Dulce ironía. Blizzard ha sacado un nuevo juego de estrategia de Warcraft, y eso es algo que no pasaba desde hace 20 años. Ahora bien antes de descorchar el champán, tienes que saber que Warcraft Rumble no es precisamente una nueva entrega numerada: se trata de una réplica a Clash Royale. Prácticamente el mismo juego con sus propios personajes. Y eso no es ni bueno, ni malo, salvo por el hecho de perder una oportunidad de oro para desmarcase de lo que ya había. La parte positiva es que la fórmula popularizada por Supercell funciona de maravilla con los héroes y criaturas de Azeroth.
Warcraft Rumble engancha. Mucho. Tardas aproximadamente dos partidas en encontrarle las verdaderas diferencias a su propuesta de estrategia de bolsillo frente a los juegos a los que le quiere comer la tostada. El sistema de progresos, basado en la gratificación constante y el desbloqueo selectivo, está muy bien pulido para ser un lanzamiento reciente y lo mejor es que sabe funcionar igual de bien en su campaña como en su aspecto competitivo. Eso sí, una vez desbloqueas las mazmorras no hay marcha atrás. Ni para ti, ni para la batería de tu teléfono.
Que no se me malinterprete: Warcraft Rumble cae en errores parecidos a los de Hearthstone y esquiva la mayoría de los tropiezos de Diablo Immortal, aunque no todos: si inviertes dinero real vas a tener ventaja en el competitivo y la sombra del FOMO (Fear of Missing Out) ya ha asomado, pero no se le puede echar en cara: salvo excepciones muy contadas, así es cómo funcionan los juegos para móviles. Por eso llevan años siendo el mayor y más lucrativo mercado para Activision Blizzard. ¿Lo suficiente para empañar su propuesta de juego?
Pese a buscar de manera proactiva las comparaciones con un exitoso y terriblemente popular Clash Royale, la alternativa de Blizzard le aguanta la mirada. Warcraft Rumble sabe aprovechar el tirón adicional que le confiere la franquicia de fantasía para ofrecer un título perfectamente integrado en su universo y que hará las delicias de los fans. Los de toda la vida quienes comenzaron a partir de WOW. Y, en el proceso, se asegura de ofrecer ese primer juego de Warcraft a una generación que lleva años jugando a juegos de estrategia sin teclados ni ratón, sino desde una pantalla táctil.
Porque, lo creas o no, la Blizzard actual se fija más en los éxitos comerciales de móviles que en los juegos llamados a sentar nueva cátedra en PC y consolas. Y eso ni es algo negativo ni tampoco se le puede echar nada en cara: el primer Warcraft bebía de juegos como DUNE 2, HearthStone afianzó los juegos de cartas para móviles y las comparaciones de Overwatch con Team Fortess siempre han estado ahí. World of Warcraft no inventó los MMORPG. Y todos tienen algo especial. Lo cual hace que nos preguntemos lo inevitable: ¿qué hace a Warcraft Rumble diferente?
Ni por la Alianza, ni por la Horda: ¡a por las Minis!
Lo esencial: Warcraft Rumble no es una versión de bolsillo de los juegos de estrategia de Blizzard, aunque lo que lo desmarca de otros juegos similares es cómo aprovecha ese impulso para reforzar su carácter propio. Tanto en lo estético, como en lo jugable. Aunque apostar por la misma fórmula que llevamos años viendo en Clash Royale hace que las comparaciones no solo sean inevitables, sino también obligatorias. Lo cual no despeja demasiado la incógita principal: ¿Cómo se juega?
En cada partida de Warcraft Rumble hay dos bases que, en esencia, tienen forma de torreta. Una es la nuestra y la otra es la que debemos destruir. Desde las bases es posible desplegar unidades que, a diferencia de otros juegos de Warcraft, no obedecen a ninguna facción, ya que representan minifiguras de colección. O Más bien, Minis. Aunque conforme avancemos en el juego veremos que existen afinidades especiales por afinidad a la Alianza, la Horda, los No Muertos, las Bestias y Rocanegra.
El despliegue de unidades es a cambio de oro, como siempre se ha hecho en los juegos de estrategia de Warcraft. El oro se repone de manera automatizada, aunque es posible hacerse con tesoros o extraerlo de las rocas dispersas en cada campo de batalla, tanto para "agilizar" el despliegue de los Minis más costosos como para poner en juego más cantidad de los que cuestan menos. Así de simple. Así de directo.
