Hasta el más firme seguidor de Nintendo se vio obligado a reconocer que su aportación al pasado E3 fue más bien discreta, buscando alejarse de los espectáculos de fuegos artificiales organizados por la competencia para presentar un sencillo evento digital donde se dejaron de manera deliberada muchas cosas en el tintero (desde la prometida NX hasta el ansiado nuevo 'The Legend of Zelda') y se dio demasiado protagonismo a proyectos que no terminaron de ilusionar a los fans. Podrá gustar más o menos la decisión tomada por la Gran N, pero al menos hay que reconocerles la intención de vender la menor cantidad posible de humo durante su turno de palabra.
Esa sensación agridulce se traslada también a uno de los anuncios más importantes de dicho evento: 'Star Fox Zero', el nuevo capítulo de una saga muy querida pero poco aprovechada por sus creadores. Muchos aficionados protestaron enérgicamente por la reducida calidad gráfica que muestra el proyecto, cuestión que personalmente me parece la más irrelevante en todo este asunto; en cambio, las atractivas novedades de juego que planean incluir gracias al uso del mando de Wii U y el hecho de que un estudio del calibre de PlatinumGames esté metido en el ajo me parecen aspectos mucho más interesantes a los que hacer referencia. Cada uno que ponga en la balanza aquello que considere mas importante, claro está.
En el templo de Fushimi Inari-taisha realmente se respira magia en el ambiente como para inspirar toda una franquicia de videojuegos
Dejando a un lado el debate, el asunto que me trae hoy a hablar de este juego es el vídeo mostrado durante dicha presentación en el que el mismísimo Miyamoto nos hablaba de la relación entre la saga 'Star Fox' y el templo de Fushimi Inari-taisha, un enclave único que se puede visitar en la ciudad de Kioto. De este bellísimo espacio ya os hablé hace tiempo cuando preparé mi lista de lugares a los que viajar para sentirte como en un videojuego, y por mi experiencia tras visitar el santuario hace un tiempo os puedo decir que realmente se respira magia en el ambiente como para inspirar toda una franquicia mítica en la historia de los videojuegos.
A un paso de las oficinas de Nintendo
En el vídeo antes indicado del E3, Miyamoto explica que este increíble santuario se encuentra muy cerca de su casa, pero me parece más reseñable aún el hecho de que dicho enclave esté a un paso del cuartel general de Nintendo en Kioto, tanto que la misma parada de metro nos servirá para poder visitar ambos espacios tan distintos entre sí, y sin embargo emocionalmente conectados gracias a la revelación hecha por el famoso diseñador japonés. Las calles que rodean a las oficinas de la compañía tienen un ambiente más bien industrial, muy lejos del romanticismo que podríamos imaginar de un sitio así antes de visitarlo.
Ese toque de fría normalidad urbana al sur de Kioto contrasta enormemente con este espacio natural salpicado por miles de toriis, los característicos arcos rojos que recubren los caminos del santuario asentado en la colina de Inariyama. Cruzar sus enormes puertas de entrada es como acceder a otro mundo, y solo unos pocos pasos después nos veremos rodeados por el espeso bosque que todo lo pinta de verde; no será hasta llegar a su cima (un esfuerzo más notable de lo que sugieren sus 230 metros de altitud) y ver de nuevo la antigua capital del Imperio a nuestros pies, cuando recordaremos que durante nuestra bucólica peregrinación estuvimos todo el tiempo rodeados por una enorme ciudad. Y si afinamos la vista, conseguiremos ver a lo lejos de nuevo las oficinas de Nintendo.
Es por ello que cuando nos dispongamos a visitar el templo, será apropiado realizar el Temizu en las fuentes que se sitúan a su entrada, el ritual de purificación que, según la tradición sintoísta, nos limpiará del mundanal ruido y nos dispondrá de manera apropiada para adentrarnos en sus múltiples senderos por la montaña. Tras lavar apropiadamente nuestras manos y nuestra boca, y realizar la oración si así lo vemos conveniente, podremos seguir al igual que Miyamoto el camino en busca de la inspiración.
Los zorros de Inari emprenden el vuelo
Inari es uno de los más importantes kamis adorados en la religión sintoísta, un espíritu habitualmente vinculado a los zorros, también conocidos como kitsunes. Considerados como sus mensajeros y a menudo también como una representación de la propia deidad, estos zorros de color blanco son también vistos como protectores de los humanos, siendo representados frecuentemente en las muchas estatuas que pueblan Fushimi Inari-taisha con una llave en la boca, la cual sirve según la tradición para abrir la puerta del almacén donde se guarda el arroz (cereal al que también se vincula este espíritu).
Miyamoto dibuja el rostro de Fox McCloud en una placa de madera que sirve para dejar escritas peticiones a los kitsunes (zorros)
Esta estrecha vinculación entre el templo y los zorros se puede apreciar también en el vídeo de presentación de 'Star Fox Zero', cuando Miyamoto dibuja el rostro de su protagonista, Fox McCloud, en una placa de madera con la forma de la cabeza de este animal. Dichas placas se puede adquirir en los espacios de la zona baja del santuario y sirven para que los visitantes que así lo deseen dejen escritas en ellas sus oraciones o peticiones a los kitsunes, completando el detalle con un dibujo al gusto de cada uno. En su caso, el ganador del Premio Príncipe de Asturias adorna su particular zorro espacial con el kanji del número cero, el mismo que sirve de logotipo para este nuevo capítulo de la saga de Nintendo.
Los toriis y el desafío espacial
Como decía antes, una de las más llamativas características del santuario fundado en el año 711 está en los miles de toriis rojos que enmarcan los caminos que ascienden a lo largo de la colina de Inariyama, todos ellos de un intensísimo rojo que contrasta fuertemente con el verde de la vegetación circundante y nos hacen sentir como en otro mundo mientras los cruzamos. Cada uno de estos portales es en realidad una donación hecha por un particular o una familia como forma de honrar a Inari, y así queda reflejado en las elegantes inscripciones que cubren sus columnas.
También estos toriis y la sensación de ir pasando bajo ellos por los laberínticos caminos del santuario están relacionados con la franquicia 'Star Fox', como explica Miyamoto, sirviendo de inspiración para la mecánica de atravesar arcos con nuestro Airwing mientras hacemos frente a los enemigos. Cuando ascendemos paso a paso, múltiples capillas aparecerán entre los toriis como espacios a los que acudir en busca de sosiego y meditación, casi todas ellas adornadas con al menos una pareja de zorros e incluso versiones en miniatura de los arcos bermellón como formas de ofrenda más modestas pero igualmente piadosas.
No es Japón un destino turístico económico y accesible para nosotros, pero no cabe duda de que se trata de un esfuerzo que bien merece la pena. Como parte del mismo, la visita a la majestuosa ciudad de Kioto es prácticamente obligada, y dentro de la misma destaca este santuario que a su atractivo natural añade ahora el componente friki de la vinculación que los aficionados a los videojuegos podremos establecer con la obra de Nintendo. Tenedlo muy presente si alguna vez os planteáis seriamente viajar al país nipón, tanto como los poseedores de Wii U debería tener en cuenta 'Star Fox Zero' de cara su lanzamiento antes de terminar este año.
En Diario del Viajero | Viajar a Japón: Kyoto, El Santuario Fushimi Inari, en Kioto
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