La lucha contra los Tamagami llegó a su clímax definitivo. Crítica de Dragon Ball Daima episodios 1x11 y 1x12

Tras 12 episodios, el gran viaje a través del Reino de los Demonios alcanzó su primer gran hito: de manera escalonada se han alineado todos los elementos esenciales para iniciar una nueva etapa en Dragon Ball Daima en la que la diversión no está reñida con la acción explosiva. De hecho, la actual escala de poder y el propio desempeño en las batallas ya están mucho más alineados con las trepidantes escenas del manga de Akira Toriyama. Elementos que hacen todavía más interesante el viaje de Goku y sus amigos.

En VidaExtra hemos condensado en un mismo sitio las críticas de los episodios once (titulado 'Leyenda') y doce ('Verdadera Fuerza') de Dragon Ball Daima por una sencilla razón: por separado forman las dos mitades de un mismo acontecimiento. Eso no quiere decir que solo haya una trama tomando forma, pero dado el formato semanal y la duración de los episodios plantearlo así resulta mucho más atractivo, sencillo y acertado. Y eso no lleva a la gran cuestión: ¿han sido buenos episodios o no?

Vistos en conjunto Toei Animation acierta no solo con la animación y su desempeño, sino también con el tono: los personajes de Toriyama, los más dramáticos, los que suponen un alivio cómico y aquellos envueltos en el misterio, tienen su oportunidad de aportar matices y color a una historia que sigue apostando muy fuerte por la aventura, pero con un merecido espacio a esas batallas intensas, con giros sorprendentes, despistes inesperados y nuevas transformaciones capaces de pillan al espectador con la guardia baja.

Un tipo de combates que solo pueden ser definidos como "al estilo Dragon Ball" y que, sin que sirva de precedente, han dejado al travieso Goku en el banquillo durante dos episodios enteros para recordarnos que hay nuevos seres y viejos amigos igual de poderosos en el Reino de los Demonios. ¿Futuros rivales? Lo que te puedo adelantar sin desvelar demasiado es que a partir de este punto la serie se ha puesto mucho más interesante.

La trama ideada tanto por el propio Toriyama como por la Toei Animation continúa su premisa de ofrecer en cada episodio algo que no se había visto, recolocar piezas del pasado del (tanto del manga como en el anime) y preservar de manera constante el interés por las Dragon Balls. A fin de cuentas, esas esferas capaces de conceder cualquier deseo son mucho más que aquello que da nombre a la obra, y ahora son la máxima prioridad de los héroes y villanos de Dragon Ball Daima.

Vegeta se enfrenta al Tamagami número 2

Sin embargo, uno de los máximos aciertos de esta serie es cómo darle tanto a los fans que vienen del manga o las series anteriores algo más que combates y momentos de tensión previos y posteriores a las transformaciones en pantalla: poquito a poco, en cada capítulo, se dan detalles relevantes para la historia que se desenvuelve mientras se logra que miremos hacia atrás, a lo que ya conocíamos o queríamos recordar, y añadir nuevos matices, elementos o acontecimientos colocados de manera retroactiva. Reforzando los mimbres con los que está hecha una obra de culto.

Dicho esto, Dragon Ball Daima no es ni ambiciosa ser una serie pretenciosa, sino que -como ya adelanta la canción de su tema de apertura- darle al espectador una "nueva historia con miles de golpes y chistes tontos". Algo que queda más patente que nunca tanto en el capítulo de 'Leyenda', en el que se ahonda en el humor Made in Toriyama, como en el episodio 'Verdadera Fuerza' que, haciendo honor a su nombre, sirve para que los personajes de siempre y los nuevos desplieguen su poder. Para deleite de los espectadores.

Índice de Contenidos (5)

Lo ocurrido hasta ahora... (con detalles específicos de la trama)
Enciclopedia Daima: la creación de las Dragon Balls
Críticas de Dragon Ball Daima en VidaExtra
Ficha de Dragon Ball Daima 1x11: Leyenda
Ficha de Dragon Ball Daima 1x12: Verdadera Fuerza

Lo ocurrido hasta ahora... (con detalles específicos de la trama)

¡Goku, Vegeta y sus amigos han sido convertidos en niños! Tras salvar el planeta Tierra y buena parte de la galaxia, el ahora rejuvenecido saiyan viaja acompañado al Reino de los Demonios con un doble propósito: rescatar a Dende, el dios namekiano protector de las Dragon Balls del planeta, y recuperar su aspecto adulto.

