Los aficionados a los juegos de rol mezclados con combates en los que la estrategia es fundamental y en los que el argumento es una pieza clave tienen una cita a la que no pueden faltar con Wasteland 3, la tercera entrega de la saga postapocalíptica desarrollada por inXile Entertainment.
En su momento el título buscó financiación para que su desarrollo saliese adelante y desde luego los aficionados no dudaron en mostrar la expectación que había generado el título. En menos de 24 horas fue capaz de reunir más de dos millones de dólares de los 3,1 que acabó alcanzando con el paso de las semanas.
En cualquier caso, es una de esas grandes obras por las que merece la pena suscribirse a Xbox Game Pass, lo que os permitirá disfrutar de este juegazo en vuestra Xbox One, Xbox Series X/S o también desde vuestro PC, lo que prefiráis, por el hecho de estar apuntados al servicio de Microsoft.
Una trama y personajes que serán como tu quieras
El argumento de Wasteland 3 nos invita a recorrer un mundo postapocalíptico cuyos sucesos tienen lugar justo después de la segunda parte de la franquicia. El grupo de los Rangers está al borde de la extinción ante la falta de recursos, lo que les llevará a reunirse con el Patriarca, el líder de Colorado Springs, ya que es el único que podrá proporcionarles los materiales que necesitan para salir adelante.
Sin embargo, en un futuro alternativo como este nada es gratis, así que el Patriarca solicitará a cambio que le ayudemos a traer de vuelta a sus tres hijos, ya sea vivos o cómo podamos, después de que todos ellos se hayan rebelado y dispongan de sus propios ejércitos. A lo larga esto nos deja con una campaña realmente larga con una duración que puede aumentar hasta las 80 horas.
Aparte de por las misiones principales, porque también habrá misiones secundarias y salir con vida de los combates también llevará su tiempo. Aun así, la aventura no para de presentar momentos en los que hay que tomar decisiones una detrás de otra, con la capacidad de alterar drásticamente los acontecimientos venideros.
De este modo, todo esto supone que cualquier acto acaba teniendo repercusión, ya no solo a nivel argumental, sino también en el comportamiento de los personajes de nuestro alrededor, aumentando su afecto hacia nosotros o su rechazo. Esto es algo que se aprecia especialmente en las conversaciones al disponer estas de múltiples opciones por las que es posible decantarse.
Todo ello conlleva que el final acabará variando también, lo que garantiza una enorme rejugabilidad. Y tranquilos porque ninguna acción es buena o mala, porque cualquiera tendrá su lado positivo y negativo, pero lo que no cabe duda es que lo suyo es mantener buenas relaciones con los personajes dentro de lo posible para así obtener descuentos o aliados que se sumen al grupo.
De hecho, la personalización del grupo de protagonistas es otro de los puntos clave del juego. Desde el primer momento será posible escoger qué pareja de protagonistas queremos controlar o configurar a los nuestros propios, modificado su aspecto y atributos que afectarán también a su comportamiento y a las capacidades, para especializarlos en distintos campos.
La finalidad es la de formar un grupo lo suficientemente equilibrado pensando bien en qué queremos mejorar, dado que las decisiones son únicas y no hay vuelta atrás. Al menos el juego ofrece siempre opciones alternativas para poder avanzar de otras maneras, como por ejemplo con la apertura de puertas, que se pueden abrir por cerrojos o utilizar explosivos para volarlas por los aires.
Además, aparte de subir de nivel a base de ganar puntos de experiencia, también se pueden conseguir puntos para los atributos o habilidades o incluso armas y piezas de equipo. Es más, los recursos son tan escasos por todas partes que por eso mismo la exploración es tan vital con el fin de no pasarlas canutas.
Pensando a conciencia cada acción en los combates
La estrategia está a la orden del día en cada combate en los que nos vemos envueltos. Todos ellos transcurren en una especie de tablero con casillas por las que hay que desplazarse, aunque el número de acciones es un tanto limitado. A la hora de pasar a la acción es posible escoger a cualquiera de los personajes por cualquier orden hasta gastar sus respectivos puntos.
Así es posible atacar, curarse, recargar, apuntar, protegerse, etc., pero los enemigos no se andan con tonterías y su nivel de agresividad es muy elevado, por lo que hay que pensar detenidamente qué hacer, porque cualquier acción consume un punto y los errores se pagan caros, dado que aquí tampoco será posible retractarse y tocará apechugar con cualquier resultado que se obtenga.
El escenario también juega un papel fundamental al poder aprovecharnos de los barriles explosivos que haya por los alrededores, zonas con coberturas o lugares situados en puntos más elevados. A su vez, los diferentes tipos de armas y balas son capaces de causar distintos efectos de estado, así que es otro punto a tener en cuenta en unos enfrentamientos que resultan tan emocionantes y desafiantes a partes iguales.
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