Lo tenía en lista de deseados, he estado atento a todas sus rebajas y aprovechando el verano he decidido, por fin, darle una oportunidad. La tentación por comprar ‘La Tierra Media: Sombras de Guerra’ siempre ha estado ahí, desde antes incluso que llegase a las tiendas, pero por una razón u otra siempre había una excusa para echarme atrás.
Podría llegarse a pensar que gran parte de la culpa estaba en las críticas a sus micropagos, pero estaría mintiendo. Tras leer el análisis de Jarkendia me quedó bastante claro que, pese a ser un problema innegable, podía acabar disfrutando del juego igualmente, pero sí utilizaba eso como razón para desequilibrar la balanza.
Excusas que te hacen mirar para otro lado
O eran las cajas de botín que rompían el final del juego, o la pereza de adentrarme en un juego largo, o pocas ganas de soltar dinero, o la excusa de que en algún momento llegaría a PS Plus o sistemas similares... Siempre había un “pero” que me invitaba a esperar y me hacía mirar para otro lado.
En una época en la que los problemas de ser early adopter están en pleno centro del debate, con países como Alemania prohibiendo las reservas de productos que no tienen fecha de lanzamiento y con títulos que llegan al mercado con la promesa de cambiar por completo en meses posteriores, adentrarme ahora en ‘La Tierra Media: Sombras de Guerra’ resulta ser el ejemplo perfecto de lo bueno que es a veces esperar y lo mucho que puedes disfrutar igualmente un juego aunque tenga meses a sus espaldas.
Puede parecer un camino lógico, pero desde luego no es el habitual. Las cifras llevan años indicando que el mejor momento de salud en ventas de un juego son durante la primera semana. Que el goteo posterior es clave para seguir sumando pero que son las primeras ventas las que marcan si ha sido un éxito o no.
Los casi tres millones de copias físicas colocadas por ‘La Tierra Media: Sombras de Guerra’ desde el pasado octubre no están nada mal, pero no sería de extrañar que Warner tuviese algo más elevado en mente tras esa primera semana de lanzamiento. Al fin y al cabo ‘Sombras de Mordor’ alcanzó con bastante facilidad los seis millones y, aunque en ese caso había que sumar las ventas en la pasada generación, esas sólo suponen un millón de copias.
Una situación cuanto menos curiosa teniendo en cuenta que ‘La Tierra Media: Sombras de Guerra’ es mucho mejor que la primera parte en muchos sentidos. No sólo el sistema Némesis está más depurado y tiene mayor profundidad, también es un título que sabe jugar mejor sus cartas, especialmente la del ritmo.
Sombras de Guerra: uno de los juegos del verano
Menos paseos, más combates, más opciones a la hora de encarar misiones y también cuando toca perderse realizando actividades secundarias. Si del primero puedo decir que me gustaba lo que proponía, del segundo sólo puedo hablar con la palabra juegarral en mente. Y es que no sé hasta qué punto me habría chafado la experiencia toda esa capa de microtransacciones y cajas de loot de la que tanto se habló hace unos meses, pero sin ellas sobre la mesa no hay motivos para posibles quejas.
Queriendo ir a saco a por la historia (el tiempo es limitado, también en verano), en no pocos momentos me he visto despistado durante largas franjas de tiempo en busca de orcos del ejército a los que masacrar. Da igual que mi objetivo estuviese a la vuelta de la esquina, siempre hay una razón para despistarse y disfrutar de un sistema de combates y habilidades que me parece divertidísimo.
Lo único que me despierta algo de pereza es su historia y cinemáticas, no por menos interesante sino por ser una pausa para una sangría adornada con cabezas de orcos que me tiene mucho más ocupado y entretenido. Que navegar entre una y otra sea además cuestión de segundos gracias a la velocidad del personaje (una bendición para aquellos que quieren disfrutar de un mundo abierto sin viajes innecesarios), hace que sea mucho más fácil dejar que vuelen las horas que apagar el PC.
Recordar que en su día se llevó el sello de imprescindible en esta casa y que muchos de los peros que le acompañaban ya no están presentes, me parece muy necesario para hacerle justicia. Puede que ‘La Tierra Media: Sombras de Guerra’ errase el tiro hace unos meses, pero eso no significa que sus balas sean de gominola.
Probablemente alguno de vosotros estará como yo hace unos días, debatiéndose entre si le da finalmente una oportunidad o no al juego, así que espero que este texto sirva, como mínimo, para poner otra excusa en esa balanza, en este caso en el lado relativo a darle finalmente una oportunidad. ‘La Tierra Media: Sombras de Guerra’ va a ser, sin duda alguna, uno de mis juegos del verano.
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