Dado que Reino de los Demonios está separado del Reino Exterior y los doce universos, nuestros héroes son ayudados por el mismísimo Kaio Shin y los Majin Glorio y Panzy, dos habitantes de este nuevo mundo que no tardan en convertirse en sus compañeros de aventuras.

Fotograma del opening de Dragon Ball Daima

¿Cómo ha podido pasar esto? El responsable de devolverle a Goku su aspecto de niño es nada menos que Gomah, el mismísimo rey del Reino de los Demonios. Su trono está afincado en el primero de los tres mundos en los que se divide el reino, y la razón es que, contado en corto, pensó que siendo apenas unos chiquillos de primaria no supondrían una amenaza.

La otra realidad es que con o sin su bastón mágico, este travieso niño con los pelos de punta sigue siendo fuertísimo. ¿Lo suficiente como para vencer a los tres Tamagamis?

A diferencia de las Dragon Ball de la Tierra, las siete esferas mágicas que pueden conceder cualquier deseo al ser reunidas e invocar al dragón sagrado; en el reino de los Demonios solo hay tres y no hay que buscarlas, sino ganarlas desafiando a los protectores Tamagami. Unos fortísimos seres que han impedido durante miles de años la concesión de los deseos impuros. De modo que, por la parte que le toca a Goku, deberá desafiarlos y ganar cada esfera superando sus desafíos. Y no es el único interesado.

La bruja Marba (izda.) preparando la esencia de Majin Buu junto a la Dra. Arinsu y Majin Kuu

El algún lugar del primer mundo demoníaco la Dra. Arinsu y la bruja Marba han comenzado a crear unas criaturas excepcionales usando la esencia de Majin Buu, uno de los mayores enemigos a los que se ha enfrentado Goku en el pasado. Así, utilizando magia, alquimia y hechicería han dado vida al temerario e ingenioso Majin Kuu y al y comilón de Majin Kuu. La razón de existir de ambos: desafiar a los mismísimos Tamagamis y obtener también las Dragon Ball.

La gran meta de la Dra. Arinsu es reclamar para sí el trono de los tres mundos demoníacos. Algo muy poco usual, dado que pertenece a la especie de los Glind, la misma que Kaio Shin. Y pese a que se desconoce el alcance de su poder, sabemos que las creaciones de Marba son extraordinarias. Al menos, lo suficiente como para enfrentarse a uno de los Tamagamis. Sin embargo, para obtener las Dragon Ball no basta con superarles en fuerza: también hay que superar una prueba mental.

Mientras tanto, el rey Gomah mira desde su palacio, en el primer mundo demoníaco, cóm tanto Goku y sus amigos como los seres creados por la Dra. Arinsu van reuniendo las Dragon Balls del Reino de los Demonios. ¿Cuál será su siguiente paso?

Uno de los poderosos Tamagamis enfrentándose a Majin Duu

Mientras Majin Kuu y Maji Duu despliegan sus habilidades en el primer mundo de los demonios, Goku ya ha reunido la Dragon Ball de tres estrellas y está más que preparado para luchar por la segunda, perteneciente al segundo mundo demoníaco. Por desgracia para él, su rival y compañero de batallas Vegeta (también convertido en niño) también reclama su derecho de enfrentarse a los Tamagamis. Y pese a que ninguno de los dos se ha acostumbrado al cambio de cuerpo, ambos siguen teniendo una fuerza descomunal.

De hecho, a lo largo del camino hacen un doble descubrimiento: incluso si consiguen las tres Dragon Balls del Reino de los Demonios, los deseos sólo pueden pedirse en el idioma del planeta Namek, donde se crearon originalmente. El destino quiso que en su viaje se encontraran con Navi, el namekiano legendario que dio vida a los Tamagamis, y éste se ofreció a acompañarlos. Lo cual, por otro lado, no les exime de tener que vencer a estas extremadamente poderosas criaturas.

