Análisis de Crysis Remastered, o cuando un clásico de los FPS se enfrenta al paso de los años

Existen juegos que por distintos motivos han logrado dejar huella, ya sea por su argumento, por su jugabilidad, su propuesta, etc. En 2007 se lanzó el mítico Crysis y resultó ser un verdadero bombazo por la calidad gráfica que logró alcanzar el título de Crytek gracias al motor gráfico Cry Engine, aunque moverlo a pleno rendimiento era algo impensable para la mayoría de usuarios.

Hay que reconocer que Crytek dio un golpe muy fuerte sobre la mesa al demostrar el asombroso apartado visual que podían llegar a alcanzar los videojuegos. Por esta razón resultó muy sorprendente el que la compañía quisiera traer de vuelta su gran obra con una remasterización bajo el nombre de Crysis Remastered, lo que nos hizo pensar en su momento en cómo mejorarían sus gráficos en esta versión.

Sin embargo, tras haberla probado a fondo, no nos ha terminado de quedar muy claro si lo que estábamos jugado se trataba del juego original o algo peor, porque desde luego, llamar remasterización a esto, es hacerle un flaco favor, como bien vamos a pasar a contaros en nuestro análisis basado en la versión que ha sido publicada en PS4.

El Nanotraje y todo su potencial

Algo que hay que destacar antes de nada es que Crysis Remastered es el mismo juego que ya vimos 13 años en el sentido de que la historia o la jugabilidad no han cambiado, así que en estos apartados no vamos a encontrar ninguna novedad. Dicho esto, nuestro protagonista es Nomad, un soldado de la CIA que viajará junto con su equipo a una isla en la que habitan unos soldados norcoreanos.

Al principio la trama nos dejará con la duda de por qué vamos exactamente hasta allí o cuál es el objetivo real de la misión, algo que se irá revelando poco a poco a medida que vaya avanzando la trama. Lo que sí tienen que evitar a toda cosa nuestro grupo de soldados es el caer en manos del enemigo para no perder el traje que llevan equipado, llamado Nanotraje, que viene a ser una especie de armadura que les otorga unas habilidades especiales y de lo más poderosas.

Así, mientras tengamos energía suficiente, podemos desplazarnos a toda velocidad de una carrera, dar saltos de gran altura, endurecer nuestra piel para volvernos más resistentes o también permanecer invisibles. Naturalmente cualquiera de estas acciones disminuirá nuestra energía, sobre todo si estamos en movimiento o en plena acción, más aún si nos daña algún enemigo, de ahí que haya que procurar no gastarla en exceso para poder salir airosos de cualquier situación que se vuelva un tanto peliaguda.

Lo cierto es que la jugabilidad tiene un factor estratégico que le queda bastante bien al tener que decidir rápidamente qué habilidad del Nanotraje es la mejor en determinados momentos. Asimismo, esto también entrará en juego a la hora de pasar a la acción, porque no es lo mismo ir en plan Rambo con el traje resistente que buscar una cobertura perfecta mientras nos desplazamos sigilosamente estando invisibles. Por su parte, los saltos también nos resultarán de gran utilidad para alcanzar lugares que parecen inaccesibles a simple vista.

Si bien todo esto está muy bien y no deja de ser un buen FPS, tampoco es que podamos destacar algún detalle más que resalte especialmente. La jugabilidad se nota un tanto anticuada y no alcanza la calidad de otros FPS más actuales. Se queda lejos de otras grandes producciones, por mucho que hace más de una década Crysis resultara una experiencia de lo más impresionante, pero ahora no logra transmitir en absoluto esa misma sensación.

Eso también se debe a la extraña inteligencia artificial de los enemigos, porque actúan de forma un tanto... peculiar. En ocasiones vas oculto y te ven aunque estés a 20 metros de ellos o se ponen a disparar a lo loco y otras estás a un palmo y ni se percatan de tu presencia, por no contar que con la puntería que tienen a veces no les hace ninguna falta un rifle francotirador, pero tampoco es que planteen un duro desafío a no ser que haya un grupo muy numeroso de soldados.

Esto también lo notaremos a veces cuando nos desplacemos por el escenario despacio, para no hacer ruido, que no faltarán los momentos en los que sabrán perfectamente dónde estamos y también nos ha pasado que nos hemos colocado justo detrás de alguien y ni se ha enterado de ello. Y ahí no queda todo, porque alguna vez nos hemos topado con algún enemigo que parece que lleva equipado también un Nanotraje porque es capaz de moverse a toda leche o aguantar varios tiros de nuestra ametralladora sin inmutarse ni una pizca, aunque ese caso no se da con la escopeta y mucho menos con el lanzacohetes, faltaría más.