Sin embargo, Warcraft Rumble no sería un juego de Warcraft si la interacción con los escenarios fuese parte de la experiencia de juego o no hubiese una especie de equilibrio entre todas y cada una de las Minis. La manera más simple de definir las diferencias entre unidades se basa en su tipo (voladoras, asedio y cuerpo a cuerpo) ofreciendo una especie de experiencia de Piedra, Papel o Tijeras en el que hay montones de matices a tener en cuenta, como el daño, los puntos de salud o si se trata de un grupo. Porque algunas Minis constan de varias figuras, y estas atacan juntas.
A nivel artístico, de hecho, Blizzard ha encontrado un punto intermedio entre el estilo visual de Warcraft III, HeathStone y las figuras de Diorama. Logrando un aspecto familiar, pero completamente distintivo de otros rincones de su universo de fantasía. Y la música es tan pegadiza como se espera de un juego de móviles destinado a durarte toda una carga de la batería de tu móvil. Ahora bien, en esta ocasión las voces están en perfecto Inglés: solo han llegado traducidos los textos.
En Warcraft Rumble ha líderes que marcan la diferencia. Como en Warcraft III. Ahora bien, no están atados a ninguna facción: No solo tenemos la posibilidad de hacer equipos con los siete Minis que queramos (un líder y seis unidades) sino que es esencial saber conjugar bien elementos como el tipo de ataque que usan, lo que tardamos en poder sacarlos, su despliege o si se trata de un conjuro y, llegados al nivel 30, al desbloquear las Mazmorras también podremos asignar bonificaciones especiales. Lo cual significa que en este juego avanzar en la campaña y el online es algo que va de la mano. Y eso es un acierto.
Un Warcraft totalmente gratuito... Que trata mejor a quienes pagan
Todo juego de Warcraft debe funcionar igual de bien en el competitivo y en su campaña. Y Warcraft Rumble no es la excepción. Otra cosa es que Blizzard lo haya creado por amor al arte (spoiler: no) y es ahí dónde nos topamos con los límites de la gratuidad y la sombra del pay-to-win. Incluyendo, como veremos, un curioso incentivo de pago único.
Teniendo en cuenta que se trata de un juego que únicamente llega a la AppleStore y a Google Play Store (no hay una versión para PC o Battle.net) no vamos a sorprender a nadie diciendo que Warcraft Rumble ofrece mucho contenidos online y offline, y también ofrece montones de recompensas y desbloqueables a quien más juega. Pero recompensa y es mucho más generoso con quien más paga. Pero, ¿hasta qué punto es justo?
En la Tienda del juego hay un objeto valorado en 19,99 euros llamado Potenciador de Arcoluz. Si lo compras recibirás para siempre (salvo que desactives tu cuenta) un 20% más de experiencia, un 50% más de moneda de juego y una cantidad de monedas fijada más el depósito de todo lo que habrías ganado al comprarlo desde el principio. Si superas la barrera de los tres días, la cantidad acumulada es alucinante y muy tentadora.
Como resultado, los jugadores se dividen en los que tienen el Potenciador de Arcoluz y los que no lo tienen y se ven cada vez más tentados de hacerse con él, no solo por las monedas, sino por la velocidad con la que avanzas en la campaña de juego, desbloqueas más contenido y, por supuesto, te lo llevas a la experiencia online.
¿Y qué pasa con la monetización? Aquí hay un aspecto realmente interesante: Warcraft Rumble es completamente gratuito, y puedes jugarlo de arriba a abajo sin tener que gastar un centavo: durante la campaña vas a ganar Minis y créditos suficientes como para no tener que preocuparte de pasar por la tienda del juego. Sin embargo, la manera en la que Blizzard incentiva las compras es ofreciendo lotes de monedas muy golosos por tiempo limitado. Al menos, en comparación con adquirir monedas de juego sueltas.
De hecho, el modo en el que se obtienen las Minifiguras y mejoras es a través de un sistema rotatorio de tienda realmente original en el que nosotros elegimos qué queremos comprar y sus precios en moneda de juego son muy razonables. Las únicas recompensas aleatorias tienen que ver con las mejoras de los Minis e incluso en esas tienes siempre la posibilidad de elegir entre dos. De modo que se dejan las puertas abiertas a lo micropagos, pero Warcraft Rumble también es muy generoso en la campaña.
Una campaña llena de desafíos. Un online que pondrá en peligro la batería de tu móvil
Inicialmente solo tienes un modo de juego en Warcraft Rumble: La Campaña. Hasta que no consigues 10 medallas de jugador, has coleccionado suficientes figuras como para tener un estilo propio y sabes hacer algo más que meter Minis en el campo de battalla no puedes medirte con el resto de jugadores. Pero no te preocupes: si vienes de otros juegos similares en una tarde estarás sumergido en el aspecto competitivo.