Así, nos encontramos con dos batallas que tienen lugar en el mismo momento, pero en mundos Demoníacos distintos: mientras Majin Kuu ha desafiado formalmente al Tamagami número 1 para obtener la primera de las Dragon Balls, Vegeta toma la iniciativa y reta al Tamagami número 2. Aunque, siendo justos, además de desear recuperar su aspecto, está más que impaciente por demostrar que su fuerza no es menor que la de Goku.

Enciclopedia Daima: la creación de las Dragon Balls

La Dragon Ball de tres estrellas del tercer mundo Demoníaco

En cada crítica de Dragon Ball Daima publicada en VidaExtra ofrecernos un vistazo en profundidad a los conceptos esenciales de la serie y el universo imaginado por Akira Toriyama. Dado que se esta vez hemos condensado dos episodios, esta Enciclopedia Daima será también especial: hablaremos de los orígenes y la naturaleza de las propias Dragon Balls. Aunque para hablar de ellas primero hay que hablar de sus creadores: los namekianos.

Procedentes en su origen del segundo mundo demoníaco del Reino de los Demonios, el pueblo de los namek es considerado increíblemente excepcional. Tanto por sus inauditas habilidades mágicas y artesanías como por su paz y bondad. Tanto, que no tardaron en ser esclavizados. Muchos de ellos huyeron al Reino Exterior, encontrando su hogar en otros universos. Y en cada planeta en el que habitaban les hacían el mismo regalo a sus habitantes: las Dragon Ball.

El legendario namekiano Neva creó las tres primeras Dragon Ball para recompensar al pueblo de namek por sus esfuerzos y bondad. Su tamaño es aproximadamente el de una pelota de fútbol y su aspecto es el de una esfera cristalina y de colores dorados, diferenciándose entre sí por el número de estrellas que muestran.

Polunga, el Dragón Sagrado que aparece al reunir las siete Dragon Balls en el Reino Exterior

¿Qué tipo de recompensa? Básicamente cualquiera. Al reunir las las Dragon Ball, éstas son capaces de conceder cualquier deseo, dado que su poder está vinculado al de su creador. Con todo: el tamaño, la cantidad y el modo en el que se reparten las Dragon Balls pueden variar:

En el planeta Tierra fueron creadas por Kami Sama y son siete Dragon Balls son del tamaño de pelotas de baseball y se dispersan por el mundo, de modo que cualquiera puede rastrearlas y pedir un deseo al dragón Shenron. Sin embargo, si se reúnen varias veces pueden ofrecer hasta tres deseos.
En el planeta Namek del mundo Exterior las siete Dragon Balls fueron creadas por el gran patriarca Saichoro, son mayores que las pelotas del baloncesto y cada una de ellas es custodiada por el líder de una aldea de namek. Al reunirse aparece el dragón Polunga y concede tres deseos.
En el planeta Cereal fueron creadas por Monite, solo son dos y su tamaño es solo un poco mayor que el de unos dados. El propio Monite conserva ambas en su casa y no las ha llegado a usar hasta los acontecimientos del manga de Dragon Ball Super, apareciendo el dragón Trombo para conceder un deseo.
Además de las anteriores, repartidos por todos los universos del Reino Exterior existen las Super Dragon Balls, cuyas dimensiones equivalen a planetas enteros y su poder excede a todos los dragones conocidos de estos mundos. El dragón encargado de conceder los deseos es Super Shenron.

¿Y qué pasa con las Dragon Balls del reino de los Demonios? Pese a ser solo tres, sus características son muy similares a las del Namek del Reino Exterior, y fue cuestión de tiempo que los corazones malvados descubriesen su existencia y los usasen para sus fines egoístas, absurdos y perversos.

Viendo aquello, y dada la naturaleza pacífica del pueblo de Namek, Neva tomó la determinación de complicar la obtención de las Dragon Balls del Reino de los Demonios: pese a que siempre están a la vista y localizadas, para poder conseguirlas es necesario vencer en fuerza y superar en sabiduría a los tres guardianes de las esferas mágicas: los Tamagamis.

Neva, el creador de los Tamagamis

Actualmente hay una Dragon Ball en cada una de los tres mundos del reino de los Demonios. Más concretamente, se encuentran insertadas en el pecho o a modo de broche de unos poderosos seres conocidos como los Tamagamis que esperan durante milenios como estatuas hasta ser desafiados y cuyo poder excede ampliamente al de los más poderosos Majin de cada mundo.

