Una aventura debe contar con una historia atractiva y unos personajes con los que sea fácil empatizar, dos premisas que me dejaron un buen poso en la prometedora demo de Röki lanzada hace unos meses. Lo bueno es que el producto final ha terminado por conquistarme y disipar las dudas que me había dejado dicha demo.
La historia entre dos hermanos y un monstruo, arropada por un universo inspirado en el folclore escandinavo, da lugar a un montón de sorpresas en una aventura que nos retrotrae a esa época de nuestra infancia donde nos dejábamos llevar sin tapujos por la fantasía en las grandes producciones cinematográficas de los años ochenta. Polygon Treehouse no podría haber debutado con mejor pie en el sector.
Cuando las criaturas de leyenda son reales...
Fundado en 2017 por Tom Jones y Alex Kanaris-Sotiriou, antiguos miembros de PlayStation y Guerrilla Games como directores de arte, se nota que este nuevo estudio contaba con un bagaje previo, tanto a nivel artístico como a la hora de contar una historia. Porque Röki está muy cuidado en todos sus apartados.
Es de esa clase de juegos con los que es fácil conectar desde el principio, porque se nos presenta a dos hermanos menores de edad (Tove, la mayor, junto con Lars, el pequeño, al que llama cariñosamente tomte como si fuese un gnomo de la cultura local) viviendo tranquilamente al lado de un lago rodeado por un bosque.
Decimos que es fácil conectar, porque Lars cree en todas las leyendas que cuentan los cuentos, con esos cuatro guardianes del bosque llamados Jötunbjörn (oso que custodia el otoño), Jötunhjort (ciervo que controla el verano), Jötunúlfur (loba responsable de la primavera) y Jötunravn (la cuervo guardiana del invierno). No es solamente que Lars crea todo lo que dicen esos cuentos, sino que asegura a su hermana que puede ver las criaturas místicas que pueblan la zona, como un espíritu nokken o un sapo kroke. Hasta que, por desgracia, Tove cree al pequeño tomte cuando de repente surge un monstruo que arrasa con su casa, quedando su padre atrapado. El problema es que esa criatura acaba secuestrando a Lars.
Se inicia, por lo tanto, un viaje de rescate en cuyo segundo capítulo, donde realmente comienza la aventura, veremos cómo el juego se nutre de toda esa fantasía de un modo totalmente cautivador que nos atrapará sin remedio y nos sorprenderá a cada rato al introducir mecánicas de lo más originales hasta su culminación en un tercer capítulo final que ahonda en un concepto muy chulo.
Parte del mérito de que Röki conecte con el jugador (por cierto, ése es el nombre de la criatura que se lleva al pequeño tomte) no es solamente por cómo se narra la historia, aderezada con localizaciones a cada cuál más llamativa, sino por gozar de una banda sonora que sabe traducir a la perfección todo lo que vemos en pantalla. Un excelente trabajo por parte de Aether y Jason Taylor. Está en Spotify, Bandcamp y servicios habituales, pudiendo comprarla aparte desde Steam.
Röki, una aventura clásica, pero también moderna
¿Y cómo se juega exactamente a Röki? Ya lo comentamos en las impresiones de la demo, pero conviene recordarlo y ahondar en el asunto. Es, básicamente, una aventura gráfica, pese a que sus propios autores la definan como una aventura narrativa, donde estamos a medio camino entre la mecánica clásica de los point & click que dominaron el género el siglo pasado, junto con ese control con mando.
Controlamos a Tove, lógicamente, teniendo acceso directo a su mochila con todo lo que vayamos recogiendo por el camino. Aquí no habrá múltiples opciones para analizar un objeto o diversas ramificaciones para los diálogos, puesto que todo será más directo. Pero eso no significa que no haya tramos de la historia donde tengamos que darle al coco y saber muy bien qué hacer con cada objeto... o directamente, hacia dónde ir. Porque es una aventura completamente abierta.
El segundo capítulo es, literalmente, todo un mundo a nuestra disposición que se irá abriendo poco a poco, a medida que vamos consiguiendo esos objetos que nos permitirán avanzar. Va desde lo básico, como una espada para destrozar unas silvas, hasta otros métodos más complejos donde variará por completo la indumentaria de Tove, desbloqueando de esa manera diversas habilidades.
