Expediente X vuelve a estar en boca de muchos ahora que Amazon Prime Video ha incluido en su catálogo todas las temporadas para nuestro gozo y disfrute. La serie de televisión creada por Chris Carter se niega a morir del todo y, tras habernos alucinado durante los 90, volvió hace unos años para entregarnos dos temporadas más: la 10 en 2016 y la 11 en 2018.
Si visteis la serie original en su momento, y si no podéis verla ahora, seguro que recordaréis aquel episodio en el que Mulder y Scully se metían dentro de un videojuego. Concretamente se trataba del capítulo 13 de la séptima temporada, convenientemente titulado First Person Shooter.
En nuestro país el capítulo, y por tanto el nombre del propio juego, fue traducido como El primero que dispare. A mí lo primero que me viene a la cabeza es que quien lo tradujo no sabía muy bien de qué iba la cosa, aunque eso es otro tema. Y ojo, en el doblaje al español traducen las siglas del nombre del juego (FPS) por TPL: Tirador de Primera Línea. Grande.
El capítulo es divertidísimo y tiene mucho que ver con la Realidad Virtual. De hecho, prácticamente todo sucede en un complejo donde el espacio real, una gran sala vacía donde los jugadores pueden moverse con libertad, se ve sustituido por el virtual de forma similar a como sucede en la actualidad en Zero Latency o The Void. Incluso coincide en el uso de un chaleco háptico capaz de transmitir sensaciones a los jugadores.
Este artículo contiene spoilers, así que si no has visto el capítulo y tienes pensado verlo sin saber nada, estás avisado.
Los mejores momentos y frases de First Person Shooter
El guión corre a cargo de los escritores especializados en cyberpunk William Gibson y Tom Maddox, que bajo la dirección de Chris Carter quisieron tocar con este episodio algunos de los temas que siguen siendo objeto de conversación y estudio en la actualidad, como por ejemplo el impacto de los videojuegos violentos en el comportamiento de los jugadores, el machismo y la representación de la mujer en los videojuegos. Y estamos hablando de un capítulo emitido hace casi 16 años, concretamente el 27 de febrero del año 2000.
Gibson y Maddox usan principalmente a Mulder y Scully para darnos dos puntos de vista distintos y un buen montón de cosas en las que pensar: Mulder, el tipo capaz de creer en cualquier cosa por muy extraña que parezca, disfruta con las emociones que le ofrece el videojuego; Scully, en su línea habitual de personaje escéptico y racional, critica tanto su finalidad como sus formas.
He querido rescatar algunos de los mejores momentos y conversaciones de este entretenido capítulo para ver cómo fue tratado el tema en su momento y en una serie como esta. Así fue el episodio en el que Mulder y Scully se metieron en un videojuego.
Están ahí, tíos. Quieren freirnos los huevos.
Antes del inicio del caso, tres jugadores entran en First Person Shooter para pasar un buen rato y soltar adrenalina. Tras haberse armado y protegido con el chaleco, se parapetan tras una cobertura en espera de que aparezca la primera oleada de enemigos. Buena estrategia.
Desde luego la sed de sangre es insaciable.
Uno de los dos responsables de controlar lo que sucede durante las sesiones de juego suelta esa frase desde la sala de control, justo cuando los jugadores están disparando como locos a los enemigos que se acercan en moto, y ya nos da a entender la furia con la que éstos encaran la partida.
Me llamo Maitreya y estás en mi juego.
Maitreya es una anomalía del juego representada en forma de chica explosiva. Es obra de Phoebe, una programadora que, según sus propias palabras, la creó para mantenerse cuerda y defenderse como mujer en medio de la gran bruma de testosterona que rodea el juego. Esta diosa, como la llama ella, se alimenta de la agresividad masculina, haciéndola cada vez más fuerte.
Lo más interesante es que Phoebe no la creó para el juego, sino en un programa suyo y usando un ordenador distinto. Maitreya, en conclusión, decidió colarse en el juego por sí misma. Y cuando mata a alguien en el entorno virtual, muere también en el mundo real.
El medio está digitalizado totalmente. Nada es real, todo es virtual.
Cuando Mulder y Scully ven el cadáver del primer jugador muerto a manos de Maitreya, Phoebe les quiere hacer entender que nada de eso es posible. El juego crea un entorno virtual en un espacio que existe físicamente, pero nada más. ¿Cómo podría un personaje no real acabar con la vida de los jugadores?
Es un personaje, es la fantasía erótica de algún inmaduro. ¿Por qué este juego tiene la virtud de devolver a hombres adultos a la adolescencia?
Lo dice Scully en referencia a Maitreya antes de saber que fue creada por Phoebe. La realidad es que Maitreya no es ninguna fantasía erótica, sino un personaje creado por una mujer como una especie de símbolo al que poder agarrarse. Es más, Phoebe utilizó a una chica real como modelo, una tal Jade Blue.
Más adelante, en la sala de autopsias, Mulder y Scully mantienen la siguiente conversación:
Scully: Es estúpido disfrazarse de guerreros para representar una versión futurista del juego de indios y vaqueros. ¿Qué clase de tarado puede desahogarse de esa forma? (Mulder,sonriente, levanta la mano). ¿Qué sentido tiene este juego si no es el de sumarse a una cultura de violencia en un país de por sí ya descontrolado? ¿Es que es algo de positivo en vestirse de guerrero cibernético, coger un arma y llevar a cabo una masacre virtual gratuita? ¿Crees que ese subidón de testosterona que produce desaparece cuando termina el juego?
Mulder: Es un argumento sexista, ¿no crees? Puede que el juego sirva de escape para ciertos impulsos, que llene un vacío en nuestro mapa genético que el efecto civilizador de la sociedad no puede satisfacer.
Scully: Ahora me explico la necesidad de los hombres de hacer saltar todo por los aires.
Resulta un momento muy interesante porque ambos ponen las cartas sobre la mesa. Scully deja claro lo estúpido que le parece el juego y saca un tema espinoso al dar a entender que la violencia y ese subidón de testosterona producido por jugar tiene efectos en el jugador más allá del propio videojuego.
Mulder, por otro lado, quiere dar a entender que el juego puede ser igual de válido tanto para hombres como para mujeres y que, de alguna forma, tiene un fin útil. De hecho, y ya hacia el final del episodio, Scully acabará entrando en el juego para salvar a Mulder de una muerte casi segura.
Por último merece la pena pararnos en el discurso final de Mulder que tiene lugar en off y que sirve para cerrar el capítulo:
Llegamos, vimos y vencimos. Y si es dulce el sabor de la victoria, el del triunfo virtual no lo es y las balas son de azúcar. Puede que en el pasado, donde la memoria se pierde, yazca nuestra verdadera naturaleza esperando a que nos enfrentemos a ella en sus propios términos. No donde el intelecto se enfrenta al cerebro primitivo, en el territorio hostil del mundo digital, donde imperan leyes tácitas y las reglas se pierden entre las armas. Un mundo nacido de la anarquía con una insaciable sed de sangre. Estremece pensar lo que puede surgir de la oscuridad.
De la oscuridad no sé, pero el final del capítulo revela algo inesperado: tras haber destruido el juego para poder salvar a Mulder y Scully, el programador que trabaja junto a Phoebe ha aprovechado para recrear de nuevo a Maitreya, esta vez usando las facciones de Dana.
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