Una "remasterización" que pedía a gritos un mejor trato

Cuando se habla de remasterización uno se imagina una clara mejoría en los gráficos, aunque sea un poco, pero algo que logre superar al título original. Sin embargo, la versión para PS4 de Crysis Remastered que hemos jugado no nos ha dado para nada esa impresión. Hasta se podría decir que en algunos momentos se ve hasta peor que la obra de la década pasada.

Vale que aquel Crysis estaba en PC y con mods o con una configuración adecuada se puede lograr un apartado visual magistral, de ahí que se necesitará un portento de ordenador para moverlo. Era inevitable pensar que con una remasterización disfrutaríamos de un producto mejor todavía, pero nada más lejos de la realidad en cuanto llevas unos minutos jugando y no hay nada de nada en pantalla que te atrape a simple vista.

Vale que el agua luce muy bien y parece muy realista, los escenarios están repletos de detalles y la ambientación está lograda, pero es que estamos en 2020, a un paso de la próxima generación de consolas y no podemos evitar insistir en que estamos hablando de una remasterización y que todo esto que tiene de positivo ya lo tenía el juego original. Sin duda se podría decir que se ha aplicado la ley del mínimo esfuerzo, a pesar de los retrasos que ha sufrido para, aparentemente, pulir la experiencia más todavía.

Las texturas de algunas partes de los escenarios en forma de mundo abierto dan un poco de grima. Si bien las plantas, los árboles o las palmeras cuentan con un mejor acabado, no se puede decir lo mismo en absoluto de las piedras o el suelo, que al acercarte a estos elementos es donde se aprecia claramente las carencias o se ven un tanto borrosas. Por eso mismo, si tenéis la oportunidad, os recomendamos mejor que os decantéis por la versión para PC (a la que pertenecen algunas de las imágenes), aparte de porque está mejor optimizada, porque podéis configurar el apartado gráfico a vuestro gusto y sobre todo porque visualmente está más lograda, como ya hemos podido apreciar en algún que otro vídeo.

En cuanto a las secuencias de la historia no nos ha terminado de convencer cómo se ven las caras de los personajes, que parecen de la pasada generación, a lo que hay que sumar el hecho de que el doblaje y el movimiento de la boca no está coordinado la mayor parte del tiempo. Al menos el doblaje en castellano se sigue manteniendo a un buen nivel y eso siempre es de agradecer.

Por otra parte, a la destrucción de los escenarios sigue por el mismo camino que el resto de elementos que hemos señalado. Las casetas se caen a pedazos en forma de láminas, como si fueran de papel, en lugar de caer destrozadas por los impactos de las balas o las explosiones. Incluso a veces entre tanto disparo acaban desapareciendo así sin más como si nunca hubiesen estado ahí. Al menos nos sigue encantando el hacer picadillo una estructura y que los enemigos debajo de ellas caigan sepultados.

Con respecto a las animaciones de los personajes a veces no dábamos crédito de lo que estábamos viendo porque ha sido lo que menos nos ha gustado de todo si tenemos en cuenta también lo que mencionábamos previamente. Al eliminar a los soldados, parece que eran humanos de goma y no tenían huesos, porque veías una pierna que alcanzaba la nuca, un brazo que se quedaba en forma de "S" y lo peor es que muchos se quedaban suspendidos en el aire. No tiene lógica.

Entonces, ¿por qué es una remasterización? Pues la verdad es que eso mismo es lo que nos preguntamos nosotros. Porque el rendimiento no es malo, va a 30 fps constantes, con algún pequeño tirón cuando alcanzamos un punto de guardado, y reaparecemos en seguida si llegamos a morir. Pero es que en líneas generales parece que hemos tenido enfrente el juego de 2007 y no una versión perfeccionada que ha llegado 13 años más tarde, porque nos ha gustado recorrer los escenarios a pie, en vehículos o con lanchas por el agua, pero nos esperábamos mucho más.

La opinión de VidaExtra

Decir que Crysis ha envejecido mal no es ninguna mentira. La jugabilidad se ha quedado muy anticuada, no ofrece una experiencia por la que podamos decir que supera o iguala a la de otros FPS actuales, aunque solo por darle caña a los poderes del Nanotraje sí que merece darle una oportunidad. Aun así, técnicamente se ha quedado tremendamente lejos de lo que le pedimos a una remasterización.

Tal vez habría sido mejor idea esperar a publicar el juego más adelante, en la próxima generación o directamente desarrollar un remake. Algo que nos hiciese recordar por qué el Crysis original era tan brillante, así que tal vez sea incluso mejor opción haceros con el juego de 2007 en PC y mejorarlo con los mods que pululan por Steam o en su defecto, si realmente queréis disfrutar de Crysis Remastered, al menos elegid la versión para compatibles y no la de consolas, a no ser que tengáis una PS4 Pro o una Xbox One X. Eso sí, avisados estáis de lo que os vais a encontrar.