Análisis de Oxenfree II: Lost Signals, una secuela que conserva la esencia de la aventura narrativa original con más puzles y sucesos paranormales

En 2016 el equipo de Night School Studio nos sorprendió muy gratamente con Oxenfree, una aventura narrativa que nos conquistó por su historia, personajes y misterios. Su buena recepción impulsó al estudio a querer desarrollar una secuela que originalmente se iba a lanzar en 2021, pero tras una serie de retrasos será hoy mismo cuando finalmente se pondrá a la venta.

Oxenfree II: The Lost Signals es el nombre que ha recibido esta continuación del thriller sobrenatural que se ha hecho un poco de rogar, pero sus responsables querían tomarse un tiempo adicional para finalizar su desarrollo y así ofrecer un producto final de mejor calidad. La cuestión es, ¿habrá merecido la pena esperar unos años? La respuesta la tenéis aquí mismo en el siguiente análisis.

Desentrañando unos extraños acontecimientos con unos cautivadores personajes

Antes de nada, es importante señalar que en ningún momento es obligatorio haber jugado al título original para disfrutar de esta segunda parte. No obstante, los que sí lo hayan hecho se sentirán como en casa por determinadas mecánicas y por algunos detalles en este argumento ambientado cinco años más tarde. Aun así, los personajes principales son completamente nuevos, siendo Riley Poverly a quien controlaremos en todo momento de principio a fin.

Nuestra protagonista es una investigadora medioambiental que pone rumbo hacia Camena, su pueblo natal, donde recibe el trabajo de investigar unas extrañas señales de radiofrecuencia que han comenzado a aparecer por todas partes, provocando problemas en los equipos electrónicos. Con lo que no contaba ella era con el hecho de que en realidad todo este asunto iba a estar rodeado de sucesos paranormales de lo más extraños.

No tardarán en tener lugar alteraciones espacio-temporales, con enigmáticas secuencias que harán que de primeras no entendamos absolutamente nada de lo que está pasando. De todos modos, no hay de qué preocuparse porque la historia está hilada a la perfección de principio a fin, con una trama que se vuelve cada vez más interesante y te deja con ganas de conocer más detalles de estos acontecimientos que le darían a Iker Jiménez para hacer decenas de programas.

La aventura es bastante lineal y no resulta muy complicado saber cuál es el siguiente paso que debemos de dar, por lo que prácticamente nos podemos relajar la mayor parte del trayecto de esta aventura narrativa leyendo las conversaciones que mantendrán Riley y Jacob Summers, un amigo de la infancia que también se verá involucrado en este entuerto y no se separará de nuestro lado en ningún momento.

Lo cierto es que es de agradecer su presencia porque hace que los viajes por las colinas, cuevas y otros escenarios de la aventura se vuelvan más amenos, porque Jacob no parará de sacar temas para hablar con Riley, ya sea sobre sus aficiones, su juventud, sus preocupaciones, etc. Eso sí, en nuestra decisión quedará el si queremos responder para darle pie a que siga hablando con nosotros o simplemente optamos por ignorarle.

Esto mismo se aplica a todas y cada una de las conversaciones que irán desfilando a lo largo de toda la trama. Como ya pasaba en el anterior juego, en infinidad de momentos aparecerán tres globos en pantalla con las posibles respuestas que podemos dar, pudiendo decantarnos por la que queramos, porque en realidad la historia seguirá adelante en cualquier caso, para que no nos tengamos que preocupar de dar unas contestaciones en particular.

No obstante, a lo que sí afecta todo esto es a los diferentes finales secretos, lo que ya de paso garantiza una buena rejugabilidad para que reaccionemos a determinadas situaciones de una manera diferente. Asimismo, en algún que otro momento aparecerán otros personajes secundarios con los que podremos hablar únicamente a través de un walkie-talkie para ayudarles a resolver algunos de sus problemas personales, como una especie de misión secundaria, aunque esto es totalmente irrelevante y ajeno a nuestro objetivo principal.

No quiere decir que esta especie de misiones opcionales sean malas, pero la verdad es que en todo momento prefería centrarme en la tarea real de Riley, con unos cautivadores personajes y una historia que se nota que quería ser más ambiciosa en comparación con el anterior Oxenfree. Además, está todo tan bien desarrollado que no querremos perdernos ningún detalle, sobre todo para tener claro las devastadoras consecuencias que pueden tener algunas de nuestras decisiones.

Por otro lado, cualquiera de las conversaciones que presenciaremos estarán en inglés, con la posibilidad de activar los subtítulos en castellano para no perdernos ningún detalle de lo que cuenten los personajes.