El Tamagami Número 1 espera en el primer mundo demoníaco con la Dragon Ball de una estrella. Su arma para la prueba de fuerza es una enorme espada con filo de sierra, mientras que su prueba de ingenio implica realizar un complicado cálculo matemático. En cuanto a su aspecto, es el de un guerrero alto y estilizado con ojos de insecto.
El Tamagami Número 2 espera en el segundo mundo demoníaco con la Dragon Ball de dos estrellas. Su arma al atacar es un larguísimo tridente y su prueba de ingenio es una especie de adivinanza que implica estar muy atento a un problema planteado. Su aspecto es más delgado y con las extremidades más largas que el del Tamagami Número 1.
El Tamagami Número 3 espera en el tercer mundo demoníaco con la Dragon Ball de tres estrellas. Porta un pesadísimo martillo sobredimensionado y su prueba de ingenio consiste en descubrir el paradero de la propia esfera tras ejecutar un juego de manos a velocidades extremas. Su aspecto es muchísimo más fornido que el de los dos anteriores Tamagamis.

De izda. a dcha. el Tamagami Número 3, el Tamagami Número 1 y el Tamagami Número 2

Las Dragon Balls del reino de los Demonios tienen una segunda similitud, además de su tamaño, con respecto a las del Namek del reino exterior: para invocar al dragón sagrado es necesario reunir las tres esferas mágicas, pero el deseo se debe solicitar en el idioma del pueblo de namek. Dicho de otro modo: incluso si se supera en fuerza e ingenio a los Tamagamis, para conseguir el deseo se debe ser namekiano, haber aprendido su lengua o haberse ganado la amistad de uno de ellos.

En Dragon Ball Daima no se ha mostrado el aspecto, las dimensiones o los límites de poder del dragón sagrado del reino de los Demonios, pero todos los dragones poseen un poder equivalente al de su creador, y Neva es un namekiano legendario que supera ampliamente las habilidades de los vistos en el reino exterior. Por otro lado, parece ser que las Dragon Balls de la Tierra emplean magia blanca y eso limita el tipo de deseos que se pueden pedir, aunque también poseen características especiales:

Las Dragon Ball de la Tierra y de Namek pueden resucitar a una persona en varias ocasiones, pero no son capaces de conceder deseos que superen el poder de su creador, como vencer a enemigos más fuertes que éstos.
Por otro lado, las esferas mágicas de la Tierra y el planeta Cereal pueden aumentar la fuerza latente de las personas, como vimos en Dragon Ball Super: Super Hero con Piccolo.
Y en el caso de Trombo, el dragón sagrado creado por Monite, pueden convertir a una persona al instante en el ser más poderoso de ese universo a cambio de acortar enormemente sus años de vida.

El namekiano Neva, a la izquierda, junto con los protagonistas de Dragon Ball Daima

¿Y qué pasa con las Dragon Balls oscuras de Dragon Ball GT? Aquí toca hacer una distinción: Akira Toriyama supervisó varios aspectos específicos de la serie de televisión de Toei Animation, pero a diferencia de Dragon Ball Super o Dragon Ball Daima no participó en los guiones o se implicó en los acontecimientos salvo en aspectos muy específicos, como eliminar el bigote que mostró Vegeta al principio de la serie cuando estaba en emisión. De modo que, a efectos prácticos, su existencia está (de momento) al margen de esta enciclopedia que te estamos haciendo.

Shenron en Dragon Ball x One Piece: Cross Epoch

Por último, y como detalle especial, en el manga Dragon Ball x One Piece: Cross Epoch dibujado en conjunto por Akira Toriyama y Eiichiro Oda se nos muestra, a modo de regalo a los fans, que cada vez que el dragón Shenron de la Tierra concede un deseo organiza una fiesta especial para Goku, Luffy y sus amigos.

Sobra decir que esta historia tan especial busca única y exclusivamente robarle la sonrisa a los lectores y fans de Dragon Ball y One Piece, pero nuestro repaso al origen de las esferas mágicas estaría incompleto sin él.