El verano nos está dejando un buen puñado de videojuegos que merecen la pena añadirlos a nuestra colección, pero todavía hay unos cuantos de lo más interesantes que están pendientes de salir a la venta. Dentro de unas cuantas semanas se lanzará el nuevo Saints Row, el cual tenía previsto llegar en febrero y finalmente fue retrasado hasta agosto.
La nueva entrega de la saga no se tratará de una continuación, sino que nos presentará un reinicio completo de esta serie en la que la acción, el crimen y su peculiar sentido del humor continuarán estando a la orden del día. Todo ello he tenido la oportunidad de comprobarlo de primera mano esta misma semana tras haber jugado sus primeros compases.
El hacer el cabra por la ciudad es algo que me ha encantado y que ha provocado que las horas se me pasaran en un suspiro, pero en realidad ha habido más aspectos que me han atrapado y que me han dejado con muchas ganas de continuar dándole caña.
Santo Ileso, una ciudad preparada para sembrar el caos
La trama de este capítulo nos lleva a la ciudad ficticia de Santo Ileso, situada al suroeste de Estados Unidos, donde la delincuencia está presente por todas partes con una serie de facciones dispuestas a machacarse unas a otras con tal de demostrar quién está al mando. En medio de todo este embrollo nos encontramos nosotros en nuestro intento de sobrevivir como podamos con los bolsillos prácticamente vacíos.
Es por ello que nuestro protagonista y sus tres compañeros de piso se dedican a completar trabajos criminales con tal de ser capaces de pagar el alquiler del piso y de paso tener algo para llevarse a la boca. Sin embargo, llegado cierto punto decidirán pasar de todos los demás y montarse su propio imperio para no tener que depender de nadie para salir adelante.
Si bien este es uno de los aspectos principales del argumento, la historia va mucho más allá. Durante las primeras misiones iremos conociendo en profundidad a Los Panteros, Los Ídolos y el ejército de los Marshall, los tres grupos principales que habitan por las calles de la ciudad, con sus propios objetivos y negocios que no son bien vistos por el resto de facciones.
A pesar de que este Saints Row es un juego de acción puro y duro he de reconocer que me he quedado con las ganas de saber cómo continuará la aventura y cómo se resolverán determinados aspectos. Además, hay infinidad de secuencias que irán desfilando constantemente durante las misiones principales, entre ellas algunas que parecen extraídas totalmente de una película de acción.
También hay que reconocer que, desde cierto punto de vista, todo esto no es más que una excusa para que nos liemos a tiros y sembremos el caos allá por donde vayamos, dado que en realidad esta es la finalidad principal del juego y a lo que nos dedicaremos la mayor parte del tiempo. No obstante, no penséis que con apretar el gatillo será suficiente y ya estará todo hecho.
Algunos objetivos que tuve que realizar, entre principales y secundarios, presentaban una dificultad que pondrán seriamente nuestra habilidad a los mandos. No voy a esconder que hubo más de una que me obligó a reintentarla varias veces hasta llegar a completarla, como por ejemplo una en la que estaba rodeado por más de una veintena de enemigos, e incluso hubo otra que decidí abandonarla porque me acabó desesperando demasiado.
Esta última en concreto era una de las múltiples misiones secundarias disponibles y en ella tenía que ayudar a una ladrona a robar unas joyas y a escabullirse de la policía en una persecución. Mientras ella estaba al volante yo debía de liarme a tiros contra los coches para volarlos por los aires, pero entre que había demasiados y no se andaban con tonterías, no hacían más que acabar conmigo sin ningún miramiento.
Comportándonos como unos bestias de la forma que queramos
A pesar de todo, no puedo negar que me lo he pasado en grande por la cantidad de formas que ofrece el juego para entretenernos en esta ciudad. Se nota que la delincuencia está presente por todas partes y no te van a mirar mal porque te dediques a realizar locuras constantemente o a comportarte como un auténtico criminal, a no ser que te excedas demasiado.
Como buen juego de acción de mundo abierto lo normal es que puedas pillar cualquier coche para ir de un lado para otro, pero a veces esto puede ocasionar que alguien llame a la policía. Sobre todo si nos dedicamos a conducir a lo loco y nos da igual atropellar a los ciudadanos, destruir otros vehículos o el inmobiliario de los alrededores.
