Uno de los principales fallo de la realidad virtual es la sensación de mareo que produce a algunos usuarios. Este efecto se ha ido reduciendo con las nuevas versiones de Oculus Rift, uno de los principales cascos de realidad virtual, pero no todo es problema del hardware.
El software y la forma en la que estén realizados los juegos también dependen mucho de la sensación de mareo o de conseguir la tan ansiada “presencia” en el juego. Así es como se define a la sensación de estar realmente inmerso en un juego y esa inmersión es lo que AMD intentará mejorar con su nuevo proyecto AMD LiquidVR.
Lo más interesante de la tecnología LiquidVR es que será compatible con la gran mayoría de los headsets de realidad virtual que hay en el mercado, ya sea Oculus Rift o dispositivos móviles como Samsung Gear VR. Todo dependerá del número de desarrolladoras que decidan incluir esta tecnología en sus juegos, pero poco a poco se demuestra que la realidad virtual ha llegado para quedarse.
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