Las aventuras de Guybrush Threepwood dan para una película, o dos. Es más, el mismísimo Steven Spielberg trató de llevar Monkey Island a la gran pantalla. La cosa se acabó torciendo y su guión, ya completamente terminado, acabó siendo papel mojado. Fueron pasando los años, aunque no demasiados, y en verano de 2003 Walt Disney Pictures estrenó la primera película de la exitosa saga Piratas del Caribe. No es lo mismo, pero es lo más parecido. Demasiado parecido, quizás. ¿Casualidad? En absoluto.
Vaya por delante que al comparar Monkey Island con Piratas del Caribe no nos basamos en coincidencias sutiles, sino de repetir las mismas situaciones, algunos chistes y hasta nos topamos con que hay personajes que son un calco. Sin ir más lejos, el malvado LeChuck de LucasArts y el Capitán Héctor Barbossa cumplen roles muy similares. Y Ron Gilbert, el creador de la saga de videojuegos, siempre lo supo.
Pero vamos a ser más concretos: ¿La escena del perrito custodiando las llaves de la prisión? La tienes tienes tanto en el videojuego y la película. Tía Dalma prácticamente comparte poderes con la Señora del Vudú. Si nos ponemos a comparar los escenarios y situaciones no acabamos nunca. Y pese a que lo lógico es pensar que Disney plagió a los juegos de Lucasfilm, lo cierto es que, como verás, técnicamente casi se podría decir lo contrario.
Guybrush o el capitán Jack Sparrow... ¿Quién fue primero?
El éxito del primer Monkey Island nace de tres nombres propios que hoy son leyendas: Ron Gilbert capitaneó el proyecto, mientras que Tim Schafer le daba brillantes golpes de surrealismo y Dave Grossman se encargaba de diálogos que hoy son icónicos. Pero claro, para poner en común todas esas ideas había que encontrar una ambientación adecuada. Y, a falta de una máquina del tiempo, la encontraron en Disneyland.
Vaya por delante que los tres se basaron en incontables obras basadas en la edad dorada de la piratería para crear su propia visión del Caribe, pero Gilbert tenía una visión muy clara de lo que quería hacer y cómo lo quería hacer: el gran plan era que al jugar a su próximo videojuego la experiencia fuese como una subirse a una de esas alucinantes atracciones con personajes animatrónicos pintorescos que casi parecen contar sus propias historias. Incluso los que están tumbados sujetando una botella. Piratas, canallas y aventureros a los que te gustaría preguntarles cómo han llegado ahí.
Y, en ese sentido, las atracción Piratas del Caribe de Disneyland casaba de maravilla con lo que Gilbert tenía en mente.
Llevaba tiempo queriendo hacer un juego de piratas. De hecho, una de mis atracciones favoritas en Disneyland es Piratas del Caribe. Te subes a un pequeño bote y te lleva a través de una aventura pirata, culminando en una acalorada lucha de cañones entre dos grandes barcos piratas.
El barco en el que vas te mantiene en movimiento a través de la aventura, pero siempre he deseado poder bajar y pasear, aprender más sobre los personajes y encontrar una forma de llegar hasta esos barcos piratas. Con The Secret of Monkey Island, quería crear un juego que ofreciera esas sensaciones, en el que pudieras bajar del bote y transportarte a ese fascinante mundo.
Dicho de otro modo: The Secret of Monkey Island se inspira abiertamente en la atracción de Piratas del Caribe, de donde tomó muchas de las escenas y situaciones. Y, a su vez, la película de Piratas del Caribe está directamente basada en la misma atracción, recupera esos mismos elementos y, en el proceso, en sus secuelas y a lo largo de la saga también toma prestados muchos elementos de Monkey Island.
¿Qué opina Ron Gilbert sobre las películas de Disney?
Las actuales atracciones de Piratas del Caribe se basan más en las películas y sus personajes. Sin embargo, estética original fue una de las mayores influencias para los videojuegos de Lucasfilm. Y para muestra, aquí puedes ver un metraje con la atracción de Piratas del Caribe tal y como se mostraba al público en el año 1967.
Entonces, ¿qué opina Ron Gilbert sobre las películas de Disney? Bueno, tras la compra de Lucasfilm ahora tanto la saga de videojuegos de culto como la franquicia cinematográfica pertenecen a la cartera de licencias del ratón más famoso del mundo, así que no hay conflicto alguno. Es más, hace no demasiado Disney y Lucasfilm le dieron la oportunidad de regresar a lo más profundo del Caribe. Así que Gilbert está contento de haber cumplido su sueño de hacer la legítima continuación de su saga.
Y no solo eso: incluso añadió un curioso homenaje a la saga cinematográfica de Disney en Return to Monkey Island.
Ahora bien, tal y como declaró hace más de diez años, también tiene claras dos cosas: las aventuras del Capitán Jack Sparrow beben de las travesuras de Guybrush, pero también reconoce que Monkey Island no sería lo que es hoy sin la atracción de Disney.
Bueno, la saga de Piratas del caribe es una copia de Monkey Island, que a su vez se basa en la atracción de Disneyland. Así que no sería justo enojarme con Disney cuando técnicamente yo empecé.
Nos quedamos sin una película de Monkey Island, pero en el proceso ganamos una saga cinematográfica que, sin ser lo mismo, nos transporta a un universo de piratas, picaresca, grandes expediciones y peligros que, de un modo u otro, se enredan y solucionan a base de vudú. Y ¿quién sabe? quizás en la próxima película veamos un mono de tres cabezas.
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