Si te criaste durante finales de los 90 y principios de los 2000, es imposible que no jugases alguna vez a Crazy Taxi. La alocada franquicia de SEGA se convirtió en una de las máquinas arcade más solicitadas en las salas recreativas y todo gracias a una propuesta desenfadada, pero tremendamente adictiva. Más de 20 años después de su lanzamiento, su legado es inmenso y perdura, aunque su llama se ha ido apagando con el paso del tiempo.
El nacimiento de la leyenda
Año 1999. SEGA se encontraba en una etapa clave para su historia y las recreativas eran un terreno que dominaban con solvencia, pero el éxito debía ser todavía mayor. La empresa dictamina la orden de que la desarrolladora Hitmaker cree un videojuego para dichos dispositivos y Kenji Kanno se pone manos a la obra. De su mente surge una versión alocada de simulador de taxista y que rompía completamente con una tradición de las arcade.
En Japón era muy habitual que las partidas durasen tres minutos por cada 100 yenes invertidos, por lo que los jugadores debían ajustarse lo mejor posible a ese tiempo para conseguir la mejor puntuación posible. Crazy Taxi rompió completamente con esa norma, premiando al jugador habilidoso con más segundos para seguir jugando. Un principio básico del que surgió su éxito, pero no fue lo único.
Un trabajo que puede llegar a ser tan anodino y rutinario como el ser taxista se transformaba en una versión desmelanada de conducir para llevar clientes a su destino. Los personajes como Axel o Gus eran sencillamente carismáticos por su apariencia, pero también por los vehículos que conducían a toda pastilla por una ciudad que poseía un espíritu festivo y se inspiraba en San Francisco. Las calles desprendían vida, el tráfico era intenso, las playas estaban abarrotadas y los lugares icónicos estaban por todas partes. Era fácil reconocer carteles y publicidad que bebían de franquicas reales.
A todo ello hay que sumar la posibilidad de realizar acrobacias imposibles como derrapar durante muchos metros, realizar saltos por rampas estratégicamente colocadas, lograr acelerones con turbo y aprovecharse de atajos escondidos para rascar unos cuantos segundos más al reloj. Evidentemente, la apariencia de la propia máquina de Crazy Taxi invitaba a agarrar el volante, ajustar los pies en los pedales y demostrar que podías ser el mejor taxista posible con un contador de dinero recaudado entre todas las carreras.
No es posible hablar de la franquicia sin referirnos a su banda sonora compuesta por temazos de hard rock y punck rock. Los temazos de The Offspring y Bad Religion como Them and Us e Inner Logic copaban cada partida y casaban perfectamente con la dinámica de lo que veíamos en pantalla.
Pisa el acelerador
La popularidad subió como la espuma y SEGA hizo lo que debía hacer: crear un port para Dreamcast. Su revolucionaria última consola necesitaba nutrirse de títulos originales y que nos mantuviesen enganchados durante horas. Crazy Taxi tenía todo lo que necesitaba el sistema, pues era trasladar un éxito seguro al salón de tu casa. Así pues, la versión doméstica aterrizó en el año 2000 con ciertos cambios.
El mapa del juego, llamado West Coast, se amplió para ofrecer más contenido en un formato en el que no dependíamos de la cartera para seguir jugando. Además, los minijuegos llegaron a la saga con pruebas en el modo Crazy Box. Los desafíos consistían en obligarnos a encadenar propinas de los clientes, llevar a varios a diferentes puntos en un tiempo muy concreto y todo ello en entornos únicos, ofreciendo todavía más variedad.
Hitmaker lo había conseguido, había sido capaz de dar forma a un universo único que respiraba identidad propia y por el que los jugadores suspiraban. Como no podía ser de otra manera, Kanno y el resto del equipo se pusieron manos a la obra y así es como nacieron varias secuelas más, llegando al pico de excelencia en Crazy Taxi 3. La tercera entrega supo aunar todo lo que había hecho grande a dos los juegos anteriores, pero sumarle conceptos interesantísimos.
El 2002 fue el año en el que debutó una obra que contaba con varios mapas, incluyendo Glitter Oasis inspirado en Las Vegas y que se jugaba de noche. Más personajes salieron a la palestra, pudiendo jugar con ellos exclusivamente en algunos escenarios. Crazy Box pasó a llamarse Crazy X y nos retaban a saltar distancias siderales, usar el coche como bola de bolos o hacer drift entre plataformas flotantes.
Llevar a grupos de personas al mismo tiempo ya era una práctica habitual, así como conocerse al dedillo las diferencias entre los vehículos que podían transformarse en un carruaje. Eso sí, SEGA ya había abandonado por completo la guerra del hardware, por lo que el juego vio la luz en Xbox y PC.
¿Marcha atrás?
Una fórmula inalterable que funcionó como un reloj con el paso de los años. Kanno señaló que "básicamente el objetivo del juego es divertirse mucho en poco tiempo (...). Así que, en lugar de tratar de hacer evolucionar la serie necesariamente, se trata más bien de tomar ese concepto y ponerlo en diferentes lugares: ver cómo funciona". Muchas ideas como Crazy Taxi Next, una suerte de título multijugador con ciclos día y noche, fueron descartados, pero la visión de Kanno comenzó a diluirse.
Esto es debido a que la nueva gran entrega apareció con Crazy Taxi: Fare Wars, el cual desembarcó en 2007 bajo el mando de Sniper Studios y Black Hole Entertainment. Era cierto que Hitmaker supervisaba el proyecto, pero nos topamos con un juego para PSP que se deshacía de la banda sonora original por problemas legales. Un reproductor personalizado aparecía para usar la música que quisiésemos, aunque la publicidad tan característica era eliminada. Eso sí, la función multijugador apareció por primera vez para los afortunados que disfrutaron de esta edición.
El barbecho se hizo oficial durante siete años hasta que Crazy Taxi: City Rush apareció en sistemas móviles Android y iOS. Totalmente gratuito, estamos hablando ante un título al más puro Temple Run, donde no podemos controlar la velocidad y solo podemos escoger la dirección para esquivar el tráfico. Otros tres años de pausa hasta que Crazy Taxi Tycoon se presentó en 2017 y propone exactamente lo que parece.
No corríamos ni una sola vez, sino aquí se concentraba todo en los despachos y gestionar un negocio que debía prosperar ante la corporación Prestige Mega Corp. En 2020 los servidores dijeron adiós y desde entonces, ¿qué?. SEGA no se ha vuelto a pronunciar sobre un regreso más y apenas hemos contado con tres juegos en los últimos 16 años. Los géneros por los que se ha adoptado en las dos últimas entregas no invita al optimismo a la hora de regresar a una visión clásica.
Con todo, la esperanza no está perdida. Tras la filtración de un vídeo del posible remake de Jet Set Radio, cabe recordar que SEGA preguntó en una encuesta qué juegos de su catálogo nos gustaría volver a ver. Crazy Taxi pululaba entre las opciones, por lo que confiemos en la empresa escuche a la comunidad.
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