Llevamos más de una década debatiendo sobre si las consolas tenderán a desaparecer en el futuro. Especulando sobre el momento en el que los móviles y el juego en streaming desde cualquier cosa que se pueda conectar a internet le darán el relevo a las sobremesas y portátiles, ahorrándonos los límites técnicos y la obsolescencia propios del hardware. Un concepto atrevido que, a través de Google Stadia, ya lleva un año entre nosotros. Lo cual hace que nos preguntemos: ¿cómo le ha ido?
Casualidad o no, el lanzamiento de las nuevas consolas de Microsoft y Sony coincide con el primer aniversario de Stadia, el servicio de juego en nube de Google y, por extensión, la verdadera entrada en escena del titán de internet en la industria de los videojuegos. Lo cual no quita que, en el proceso, hayan pagado prácticamente todas las novatadas propias de ser el último en sumarse a la fiesta.
Eso no quiere decir que Stadia no vaya fino: como sistema de juego funciona de maravilla. A fin de cuentas, además de ser una plataforma construida en torno a Google, también es una declaración de guerra al hardware basada en una única idea: ya no necesitas una consola de nueva generación ni actualizar componentes los componentes de tu PC para disfrutar de los actuales y próximos bombazos jugables.
Sobre el papel, la idea no puede ser más prometedora: Stadia te permite jugar a la versión de PC de Red Dead Redemption 2, Baldur’s Gate 3 o DOOM Eternal sin tener que preocuparte de los requisitos, las instalaciones, el espacio de tu disco duro o esas tediosas actualizaciones. Una vez tienes el juego basta con conectar cualquier mando o ratón que tengas al PC, a tu Chromecast o iniciar la App desde tu móvil.
Tan cómodo, sencillo y atractivo como suena. Y, sin embargo, Stadia también es un conjunto de promesas por cumplir con carencias muy sonadas. Es más, Stadia ha recibido funciones básicas hace, literalmente, dos días del nivel de un sistema de mensajes entre jugadores o el tan reclamado Family Sharing.
Coincidiendo, además, con que la alternativa de juego en nube de Microsoft ya comienza a asomar en PC.
Hace exactamente un año, el que te escribe estas líneas se encontraba a la espera del Founder 's Pack. El lote de bienvenida de Stadia con un mando con colores exclusivos, un Chromecast, tres meses de suscripción Pro y varias invitaciones. Desde entonces, y cada 30 días, he ido renovando mi suscripción de pago, pese a que no es necesaria para jugar a lo que ya tengo en propiedad.
Visto lo visto, con Xbox Seres X y PS5, los dos sistemas de nueva generación en las estanterías, ha llegado el momento de poner en común lo bueno y lo malo de Stadia y plantearme mi futuro frente a la plataforma de Google. No solo por el uso que le doy a día de hoy a sus juegos, sino también con vistas al lanzamiento de Cyberpunk 2077.
De la incertidumbre a la experiencia en nube. Y, de ahí, progresivamente a la rutina
Una de cal y otra de arena: la sencillez y la estabilidad con la que funciona Stadia desde el primer día es intachable. Google apostó por centralizarlo todo desde la app de móviles, y el modo de trasladar nuestra cuenta o nuestras compras a otros sistemas le ha acabado dando la razón. Todo es tan simple e inmediato como abrir un vídeo de YouTube.
Sin embargo, lo que no es normal es que en vísperas de su lanzamiento apareciese la letra pequeña: la gran mayoría de novedades, funciones y puntos diferenciadores de Stadia serían lanzados de manera muy escalonada a lo largo de los meses siguientes.
Y lo que es peor: un año después seguimos a la espera de poder jugar en dispositivos iOS de Apple.
De hecho, al pulsar el botón del Asistente de Google integrado en el mando, una especie de guía propia con la que dar más profundidad a la experiencia de juego desde fuera, nos seguiremos topando con un curioso mensaje que nos recuerda que esa función se implementará en el futuro. Y no es la única.
Llegados a este punto, merece la pena recordar la propuesta de juego de Google: como plataforma de juego en nube, Stadia es gratuito. Sin más. Si compras o reservas un juego en la tienda podrás disfrutarlo sin tener que realizar pagos adicionales.
