Ha llegado esa época del año en la que todos nos ponemos ha repasar los juegos que han ido saliendo a lo largo de los últimos 365 días. Junto a los mazapanes y mantecados llegan los premios, tops y listas con los que los medios nacionales e internacionales apuntan cuáles han sido sus mejores videojuegos de 2017.
Sin embargo, en este tipo de recopilaciones a veces se pasan por alto algunas obras indies. Es normal: en los estudios más pequeños no hay suficiente pasta para invertir en marketing y publicidad, y sin eso a veces no nos acordamos de los juegos independientes que han ido saliendo a lo largo del año.
Pero no pasa nada, con este artículo vamos a intentar solucionar esa invisibilización recordando seis juegazos que sirven para representar la buena calidad que ha habido este año en el panorama independiente. Evidentemente no están todos los que se merecen estar, pero esta selección es una buena forma de adentrarse en los terrenos de lo indie.
1. 'Night in the Woods'
Quizás este sea uno de los indies más conocidos y reconocidos de este año, pero aun así nunca está de mal recordar las bondades de la obra de Infinite Fall. La historia de Mae ha calado con contundencia en una generación que se reconoce en el personaje de la gata: una chica que abandona la universidad a sus veintipico años, vuelve a su pueblo natal y se siente anclada a un mundo al que ya no pertenece.
Esa trama tan personal está presentada en un precioso envoltorio que convierte a 'Night in the Woods' en uno de los juegos más bonitos del año: es minimalista, adorable y tiene una cuidadísima paleta de colores. Además, a pesar de lo que pueda parecer a simple, su jugabilidad es variada y muy satisfactoria. ¿Qué más se puede p****edir?
2. 'Tumbleseed'
Con cada uno de los joysticks de nuestro mando (o con dos teclas del teclado) controlamos los extremos de una barra por la que se desliza una semilla completamente redonda. Nuestro objetivo es el de llevar a esa semilla, la semilla elegida, a la cima de una montaña sagrada. Evidentemente, el camino no va a ser fácil: hay pocos espacios libres de enemigos u obstáculos, los cuales tendremos que evitar equilibrando la barra.
'Tumbleseed' es un juego complicado de controlar, pero que premia que los jugadores se tomen la cosa con calma. Hace falta paciencia para entrar en un modo de alta concentración que nos permita evitar la falta de precisión de los controles. Además, como buen roguelike, nos deja escoger entre varios tipos de personajes con diferentes habilidades que nos hacen más fácil la odisea de subir a lo más alto de la montaña.
3. 'Rain World'
Lo de 'Rain World' roza el masoquismo: se trata de un juego en el que encarnamos a una especie de gato-babosa que vive (o al menos lo intenta) en un mundo devastado, consumido por una contaminación extrema del medio ambiente. El universo de este juego es de lo más hostil que puedes encontrarte, es un survival elevado a la máxima potencia.
Su jugabilidad -que destaca por un gamefeel muy bien llevado- nos deja el control del protagonista para que nosotros nos las aviemos con los peligros del entorno. Esquivar a los diferentes tipos de depredadores no es suficiente, ya que también hay que cuidarse de no morir de hambre y encontrar cobijo antes de que llegue la lluvia radiactiva. Una aventura mortal, dura, pero al mismo tiempo bonita y placentera.
4. 'Nongünz'
El estudio español Brainwash Gang ha trabajado duro para crear 'Nongünz', un roguelike nihilista (así es como lo definen ellos) con el que se intenta hacer una crítica a la extrema violencia en los videojuegos a través de un videojuego que hace gala de una violencia extrema.
La idea de este shooter 2D de pixel art tosco y macabro es la de plantear una paradoja jugable en la que utiliza las características clásicas del roguelike para intentar lanzar un mensaje: la violencia sólo genera más violencia. La violencia no resuelve nada. La violencia es un reclamo fútil (sobre todo en videojuegos). 'Nongünz' no sólo se centra en exponer ese mensaje, sino que también funciona como videojuego en sí. Una obra completa que merece ser jugada.
5. 'Hidden Folks'
Con sólo dos colores en pantalla, 'Hidden Folks' nos reta a buscar objetos en escenarios enormes llenos hasta la bandera de elementos compuestos por un único trazo. Entre tanto blanco y negro, los objetos y personajes que tenemos que encontrar se ocultan en los sitios más inesperados, obligándonos a explorar con nuestros dedos un mapa plagado de cosas con las que interactuar.
'Hidden Folks' es fácilmente comparable con los libros de '¿Dónde está Wally?', de hecho parece homenajear su peculiar sentido del humor. Sin embargo este videojuego gana en interactividad (por supuesto) y en conexión con el usuario, que pasará un buen rato sólo con escuchar los graciosos soniditos (hechos con la boca) que suenan al juguetear con ciertos objetos.
6. 'Tooth and Tail'
Burguesía, Clase Obrera, Ejército e Iglesia se enfrentan a muerte en una agitada lucha política iniciada por unos inocentes ratones. Sí, ratones: el mundo de 'Tooth and Tail' está poblado de animales antropomorfos y son los pequeños roedores los que han incitado esta revolución social.
En términos de jugabilidad, 'Tooth and Tail' es un RTS (Estrategia en Tiempo Real) en el que tomamos los mandos de los líderes de cada una de esas facciones para encabezar un ejército de animales que nos seguirán a donde quiera que vayamos. Cada especie tiene su rol y de nosotros depende aprovecharlo o no en la batalla. Una batalla en la que no puedes parar de moverte y que, de paso, teñirá de rojo los hermosos campos de píxeles de los que hace gala el videojuego.
7. 'Pyre'
Un año en el que Supergiant saca un nuevo videojuego es un año especial. Los creadores de 'Bastion' y 'Transistor' han sorprendido este 2017 con 'Pyre', un hermoso título de estrategia en 2D que utiliza un misterioso deporte mágico como hilo conductor de su trama. Porque si algo importa en 'Pyre' es, por supuesto, su historia: encarnamos a un ser desterrado que se ve envuelto en un rocambolesco plan de escape.
Bajo nuestro mando, un grupo de exiliados pretende salvarse del destierro participando en los partidos del deporte que vertebra la trama de 'Pyre', que aquí toman el nombre de "Ritos". Esos Ritos presentan una jugabilidad realmente divertida, que combinada con el estilo artístico del juego ofrece un conjunto que incluso a veces resulta difícil de creer. Pero, de nuevo, lo que más peso tiene en el juegod de Supergiant es su historia, su narrativa: explorar su detallado universo es más gratificante que todo lo demás, aunque el resto de cosas que hace las haga realmente bien.
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