Los orkos de Warhammer 40K creen que pintar sus vehículos de rojo hace que vayan más rápidos. Y aquí viene la gran revelación: lo hace. Sí, sus vehículos son más rápidos precisamente porque están pintados de rojo. Antes de que metas una mano de chapa y pintura al coche, espera porque el asunto tiene truco.
El asunto tiene su miga, así que voy a intentar explicarlo de la forma más sencilla y breve posible. Los orkos tienen lo que se conoce como "Waaagh!", aunque muchos fans lo denominan "poder de la imaginación". Viene a ser una manifestación de su energía física colectiva con diferentes efectos. Funciona como grito de batalla, pero también puede moldear la realidad.
Si creen en algo, ocurre... sin importar lo ridículo, excéntrico o imposible que pueda llegar a ser. No basta con que un solo orko crea que una piedra es una bomba, pero si suficientes orkos creen genuinamente... entonces será una granada. Ni ellos saben cómo funciona ni son conscientes de este poder. Para los orkos, que son simples como un palo, funciona así y punto. Está en su naturaleza, como respirar. Ni siquiera necesitan detallitos como la ciencia y la lógica de su lado.
Esto nos lleva al asunto de los colores. La creencia popular de los orkos es que el rojo hace que los vehículos sean más rápidos, así que... son más rápidos y punto. Y del mismo modo dan forma a su tecnología. Construyen vehículos y armamento de todo tipo con chatarra, piezas rotas y mecanismos que no deberían funcionar, pero funcionan porque ellos creen fielmente que así funcionan las cosas. Así son. Los vimos en Warhammer 40.000: Space Marine.
Y lo mismo ocurre con su fisionomía: viven por y para la guerra (se mueren literalmente si no combaten) y se creen indestructibles, así que matarlos es una tarea dolorosa como una patada en la entrepierna. A todo esto hay que sumar que se reproducen por esporas y que retienen todo el conocimiento de sus antecesores, por esa razón tienen creencias tan arraigadas que son una realidad universal.
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