Desde luego no olvidaré otra anécdota en la que me rodearon varios coches de la policía y me comporté como un verdadero delincuente para masacrarlos a base de tiros, algo que un par de ocasiones me permitió zafarme de ellos e irme de rositas. Sin embargo, hubo una vez en la que no pararon de pedir refuerzos para acabar conmigo hasta el punto de que se ve que maté a tantos que llamaron a los SWAT y todo, lo que no me dejó más remedio que poner pies en polvorosa.
De todos modos, no os penséis que los agentes estarán ahí al acecho cada vez que nos comportemos como unos cafres, porque también me subí a un Monster Truck y aplasté decenas de vehículos como si fueran de papel y nadie me dijo ni mu. En cualquier caso, hay tantas actividades para llevar a cabo que resulta imposible aburrirse o no encontrar algo para hacer.
Sin duda esto ha sido uno de los detalles que más me han encantado, porque hay tantos objetivos secundarios y personajes que solicitarán nuestra ayuda que te puedes pasar decenas de horas cumpliendo estos trabajillos sin prestar atención a la trama principal. Y lo mejor de todo es que a medida que vayamos avanzando en la historia se irán incrementando más todavía las formas de pasar el tiempo por Santo Ileso.
Así me he llegado a encontrar misiones de persecución, como la que mencioné previamente, además de otras en las que tuve que desempolvar el traje aéreo, liquidar a unos cuantos enemigos, robar algún cargamento y también hubo otra que se notaba claramente que estaba inspirada en Breaking Bad al tener que buscar una caravana en forma de laboratorio en el que fabricaban drogas.
Siendo nuestro propio jefe
Otro apartado que no puedo pasar por alto es el editor de personajes, que perfectamente podría ser uno de los más completos que he llegado a ver en toda mi vida. Prácticamente se podría decir que los límites los pone la imaginación de uno mismo, porque podemos modificar hasta el detalle más insignificante, sin exagerar.
Perfectamente me pude llegar a tirar 20-30 minutos en tener al personaje que quería, porque puedes cambiar las dimensiones de cualquier parte del cuerpo (sí, lo de ahí abajo también) y hasta aspectos más concretos como las pestañas, la frente, colocar cicatrices, el color de la piel que queramos o utilizar prótesis, por poner algunos ejemplos. Cada apartado tiene multitud de opciones distintas hasta el punto de que es prácticamente imposible que haya dos personajes idénticos.
El propio juego nos ofrece unas plantillas base, pero lo ideal es que cada uno diseñe a su propio jefe como quiera. De hecho, hasta permite dividir el cuerpo en dos para que cada una de las mitades luzca de una forma. El mío prácticamente parecía una mezcla entre Yondu de Guardianes de la Galaxia por el color de piel y el peinado y Coloso de Marvel por las marcas del cuerpo y lo corpulento que era.
Lástima que no pudiese sacarle una foto para mostrároslo, pero al menos os podéis hacer una idea de las auténticas locuras que se pueden conseguir con este editor que podéis probar vosotros mismos. Y ahí no queda todo, porque a medida que avanza la aventura se van desbloqueando artículos cosméticos que también ayudarán a darle un toque más personal a nuestro protagonista con toda clase de gorras, chaquetas, camisetas, pantalones, calzoncillos, etc.
Aun así, esto no es más que una apariencia, porque no afectará en nada a la jugabilidad, por lo que dará igual si nos hacemos a alguien que aparente ser brutal o muy insignificante. Siempre combatirá y se moverá por igual, con habilidades y mejoras que iremos obteniendo poco a poco a base de subir de nivel o también utilizando el dinero que nos entreguen por los trabajos delictivos que completemos.
En ocasiones se agradece el lanzamiento de propuestas como la de Saints Row, en las que únicamente importa la acción y hacer todo lo que nos plazca en lugar de estar pendiente de tramas de lo más enrevesadas. El mes que viene comprobaremos si mantiene ese buen ritmo de las primeras horas cuando se ponga a la venta el 23 de agosto en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S y PC.
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