En lo que respecta a la campaña, Warcraft Rumble ofrece un mapa con los dos continentes principales de Azeroth y divide cada región en una sucesión de desafíos contra enemigos y jefazos. Algunos realmente originales y otros directamente inspirados en las temporadas más divertidas y coloridas del MMORPG o HearthStone. Un acierto total.
Lo divertido de la campaña es que tienes por delante unos 80 mapas de juego que vas desbloqueando de manera progresiva. En lugar de subir niveles de jugador en Warcraft Rumble ganas Medallones, con de modo que solo "farmeas" experiencia para tus Minis, pero se establece un sistema de progresión en la que al descubrir una nueva región tienes acceso directo a todos sus desafíos. Y lo que es mejor: cada desafío es un mapa diferente.
Además, al conseguir 30 Medallones desbloqueas las Mazmorras, que son un desafío de tres enfrentamientos consecutivos con los que potenciar aspectos clave de las unidades que tienes. Todo está muy bien atado.
El objetivo de todas las misiones de la campaña es el mismo, que conste: derrotar al Jefazo de Turno, ya bien sea una Hidra, una chamán, un enorme barco o los personajes más emblemáticos de Azeroth. Pero hay que reconocer que Blizzard se ha sacado de la chistera un conjunto de mapas que logra hacer interesante la campaña, misiones sueltas con las que mejorar unidades específicas y, en el proceso, plantear un buen campo de entrenamiento para el online competitivo.
Para sorpresa de nadie, la verdadera caja de pandora de Warcraft Rumble es la experiencia online, que es un único modo JcJ (Jugador contra Jugador) con emparejamientos aleatorios. No hay modos cooperativos, ni tampoco podemos elegir al rival de lanzamiento, aunque Blizzard ha anunciado que en 2024 veremos un nuevo modo Raid. Algo muy asociado a la franquicia, todo sea dicho.
En el JcJ tendremos todas las mejoras y ventajas que hayamos obtenido, desbloqueado y comprado en el resto de modos de juego y un único escenario con tres carriles, incluyendo un puente que conecta los laterales. Podría parecer poca cosa, pero como comentamos al principio, la experiencia online y offline van de la mano en Warcraft Rumble.
Y pese a que no tardaremos en ver quién ha pasado por la tienda una vez hayamos entrado al JcJ, hay una especie de doble filtro: el sistema clasificatorio de rangos y el sistema de temporadas. El primero no tiene mucho secreto: los líderes (o héroes) que tenemos ganan honor al jugar JcJ y Blizzard combina el de los tres líderes de mayor grado para determinar nuestro rango. El segundo factor es lo que determinará el éxito del juego a largo plazo.
Pese a que Warcraft Rumble salió en calidad de soft launch, la temporada 1 de JcJ dura seis semanas y cada dos hay un cambio de mapa, torres o modificador. A partir de ahí se hace una distinción de rango en el que las Minis de quienes juegan en Bronce están fijadas en 1 y las clasificaciones superiores se redondean a partir de 3.000. De modo que hay una especie de equilibrio. Pero, lógicamente, quienes más juegan y gastan cuentan con más recursos. Porque no lo olvidemos: puede que sea un nuevo Warcraft, pero sobre todo se trata de un juego para móviles.
La opinión de VidaExtra
Nos quedamos sin un Warcraft 4, al menos de momento, pero la alternativa de bolsillo que plantea Blizzard en ningún momento se siente como un paso hacia atrás para la franquicia. Más bien, como una expansión. Una tan adictiva como Clash Royale -porque es una réplica de éste - pero también un juego de estrategia de Warcraft diseñado específicamente para los jugadores de pantallas táctiles. Ni más, ni menos.
Warcraft Rumble es un mid-core game muy bien planteado: sencillo a más no poder, pero con esa clase de curva de aprendizaje que te tiene atrapado mejorando Minis, consiguiendo Medallas, desbloqueando contenidos y regresando a las partidas online de manera constante. Tanto tras saborear una merecida Victoria como para quitarte el mal trago de una derrota ajustada.
Hay contenido por lanzar, faltaría más. Entiéndase que estamos ante el arranque de un juego diseñado para crecer como HeartStone y prácticamente todos los juegos de la actual Blizzard. Pero a diferencia de otros free-to-play, Blizzard ha sabido atar muy bien los contenidos ofreciendo de entrada más de 60 Minis, tres modos de juego incluyendo una campaña con 80 mapas y una rejugabilidad incalculable.
Y pese a que Warcraft Rumble se desmarca de esa estrategia en tiempo real que cimentó la franquicia, hay muchos elementos directamente extraídos de Warcraft III en él. Con todo, es en la variedad y las posibles combinaciones que habilitan las Minis dónde se encuentra el verdadero elemento capaz de obsesionar tanto a los fans de Blizzard y de los juegos para móviles. Los dos públicos a los que va dirigido este juego.
