latino. Es, tal vez, lo que más choca para los que llevamos desde sus inicios con esta entrega, pero a lo que nos acostumbraremos en seguida al ser buenas voces igualmente. Al fin y al cabo, en nuestra infancia hemos mamado muchas series dobladas en latino y no pasó nada. Pero sí que choca al ver cómo los de Redmond siguen dejando más de lado el castellano, salvo excepciones, como el reciente Gears 5. Y la tónica, por lo que sabemos, no va a cambiar.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, anécdota con el idioma aparte, estamos realmente ante la edición definitiva de Age of Empires II. Todo aquel que busque el lote más completo y con el mayor número de mejoras y vida útil, no tendrá que buscar más. El clásico de 1999 sigue más en forma que nunca. ¡WOLOLO!
Imprescindible
Age of Empires II
Plataformas | Steam (versión analizada) y Microsoft Store |
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Multijugador | Sí, LAN y online (hasta ocho jugadores) |
Desarrollador | Forgotten Empires |
Compañía | Xbox Game Studios |
Lanzamiento | 14 de noviembre de 2019 |
Precio | 19,99 euros (Steam) | 19,99 euros (Microsoft Store; gratis con Xbox Game Pass) |
Lo mejor
- Abruma por su cantidad de contenidos
- Renueva el clásico de 1999 respetando lo justo
- El Arte de la Guerra y las Batallas históricas
- Juego cruzado entre Steam y Xbox Live
Lo peor
- Se ha perdido el doblaje al castellano
- ¿Para cuándo en Xbox One?
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