Por otro lado, el servicio Stadia Pro ofrece una serie de incentivos en forma de juego a resolución 4K y la posibilidad de añadir lotes de juegos a tu colección, los cuales podrás disfrutar sin límites mientras estés suscrito. El precio de esta modalidad es de 10 euros al mes.
Como comentamos, los contenidos de lanzamiento de Stadia eran tan limitados que inicialmente ni siquiera se ofrecía la posibilidad de jugar a 4K. Y, siendo justos, la cosa ha evolucionado tímidamente desde entonces: si bien ya es posible jugar dispositivos Android, es necesario incidir por segunda vez en que algo tan simple como el family sharing no apareció hasta la semana pasada.
Lo cual nos lleva al verdadero problema: Stadia es una solución brillante y absolutamente recomendable para jugar a cualquier juego desde un PC modesto, pero en lo relativo a sus funciones está constantemente expuesto a ser superado por cualquier alternativa. Venga de Microsoft, de Amazon o de Electronic Arts.
Todo lo bueno de Stadia, incluido su mando
Con lo anterior por delante, merece la pena sacar a relucir lo mejor de la experiencia de Google Stadia. Echando la vista a mi biblioteca de juegos, a lo largo de estos 12 meses de suscripción de Stadia Pro he acumulado 53 juegos, de los cuales solo he llegado a adquirir dos y a precio rebajado.
Durante este año Google ha ofrecido a los suscriptores Pro de Stadia verdaderos esenciales del calibre de las dos primeras entregas del reboot de Tomb Raider, Metro Exodus, así como joyas imprescindibles como Celeste, SteamWorld Dig 2 o Little Nightmares.
Títulos que tengo pendientes en otras plataformas, pero que gracias a la simplicidad de poder ejecutarse desde una segunda ventana de cualquier ordenador he podido abordar con relativa calma, sin obsesionarme y en mis ratos libres. Mientras espero frente al PC a que se complete una descarga o empiece una actualización de Steam o Epic. Paradojas de la vida.
Siendo sinceros, mi mando de Stadia no ha acumulado polvo desde que lo saqué de la caja. Desde que es tan sencillo asociarlo de manera inalámbrica a los navegadores le he dado más uso. Y, pese a que prefiero los sticks asimétricos, al tacto sigue siendo una verdadera gozada.
Es justo decir que una parte significativa de lo que se ha ofrecido en Stadia Pro no a logrado captar mi interés, lo cual no ha sido obstáculo para que los reclamase desde el móvil o el PC en cuento estuvieron habilitados.
Sin embargo, puesto en conjunto, el valor real de la biblioteca de juegos a mi disposición y tener siempre un juego empezado es lo que hace que no me de de baja.
Como plataforma de juego, Stadia introduce novedades a paso de tortuga, y tengo claro que eso le va a pasar factura cuando haya muchas más alternativas. Lo cual, lógicamente, hace que pesen más las promesas que quedan por cumplir por parte de Google.
Todo lo malo (y lo que le falta) a Stadia
En su día, el concepto de Stadia me voló la cabeza: ver el tráiler de un juego recién lanzado y poder saltar a la partida con simple gesto. Pero, sobre todo, la idea de dejar de invertir cientos de euros en nuevas tarjetas gráficas, para usar ese mismo presupuesto en clásicos y juegos de lanzamiento.
Sin suscripciones, actualizaciones, descargas o ataduras, con la puerta siempre abierta al juego en 4K. Visto así, no pinta nada mal, pero tengo que reconocer que mi predisposición con Stadia en la actualidad es bastante diferente.
Stadia es una plataforma muy sencilla de usar, pero también demasiado básica en cuanto a prestaciones. No existe una comunidad detrás, como la que tiene Steam, con lo que -como pasase en Epic tiempo atrás- tendrás que mirar aspectos muy concretos en otras alternativas.
De hecho, no ha sido hasta el pasado 16 de noviembre (hace literalmente dos días desde que te escribo estas líneas) que ha implementado una opción para compartir capturas vía enlace desde móviles y web. Lo cual nos hace pensar que a la prometida funcionalidad de State Share -es decir, continuar una partida de otro jugador vía link- le queda un buen trecho.
Stadia llegó con lo justo. Sin logros ni la opción de jugar en PC de manera inalámbrica con el mando oficial. Aquello no era una beta, porque lo esencial siempre ha funcionado de maravilla, pero estaba lejos de lo prometido. Y siendo realmente justos, lo sigue estando en la actualidad.
