Entre mayo de 1984 y abril de 1985, Marvel regresó a una época que seguramente jamás hubiesen imaginado de vuelta. Secret Wars fue el macroevento que cambió para siempre a la editorial de Stan Lee, ya que se sentaron las bases para una dinámica que se sostiene a día de hoy, y no es otra que la de juntar personajes a porrón para que se líen a guantazos.
Galactus, el Doctor Muerte o Ultrón fueron algunas de las amenazas a las que se tuvieron que enfrentar los Vengadores, los 4 Fantásticos y los X-Men, todo ello a lo largo de 12 números que fueron apoteósicos. La empresa no había visto semejantes cifras de ventas desde la gloriosa Edad de Oro, por lo que otros acontecimientos como Civil War, Secret Invasion o Age of Ultron son hijos de aquella lucha en el colosal Battleworld.
Pero, ¿fue la primera vez que Marvel alineó a sus principales figuras? Es cierto que existían publicaciones especiales como Marvel Team-Up, una colección que juntaba a cierto trepamuros con héroes aleatorios cada mes, pero si miramos a 1982 veremos el embrión primigenio. Bajo el guión de Mark Gruenwald y con las estupendas pinceladas de John Romita Jr. y Bob Layton, los lectores de la época pudieron disfrutar de un choque tan bestia como Marvel Super Hero Contest of Champions.
Aquella fue una serie extremadamente limitada, apenas tres números, que nació como una conmemoración a los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú. Sin embargo, aquel objetivo pasó a un segundo plano debido a la renuncia de los Estados Unidos a participar en las competiciones, ya que la Unión Soviética había invadido Afganistán a finales de 1979. El abandono de la nación desvinculó por completo al cómic de los Juegos Olímpicos, por lo que tardó finalmente dos años más tarde de lo previsto en ver la luz.
La trama de Marvel Super Hero Contest of Champions recuerda a una suerte de battle royale, al más puro estilo de Los Juegos del Hambre, pero sin pretender la muerte de ningún héroe. Para la ocasión, la empresa aparcó por completo a los villanos y únicamente juntó a los héroes para batirse en duelo para dirimir una disputa entre el Gran Maestro y la Desconocida, un ente con un papel trascendente y misterioso.
El primero desea resucitar a su hermano, el Coleccionista, por lo que una competición usando a los defensores de la Tierra como peones decidirá quién gana. Para ello, se dispersan cuatro piezas del Globo de la Vida por el planeta, el cual se mantiene en animación suspendida hasta que el torneo finalice. A través de numerosas escenas donde vemos a Spider-Man, los Vengadores y Hulk siendo convocados a la pelea, es cuando nos damos cuenta de la mayor particularidad de la historieta de Gruenwald.
Y es que Marvel utilizó la excusa de una lucha mundial para poner en primera fila a héroes absolutamente desconocidos del resto del globo. Así pues, los representantes de regiones como Brasil, Israel, Alemania Occidental, la Unión Soviética, Francia o Australia fueron elegidos para dividirse en dos equipos que resultaron de la siguiente forma:
Equipo del Gran Maestro
- Capitán América (Estados Unidos)
- Talismán (Australia)
- Estrella Oscura (Unión Soviética)
- Capitán Britania (Reino Unido)
- Lobezno (Canadá)
- La Cosa (Estados Unidos)
- Hulka (Estados Unidos)
- Daredevil (Estados Unidos)
- Halcón Peregrino (Francia)
- Sasquatch (Canadá)
- Defensor (Brasil)
- Guerra Relámpago (Alemania Occidental)
Equipo de la Desconocida
- Tormenta (Estados Unidos)
- Trébol (Irlanda)
- Hombre Colectivo (China)
- Vanguard (Unión Soviética)
- Ángel (Estados Unidos)
- Pantera Negra (Wakanda)
- Caballero Árabe (Arabia Saudí)
- Sabra (Israel)
- Iron Man (Estados Unidos)
- Fuego Solar (Japón)
- Mujer Invisible (Estados Unidos)
- Puño de Hierro (Estados Unidos)
Una reunión muy peculiar de personajes y con muchos de ellos con una visibilidad prácticamente nula, por lo que Marvel aprovechó la coyuntura para mostrarlos ante el gran público con el deseo de que algún que otro fan se sumase a su causa. Incluso algunos de ellos como Guerra Relámpago, Defensor, Halcón Peregrino, Trébol y Talismán fueron presentados en sociedad por primera vez.
Cuatro capítulos se centran en las disputas entre los equipos, los cuales sacan a relucir estereotipos, conflictos internacionales y poderes particulares para decidir los enfrentamientos. Los más desconocidos llegan a dar mucha guerra, ya que Trébol le roba en sus narices a Steve Rogers un pedazo del Globo, mientras que el Hombre Colectivo es capaz de mantener una pelea contra Sasquatch.
Tras una sucesión de intercambios de golpes, piruetas y apariciones en países remotos para conformar la reunión de la ONU definitiva, todos los peones regresan al coliseo espacial desde el que partieron. Allí se obtiene como resultado que el Gran Maestro es el ganador, por lo que la Desconocida debe utilizar sus poderes para traer de entre los muertos al Coleccionista. La sorpresa invade a todos cuando Talismán y la Mujer Invisible se alían para destapar el rostro del ente, el cual se revela como la mismísima Muerte.
Efectivamente, solo la Muerte puede llevar a cabo semejante proeza como resucitar a un fallecido, pero juega sucio al revelar que el Globo de la Vida necesita la energía vital de un ser para recargarse. Existe la posibilidad de aniquilar a todos los superhéroes para conseguir una energía equivalente a la del Gran Maestro, pero éste se resiste y mantiene su promesa de liberarlos de su compromiso.
Así pues, se sacrifica, su hermano aparece de nuevo y el anciano reclama a la Muerte el engaño que ha realizado. Ambos desaparecen hacia un destino desconocido, al mismo tiempo que todos los personajes regresan exactamente al punto en el que se encontraban. El evento no volvió a ser retomado hasta 17 años más tarde, en 1999, con una segunda entrega que constataba que el proyecto no cuajó demasiado en Marvel.
Marvel Super Hero Contest of Champions fue una amalgama realmente extraña de nacionalidades que pretendía hacer brillar, no a personajes secundarios, sino a auténticas incógnitas dentro de la editorial. El golpe encima de la mesa real lo dio Secret Wars, pero al César lo que es del César.
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