'Guacamelee!': análisis

Ni le seguí la pista a 'Tales from Space : About a Blob' ni me acabó de convencer lo mostrado de 'Mutant Blobs Attack', pero tras probar 'Guacamelee!' sé que a partir de ahora voy a degustar todo lo que Drinkbox Studios me ponga por delante. El título de PS3 y PS Vita es una auténtica joya que merece toda nuestra atención.

Un juego que mezcla acción, exploración, aventura y además tiene tiempo para robarte una sonrisa con cada nuevo detalle del escenario o sus personajes, ya sea apoyándose en juegos, memes o los típicos clichés de los colegas mexicanos. ¿Que le añadiríais? Pues las tollinas estilo wrestling que tanto nos gustan y un modo cooperativo con el que poder repartirlas.

Guacamelee!: la joya de PSN

Con la llegada de 'Guacamelee!' la tienda de juegos de Sony suma otro de esos exclusivos que tan bien le vienen en su constante lucha con Xbox Live Arcade. El juego de Drinkbox Studios es una de esas joyas por la que los usuarios de otras plataformas empezarán a suspirar, y de cara a la próxima generación ese aparente cambio de roles en el apartado digital puede hacer bastante daño.

'Guacamelee!' es un juego muy bien parido. Largo, divertido y con una profundidad que puedes adaptar a tu ritmo, escogiendo la vía fácil y tirando de mapa para continuar la historia o parándote a disfrutar de cada uno de sus detalles mientras explotas su exploración y sus misiones secundarias.

Sus propios creadores lo definen como una mezcla de brawler y plataformas de estilo metroidvania. Queda tremendamente bien sobre el papel, pero al ponerlo en juego es aún mejor, os lo aseguro. Hay mucho que ver y disfrutar en este juego, y llegando a un precio tan apetecible (aún más si eres de PS Plus) es absolutamente imprescindible.

La historia de Juan Aguacate

'Guacamelee!' nos pone en la piel de Juan Aguacate, un pringado de pueblo que por cosas del destino acaba salvando al mundo convirtiéndose en un luchador legendario. Espero que al otro lado del charco hayan sentado bien las coñas y referencias al folclore y el estilo clásico de México, porque el diseño de escenarios y personajes es una genialidad que ya quisieran muchas series de animación.

Los carteles del pueblo guardan un sinfín homenajes a videojuegos como 'Portal' o 'Grim Fandango', y no olvidemos los memes, pero lejos de convertirse en un recurso cansino y demasiado explotado, está medido con calzador para que las bromas nunca se hagan pesadas y cada vez que pases por la zona descubras un nuevo detalle.

No es sorpresa que algunos personajes y giros de la historia se vean a leguas, la historia es simple, pero los diálogos son muy divertidos y, sumado al aspecto de algunos personajes (nuestro guía es un brujo que se transforma en chivo), acaba robándonos más de una agradable sonrisa.

Guacamelee!: ensalada de tortas

El combate no es el eje principal de la dificultad del juego, he sudado más con las zonas de plataformas, pero pasea entre lo simple y el reto gracias a una gran agresividad de los enemigos, que podemos despachar a gusto con los poderes de Juan. Cada ataque especial despega con un color, y además de servirnos para restar enemigos a mayor velocidad, nos permitirá destrozar la defensa espectral que llevan algunos de ellos.

Puede parecer complicado, sobre todo cuando pequeños esqueletos y bestias de las que revientan básculas de camiones empiezan a moverse entre el mundo de los vivos y el de los muertos, requiriendo por nuestra parte que cambiemos de dimensión pulsando un botón para poder atacarlos, pero lo cierto es que le acabas cogiendo el truco rápido.

Un ejemplo. Se acerca un esqueleto con escudo rojo y tras él hay otro enemigo que está en el mundo de los muertos. Reventamos al primero con un uppercut (ataque rojo) destrozando su escudo, el panoli se eleva en el aire y nosotros lo hacemos con él mientras le reventamos el bazo a puñetazos.

Cuando ya está casi listo un triángulo nos indica que podemos cogerlo y lanzarlo, por lo que lo despedimos en dirección al otro enemigo y cambiamos de dimensión para que al segundo enemigo le afecte el golpe. Diseño y animaciones ya se encargan de hacer de esto un espectáculo, pero súmale la colaboración de un compañero para crear un súplex combinado y la alegría será antológica.

Plataformas y puzles, todo en uno

Para qué te vas a molestar en incluir puzles si los propios saltos del juego ya lo son. El escenario de 'Guacamelee!' es lo suficientemente grande como para que cada acceso requiera una habilidad especial, y dentro encontremos varios pasadizos a los que volver en el futuro cuando tengamos el poder del color adecuado.

Sería bueno simplemente por alargar la vida del juego fomentando la exploración, pero donde realmente brillan los poderes es al integrarse en las zonas de plataformas. Golpe ascendente y lateral se suman al salto (el normal o el doble) para que tengamos que aprender a usarlos en conjunto, accediendo así a suelos que antes no podíamos pisar.

Gana poderes, contrólalos y prepárate para el bofetazo en la cara que supondrá el cambio entre el mundo de los vivos y el de los muertos, porque ahí sí que 'Guacamelee!' te exprimirá al máximo. Que una plataforma esté en un mundo y la siguiente en otro no es problema, basta con activar el cambio en medio del salto, pero cuando entran en juego pinchos, sierras y caídas libres entre columnas la cosa se anima.

Nunca llega a ser un reto al estilo 'Trials HD' o 'Super Meat Boy', los saltos no están tan medidos al milímetro y con un par de intentos acabas cogiéndole el truco, pero se agradece que te obliguen a pensar y experimentar con los poderes. El juego lo hace con mucho ritmo, incluyendo novedades constantemente y sumándolas al repertorio, por lo que siempre acabas dándole diez minutos más para que te siga sorprendiendo.

Drinkbox Studios ha creado un juego redondo y reconozco que los cambios experimentados durante el desarrollo le han sentado de maravilla. Los enemigos son más duros que en sus primeras presentaciones y el juego del cambio entre mundos se ha resuelto con maestría. Si tienes PS3 o PS Vita (cuenta con Cross-Buy), 'Guacamelee!' es un título que está pidiendo a gritos que lo pruebes. Él sabe que no te va a defraudar.