Röki sabe jugar muy bien con el entorno, porque hay más de lo que se puede ver a simple vista en cada zona y nos obliga a prestar mucha atención con lo que nos rodea y las pequeñas pistas que va dejando Tove en su diario, según descubre nueva información. Todo está conectado, pero el misterio es saber cómo se producen esas conexiones y actuar en consecuencia, porque se nos abren de golpe un montón de caminos para ayudar a los guardianes de esa región de fantasía. Porque necesitamos ayuda de esos dioses para dar con el pequeño Lars.
El uso de los objetos no tiene más misterio: abrimos el inventario y arrastramos cualquier cosa hasta el punto sobre el que se pueda interactuar. A mayores, podemos investigar, para ver qué dice Tove. O si queremos ver directamente sobre qué podemos interactuar, pulsar el stick izquierdo para que se resalten todos los puntos calientes. Esto viene bien, sobre todo, para los coleccionables, que son extremadamente pequeños y mola reunirlos todos por lo que va diciendo Tove. Porque son regalos que guarda para Lars. Hasta en esos detalles toca la patata.
Y es que otra de sus grandes bazas es precisamente esa conexión entre hermanos y el deseo de rescatar al pequeñín, descubriendo poco a poco qué relación tiene con el monstruo que da nombre al juego. Y también otros temas que se irán desgranando, como qué pasó exactamente con la madre de Tove y Lars.
Una de las aventuras más bonitas de todo 2020
Esos flashbacks tendrán su momento culmen por medio de los llamados parásitos nattamare, donde Tove entrará en un sueño profundo para afrontar los miedos que la atormentan. Estos parásitos se irán extendiendo por todo el bosque, por lo que Tove también tendrá esa otra misión para salvar a los guardianes y que puedan ayudarla con su hermanito. El problema es que esas pesadillas irán a peor.
Si bien no llega a los extremos lacrimógenos de Brothers: A Tale of Two Sons, sí que sabe sacar mucho partido de esa clase de viajes para comprender la relación de Tove con su familia, llamando mucho la atención por cómo varía por completo el entorno que nos rodea: aquí la fantasía llega a su cénit con otro clásico del cine.
Obviamente, no queremos chafar la sorpresa. De igual modo que con su capítulo final, donde entra en juego una mecánica que cambia por completo nuestra manera de pensar. Es por eso que el periplo resulta tan fresco en todo momento, tanto por ir desgranando cada pequeña región (todas están conectadas, en cierto modo) como por esa forma en la que la propia Tove desbloquea unas habilidades.
Todos los puzles siguen una lógica, pero debido a la amplitud de su universo, en varias ocasiones nos podremos atascar por no saber muy bien hacia dónde ir al tener varios frentes abiertos. No es problema del juego, sino de la forma en la que nos organicemos y de no prestar atención a toda clase de detalles, especialmente las conversaciones y notas del propio diario. Que por cierto, también se puede interactuar entre dos objetos del inventario, dando lugar a veces a otro objeto.
Realmente Röki es de esa clase de juegos a los que es díficil ponerle pegas cuando te llegan tan adentro, porque uno no desea que acabe la experiencia tras ver cómo nos va sorprendiendo con cada zona nueva y el carisma de todos sus personajes. Al fin y al cabo, estamos protagonizando un cuento de leyenda.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, Röki es una experiencia totalmente recomendable, ideal para los fans de las aventuras gráficas y de dejarse llevar por la fantasía que destila el folclore escandinavo. Tove y Lars ya forman parte de mi corazón y la banda sonora de sus emotivas vidas me seguirá acompañando por mucho tiempo.
Röki
Plataformas | Steam |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Polygon Treehouse |
Compañía | United Label |
Lanzamiento | 23 de julio de 2020 |
Precio | 21,99 euros |
Lo mejor
- El cautivador atractivo de su universo
- Tove, Lars... todos los personajes
- La banda sonora es una delicia
- Mucha imaginación con ciertos puzles
Lo peor
- Que aún no tenga fecha para Nintendo Switch
- Que Google confunda Röki con Rocky Balboa
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