¿Hasta qué punto es posible progresar en Warcraft Rumble sin gastar un céntimo? Siendo justos, la respuesta la sabremos cuando haya pasado un mes desde su lanzamiento. Cuando se pueda ver realmente si los progresos obtenidos por aquellos que han completado los 80 mapas de la Campaña y pasado tardes enteras en las Mazmorras aguantan el tipo con quienes apostaron por el Potenciador de Arcoluz o compraron monedas.
Pero una cosa está clara: la franquicia Warcraft ha pasado a ser una prioridad absoluta para Blizzard y una Microsoft impaciente por entrar en el mercado móvil. Y a diferencia de la mitad de los lanzamientos de la compañía de California, Warcraft Rumble no es un traspiés: es un paso firme tanto para llevar la saga de fantasía a nuevos jugadores, como para que los veteranos fans de la Alianza y la Horda redescubran la saga que los fascinó.
Precio de Warcraft Rumble
Warcraft Rumble se puede descargar totalmente gratis desde la AppStore de iOS (iPhone o iPad), como desde Google Play Store para teléfonos Android. El único requisito es una cuenta de Battle.net y si ya juegas a HearthStone, eso que te ahorras hacerte. Puedes jugar sin restricciones de turnos y jugadas, ni tampoco hay muros de pago a la hora de jugar. Sin embargo, como en la mayoría de juegos de móviles, hay compras opcionales.
Por un lado, está el referido Potenciador de Arcoluz, valorado en 19,99 euros, que añade una bonificación permanente a los jugadores del 20% de la experiencia ganada y del 50% del oro ganado, a lo que hay que sumar recibir todo el oro acumulado si lo hubiésemos comprado desde que empezamos a jugar. En cualquier caso, la tienda para poder comprarlo no se desbloquea hasta no haber obtenido más de 10 medallas, con lo que quién lo compra sabe lo que adquiere.
Además es posible comprar monedas y lotes temáticos de precio variable. El pack más pequeño contiene 90 monedas, vale 0,99 céntimos y es suficiente para comprar un Mini que no tengas. El de mayor coste es de 99,99 euros y ofrece 12.000 monedas. Con las monedas se pueden comprar mejoras o nuevos Minis, aunque éstas se obtienen también durante la campaña. Al jugar online, por otro lado, solo ganas respeto que determina las recompensas de temporada.
Duración de Warcraft Rumble
La campaña de Warcraft Rumble se compone de 80 mapas repartidos en diferentes regiones de Azeroth con los que obtienes más de 160 medallas. Si vienes de otros juegos similares y juegas de manera intensiva puedes desbloquear los mapas en cuatro o cinco días, tres si vas a piñón, saltándote alguna que otra parte y pasando de puntillas. Ahora bien, todos los mapas tienen su propia rejugabilidad y se pueden repetir de manera infinita, y una vez llegas al nivel 50 desbloqueas la Campaña Heróica.
Luego está el caso de la colección de Minis: de primeras hay 60 y puedes ir a tiro fijo en la tienda del juego o a través de las recompensas de la Campaña. Sin embargo, una vez tengas una figura puedes mejorarlas, aumentar su rareza y, en el caso de los líderes, añadirles habilidades especiales que, por cierto, se pueden comprar en la Tienda. Aquí ya depende de la prisa que tengamos o si invertimos dinero real.
Por otro lado tenemos las otras experiencias de juego, como las Misiones para mejorar Minis específicos o las Mazmorras para obtener mejoras de clase, facción o efectos. Experiencias para un solo jugador en las que no hay un límite de horas.
A partir de aquí tenemos la experiencia Jugador contra Jugador (JcJ) con encuentros online con emparejamientos aleatorios. Aquí la rejugabilidad es incalculable. Hay un sistema de temporadas que dura aproximadamente seis semanas, pero a efectos prácticos Warcraft Rumble está diseñado para no acabar jamás. Y esperamos que con las nuevas temporadas lleguen nuevos contenidos.
Warcraft Rumble
Plataformas | iOS y Android |
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Multijugador | Sí |
Desarrollador | Blizzard |
Compañía | Activision Blizzard / Xbox Game Studios |
Lanzamiento | 2 de noviembre de 2023 |
Lo mejor
- Sencillo de jugar, profundo y terriblemente entretenido
- Mucho contenido de lanzamiento y esperamos que más conforme lleguen nuevas temporadas
- El estilo visual y jugable juega mucho a su favor
Lo peor
- Las comparaciones con Clash Royale están más que justificadas
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