Un nuevo actor ha saltado a la escena del escándalo que rodea a Activision Blizzard. La ciudad de Nueva York ha instado a que la compañía emita un informe anual sobre el estado de los casos de acoso y discriminación entre la plantilla, texto que la empresa busca que no llegue a publicarse. Ahora, los representantes de una de las urbes más importantes del mundo han ido un paso más allá.
Y es que tal y como informan desde Axios, Nueva York ha decidido demandar a Activision Blizzard. La demanda fue presentada el pasado 26 de abril por parte del Sistema de Jubilación de Empleados y los fondos de pensiones de profesores, policías y bomberos. No es la primera vez que la burocracia estatal advierte a Bobby Kotick sobre su delicada situación y en este caso el organismo neoyorquino posee acciones en la empresa.
¿Cuáles son los motivos que llevan a Nueva York a tomar esta decisión? Lo cierto es que son varios. En primer lugar, se alega que las acciones de la directiva de Activision Blizzard perjudicaron claramente el valor de la empresa. El acuerdo de venta con Microsoft se cerró con un pago de 95 dólares por acción y desde Nueva York se indica que ese era un valor cercano al que tenía la compañía en aquel momento. Por lo tanto, se trata de una infravaloración del coste de Activision Blizzard.
En segundo lugar, Nueva York exige que el conglomerado proporcione documentos relacionados con el acuerdo con Microsoft, así como los vinculados a cinco potenciales compradores que tuvo Activision Blizzard. En tercer lugar, Nueva York señala directamente a Bobby Kotick por su potencial irresponsabilidad en los casos de acoso y discriminación en la plantilla.
"Debería haber quedado claro para la junta que [Bobby Kotick] no estaba en condiciones de negociar la venta de la compañía", recoge la demanda. Y es que para Nueva York, Kotick aceleró el proceso de venta a Microsoft con el fin de eludir sus responsabilidades en toda la polémica. De hecho, el organismo neoyorquino relata que Kotick y sus compañeros de junta, a través de la transacción, han logrado "un medio para escapar de la responsabilidad por sus flagrantes incumplimientos del deber fiduciario".
Si bien la demanda inicial de la DFEH manchó la imagen de Activision Blizzard, no fue hasta que la información de TWSJ salió a la luz cuando el máximo dirigente se vio salpicado. 37 empleados han sido despedidos hasta el momento por sus actos de mala conducta, mientras que todo apunta a que en 2023, tras la compra de Activision Blizzard, Bobby Kotick abandonará la compañía con un buen finiquito.
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