Viernes 23 de octubre, nueve y media de la mañana. Acabo de aterrizar en España tras 16 horas de aviones y aeropuertos. Normalmente cuando hago viajes tan largos me suelo ir directo a casa a echar una siesta para no sufrir más tarde el temido jet lag. Esta vez decidí hacer una excepción pues había una causa muy justa (je) que me hizo dejar la cama para esta noche y coger un mando para jugar. 'Just Cause 3' me esperaba y no quería perder esta oportunidad para probarlo y contaros mis primeras impresiones.
Desde que vi el primer trailer con las nuevas aventuras de Rico Rodríguez he ido siguiendo de cerca su desarrollo. Lo que mostraba era igual de divertido y cafre que en la anterior entrega. Todo permanecía igual a 'Just Cause 2' en los vídeos y trar jugar las primeras horas puedo confirmarlo. Square-Enix ha decidido ser continuista pero eso no es precisamente un problema porque el núcleo sigue siendo el mismo: diversión a lo loco sin complejos.
El retorno de Rico Rodríguez
Rico Rodríguez vuelve a casa, la que abandonó siendo un crío para convertirse en un mercenario experto en derribar dictaduras a lo largo y ancho del mundo. Unas islas de ficción con una fuerte inspiración italiana, los que hayáis estado alguna vez en la Toscana sabréis a qué me refiero. Campos infinitos y un clima mediterráneo que crean una ambientación agradable y que nos invita a perdernos.
Nuestro protagonista vuelve para hacer lo que sabe hacer mejor que nadie: tirar la autarquía de turno y liberar a sus paisanos del yugo de un dictador. Tarea fácil para un Rico que ya tiene experiencia en ello y que de cara a esta aventura viene con unos cuantos trucos bajo los brazos, nunca mejor dicho.
Si recordáis 'Just Cause 2', sabréis que el gancho y el paracaídas eran elementos fundamentales para interactuar con el entorno y movernos a toda velocidad por el mapa. Ahora nos tocará añadir una posibilidad más a su arsenal: el traje volador con dos pequeñas alas entre los brazos de Rico.
Lo hemos visto en los trailers como una forma de moverse más rápido por las islas sin necesidad de tocar el suelo. Efectivamente, es ágil en comparación con el combo gancho y paracaídas pero también nos llevará un tiempo dominarlo. Las primeras veces que lo uséis, vais a terminar dando de cabeza contra el suelo. Lleva tiempo pero una vez logramos hacernos con él, es un añadido que da mucho juego para ir rápido de un sitio a otro.
El mapa, por cierto, es igual de grande que en 'Just Cause 2'. La diferencia, según explicaba uno de los responsables que me acompañó durante la demo, es la densidad de elementos que veremos en el mapa. No habrá tantos espacios vacíos y los diferentes puntos de interés estarán mucho más recogidos y cercanos. Tras sobrevolar algunas islas y desplazarme doy fe: los trayectos cortos son más asequibles y no tendremos que perder tanto tiempo yendo de un lado para otro.
Los escenarios además ayudan a que esos paseos por el aire sean mucho más agradables: ruinas en la playa, montañas más altas, pequeños pueblos, bases militares... En Square-Enix dicen haber puesto más empeño en el espacio vertical y sí, algunos puntos están situados en lo más alto y no son excepciones como ocurría en la anterior entrega.
El sistema de juego y físicas se ha escrito desde cero, según nos explicaba la gente de Square-Enix han querido hacerlo así para dar el salto a la generación actual de consolas sin problemas. Cuesta creerlo porque a pesar del cambio de motor han logrado calcar las sensaciones del título anterior y eso es bueno.
'Just Cause 3' sigue sin ser un pretencioso juego de acción. Los disparos están ahí pero no requieren una habilidad muy alta para acabar con los enemigos o cumplir con los diferentes objetivos. La gracia, una vez más, está en moverse rápido y ser lo más destructivo y creativo posible. Eso lo sigue haciendo muy bien ya que el abanico de posibilidades se amplía con las armas y los ganchos.
Tras atacar varias bases descubro que, efectivamente, sigue manteniendo todo lo bueno que tenía el anterior 'Just Cause'. Rápido, destructivo, divertido y con algún que otro momento delirante con las animaciones ragdoll. La única pega la pone la falta de un HUD que nos ayude a localizar objetivos. A veces es fácil tirarse unos minutos dando vueltas por la base para ver qué es lo que nos queda por arrasar. Con una pequeña flecha habría sido suficiente pero no, Square-Enix se ha empeñado en que dediquemos algunos minutos tras haber arrasado una base militar hasta los cimientos buscando alguna antena escondida en algún sitio.
Visualmente 'Just Cause' presume de haber dado un salto técnico importante. No está al nivel de los juegos más punteros pero no hay que olvidar que se trata de un mundo abierto, género que siempre es una cortapisa para detallar tanto como le gustaría a los desarrolladores. Aún así, se nota que ha mejorado y lo que hemos visto en la demo me gusta mucho. Resultón, efectista pero algo feo en las distancias cortas (esos modelados de caras...)
Las primeras horas con 'Just Cause 3' nos han causado buenas sensaciones. Sabe mantener la esencia de la saga y no han decidido hacer experimentos para traer nuevos fórmulas que podrían no terminar de cuajar. Me fui con una duda eso sí: Rico puede terminar cayendo en el pecado de la monotonía y que al final sus muchas explosiones solo sean una cortina para tapar un gameplay repetitivo donde tengamos que realizar la misma acción en lugares diferentes. Ya sabemos que sus tramas son más propias de una película de acción de sobremesa pero la variedad será clave para mantener firme su loca propuesta.
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