Por otro lado, en lo relativo a los exclusivos, al catálogo de Stadia le falta un verdadero bombazo. No es que Gylt o Orcs Must Die! 3 sean malos juegos, para nada. Pero necesita un arma secreta que haga que prefiramos la opción de Google frente a Luna o el juego en nube de Microsoft.
Sobre todo, cuando Stadia no busca ser un servicio con acceso a juegos a lo Netflix (o, mejor dicho, a lo Game Pass), sino una plataforma dónde jugar.
El rol de Google Stadia en la industria del videojuego en 2020 (y más allá)
Confieso que me subí al barco de Stadia un 19 de mayo de 2019. Si bien los conceptos e ideas del proyecto en sí (incluidos aquellos que todavía estoy esperando) me dejaron fascinado, lo que terminó de convencerme fue que el más reciente fichaje de Google iba para su plataforma de juego en nube: Jade Raymond
Tras su paso por Ubisoft y Electronic Arts, Raymond pasó a liderar Stadia Games and Entertainment la división de Stadia dedicada a reforzar el catálogo de su plataforma de juegos. Desafortunadamente, parece que Google empezó la casa por el tejado en lo relativo a sus títulos propios.
Se espera que los primeros grandes juegos de Stadia Games and Entertainment tras Gylt y Orcs Must Die! 3 comiencen a llegar a medio plazo.
De hecho, a falta por concretar mejor sus planes, el plan de Google es centrarse en potenciar los juegos de RPG y los lanzamientos con vistas a 2023 en adelante, lo cual -salvo sorpresa- deja la propuesta de juego en nube de Google en manos de tercero durante tres años frente a una Microsoft dispuesta a comerse el mundo con su Game Pass y sus reforzadísimos Xbox Game Studios.
Dicho de otro modo, Microsoft rentabilizará de un modo u otro la millonaria inversión puesta en los grandes exclusivos de Bethesda, Obsidian o Double Fine, y eso obligará a Google -como el resto de compañías- a ponerse a su nivel o exponerse a ser arrollados. El año 2023 es, definitivamente, un plazo muy arriesgado para empezar a lanzar exclusivos.
Por otro lado, el ecosistema de Google (incluido YouTube) y su holgura económica pueden -y deben- sentar la diferencia. Los presupuestos que baraja Stadia Games and Entertainment son a partir del millón de dólares y no tienen miedo a invertir más de cien millones si la idea merece la pena.
Sin embargo, que las mejoras anunciadas y las más elementales lleguen a un ritmo tan relajado impiden que Stadia despegue de manera definitiva.
¿Mientras tanto qué? Lo cierto es que las consolas de Microsoft y Sony toman posiciones. Luna asoma con su concepto de los Canales de juegos y la propia Nintendo abraza el juego en nube a través de Switch. Muchos frentes abiertos y demasiadas suscripciones entre las que elegir, así que lo más acertado y sensato por parte de Stadia sería empezar a diferenciarse del resto.
No es que la idea detrás de la plataforma de juego en Google sea mala, y lo cierto es que funciona de maravilla. De hecho, embarcarnos a través de Stadia en el servicio Ubisoft+ para jugar a Assassin's Creed: Valhalla, Far Cry 6 e Immortals Fenyx Rising es una opción ganadora, se mire como se mire: no necesitaremos preocuparnos del hardware para disponer de juegazos.
Sin embargo, la conclusión a la que llegamos es indiscutible: tras un año demostrando que el juego en nube ya no es el futuro, sino el presente, ha llegado la hora de desplegar identidad propia a través de funcionalidades que sólo están al alcance de Google y su posición predominante en internet.
Exclusivos aparte, Stadia necesita funcionalidades capaces de ilusionar a los suscriptores, atraer a nuevos jugadores y fomentar que se cree una comunidad. Y algunas de ellas ya se han dado a conocer.
Ahora bien, otras funcionalidades deberán ser lo suficientemente interesantes como para que nos planteemos viajar a la Night City de Cyberpunk 2077 y los siguientes bombazos de nueva generación desde Stadia. Con todo por ganar, la pelota ahora está en la cancha de Google.
Ver 26 comentarios