Unos utensilios comunes, pero de lo más útiles

En otro de los aspectos en los que se nota que Oxenfree II: Lost Signals ha sido demasiado conservador es a la hora de resolver determinados puzles, porque una buena parte de ellos requerirán el uso de una radio que llevaremos siempre encima. Parece mentira que una simple radio sea nuestro utensilio más indispensable, pero lo cierto es que es el único capaz de provocar determinados fenómenos tan sorprendentes para cualquier humano.

Más que nada porque a veces nos tocará sintonizar un canal de radio en concreto para causar las distorsiones espacio-temporales indicadas anteriormente, pero también para generar otras anomalías en el cielo dependiendo del canal que escojamos. No obstante, cualquiera de estos puzles carece de dificultad alguna, porque tan solo basta con ir moviendo la rueda de un lado a otro hasta que la propia vibración del mando o los fuertes ruidos que escuchemos de fondo nos dejen claro que va a suceder algo gordo.

Precisamente la radio es la gran causante de la mayor parte de los acontecimientos que irán teniendo lugar. Aun así, también podremos recurrir al uso de un walkie-talkie para hablar con otros personajes, aunque muchas veces el uso que le daremos estará ligado al propio argumento al pedirnos que lo utilicemos y en otras ocasiones podremos ser nosotros mismos los que llamemos a algún canal en particular por si nos apetece charlar con otros que no sean Jacob.

En cuanto al resto de puzles, son más puntuales y las veces que nos tocará resolverlos se pueden contar prácticamente con los dedos de una mano. Por ejemplo, durante nuestro viaje tocará colocar una serie de transmisores por las partes más altas de las montañas de la ciudad y estas nos propondrán una especie de microjuego de buscar un punto en un panel que, al igual que con la radio, localizaremos gracias al sonido y la vibración del mando.

Asimismo, también hay otros que deberemos de resolver a base de girar las ruedas de una máquina hasta lograr que muestren un dibujo en la pantalla, pero estos momentos son escasos. En definitiva, la aventura prácticamente es disfrutar de lo que nos vaya contando el argumento sobre la marcha, porque los puzles son demasiado sencillos y la exploración está un tanto limitada porque en la propia pantalla irán apareciendo los puntos a examinar hasta dar con lo que estamos buscando.

La opinión de Extra

Los que hayan disfrutado con el primer Oxenfree no pueden pasar de largo de Oxenfree II: Lost Signals, porque a grandes rasgos parece el mismo juego por sus mecánicas y la forma en la que se va resolviendo el argumento. Por supuesto cuenta con su propia historia muy emocionante e interesante que logra que no quieras perderte nada de lo que está pasando, con un final sublime que dependerá de determinadas decisiones y acciones que se hayan ido realizando hasta ese momento.

La relación entre Riley y Jacob es de lo mejor del juego y la trama consigue a la perfección que les pilles un gran cariño a ambos desde los primeros compases por las charlas que mantendrán para conocer mejor su pasado y su vida en general. Por su parte, los puzles son un tanto sencillos de resolver, por lo que es importante tener en cuenta que al final lo que tiene más peso de principio a fin es el argumento y el viaje que se ha realizado, pero también he de decir que en un par de momentos muy puntuales me he encontrado con la obligación de reiniciar la partida porque el juego había sufrido un fallo que me impedía progresar, aunque estos son los únicos inconvenientes con los que me he topado.

Dicho esto, a los que os encanten las historias paranormales, no dudéis en darle una oportunidad a Oxenfree II: Lost Signals porque las pocas horas que dura te atrapan de una manera asombrosa, con una espléndida banda sonora y un buen conjunto de actores de doblaje que bordan sus papeles. Quizás no sorprenda tanto como el título original al ser muy parecida en muchos aspectos, pero podéis tener seguro que es una experiencia que os dejará un buen sabor de boca cuando la finalicéis y tengáis ganas de descubrir el resto de finales.

Precio de Oxenfree II: Lost Signals

El precio de Oxenfree II: Lost Signals varía dependiendo de la plataforma en la que queráis jugar. Las versiones de Nintendo Switch y PC a través de Steam tienen un precio de 19,99 euros, mientras que la de PS4 y PS5 en PlayStation Store cuesta 23,99 euros. En cambio, los que dispongáis de una suscripción a Netflix lo podréis descargar y jugar en vuestros dispositivos móviles sin ningún coste adicional.

Duración de Oxenfree II: Lost Signals

Si sois de los que únicamente vais a completar la historia principal y nada más, probablemente os lleve unas seis o siete horas el pasaros Oxenfree: II: Lost Signals. Una cifra que se verá aumentada en unas cuantas horas más si sois de los que queréis buscar unos coleccionables en forma de cartas o queréis ayudar a todos los habitantes de la ciudad con los que charlaréis a través del walkie-talkie.