La dificultad de los Souls nunca ha sido santo de mi devoción, los metroidvania se me suelen atragantar por aquello de tener que ir y volver por los mismos escenarios veinte pares de veces y, por lo general, ni mis reflejos son lo que eran ni esquivar tormentas de balas ha sido nunca una de mis habilidades especiales.
Resulta curioso porque todo eso son características intrínsecas en The Knight Witch y, sorprendentemente, lo he disfrutado con una sonrisa de oreja a oreja de principio a fin.
No contaba yo con la posibilidad de que un indie inesperado se colase entre mis favoritos del año y, menos aún, que nos tocase tan de cerca. Sin embargo los amigos del Super Mega Team sorprenden aquí con un reto divertidísimo que, a medio camino entre varios géneros, remodelan el concepto del shmup para ofrecernos un juego tan accesible como divertido. The Knight Witch es, por así decirlo, un matamarcianos del siglo XXI.
Un matamarcianos del siglo XXI
Con una historia que termina ofreciendo muchísimo más de lo que parece a simple vista, The Knight Witch nos pone bajo el control de la última bruja que queda en un mundo desolado por guerras de antaño. Nuestro papel, por enésima vez, será el de salvar al mundo de una guerra venidera mientras intentamos ganarnos la confianza de la gente.
Pese a lo pomposo del desafío, en realidad ese vínculo con la gente de a pie termina siendo una parte fundamental de lo que propone el juego, y es que ganarnos al populacho con buenas palabras y mejores acciones será la clave para mejorar las estadísticas de nuestra peculiar bruja.
Con secuencias en las que deberemos decidir cómo nos dirigimos a la gente, y un buen puñado de aldeanos repartidos por sus cinco escenarios esperando a ser salvados tras superar un puzle o conseguir una nueva habilidad, perseguir su aprobación será el camino para mejorar nuestro ataque principal, desde realizar más daño hasta aumentar la cadencia de un disparo que se controla como un shooter de doble stick, pero también las magias que estarán a nuestra disposición.
Aquí, con un sistema que parece más enrevesado de lo que termina siendo a la larga, los poderes adicionales de la bruja vendrán marcados por una colección de cartas que, con un mazo limitado, nos permitirán personalizar el estilo de juego que perseguimos con ideas como escudos que nos salven de un balazo fatídico, armas que modifiquen nuestro ataque principal o incluso devastadoras invocaciones capaces de limpiar la pantalla de balas y enemigos de un plumazo.
Una mezcla de ideas fantástica
Pero para entender mejor cómo funciona toda esa curiosa mezcla, tal vez sería mejor aterrizar un poco qué es lo que nos vamos a encontrar a nivel jugable. Como decía, The Knight Witch se basa en la idea del twin stick para que movamos a la bruja con el joystick izquierdo mientras que controlamos la dirección de sus disparos con el derecho.
Con la mente puesta en no tener que estar pensando en dieciséis cosas a la vez, mantener el botón de ataque pulsado sin una dirección anclada atacará al enemigo que se encuentre más cerca, permitiéndonos así movernos con libertad mientras estamos más atentos a las balas que se acercan que hacia dónde debemos disparar.
La idea tiene truco, claro, y es que en ese modo de ataque haremos menos daño que apuntando de forma manual, pero es en la combinación con las cartas que elijamos donde está la forma de aprovechar esa funcionalidad. Y es que no es lo mismo disparar de este modo con el ataque básico que haciéndolo con una ametralladora capaz de soltar decenas de cartuchos por segundo, o con una escopeta capaz de atravesar enemigos para controlar a grandes enjambres.
Con tres magias disponibles en todo momento que se irán actualizando en base a las marcadas por nuestro mazo, recuperar esencia de magia para hacer que la rueda siga girando con una magia tras otra será tan fácil como acercarse a los enemigos para recargar nuestros puntos de invocación. La típica jugada del riesgo recompensa que te invita a meterte en todo el follón en vez de querer disparar desde la escasa seguridad de alguna esquina del mapa.
Un reto enorme, pero accesible
El punto de dificultad endiablado lo pone el hecho de que la vida, a diferencia de la magia, no puede recuperarse a base de luchar. Nuestro a menudo escueto contador de corazones sólo se rellenará con las cajas que vayamos encontrando por el escenario o descansando en los puntos de control que también nos permitirán modificar nuestro mazo.
Eso supone tener que rehacer caminos si hemos perecido antes de llegar al siguiente checkpoint, pero también ofrece la oportunidad de experimentar tras cada muerte frente a un evento especial.
A menudo el juego nos encerrará en pequeñas secciones para que sobrevivamos a un jefe final o a una intensa oleada de enemigos y, por las condiciones y tipos de ataques de una muy generosa variedad de bichos, pronto nos veremos modificando nuestro mazo para intentar adaptarnos a sus fortalezas y flaquezas con la intención de salir indemnes.
Es justo aquí donde este tipo de juegos suelen hacerse bola, plantándote ante un reto a todas luces imposible haciendo honor de la forma más exigente posible a la idea de infierno de balas.
No han sido pocas las veces que me he repetido a mí mismo que iba a ser incapaz de pasar de ahí, que se les ha ido la pinza con el reto enfrentándonos a un muro infranqueable, pero a base de repetir el desafío e interiorizar patrones de ataque, lo que en un primer momento parecía imposible ha terminado convirtiéndose más veces de lo que pensaba en un paseo del que he salido sobrado.
La sensación de satisfacción al encarar esos retos, como podréis imaginar, es enorme, y es que pocas cosas resultan más satisfactorias que se alineen los astros para clavar una esquiva y que salga la carta que estabas esperando cuando todo parece ponerse en contra. The Knight Witch sabe jugar muy bien la papeleta de hacerte sentir poderoso.
La opinión de VidaExtra
Con una mezcla de exploración y acción que hará las delicias de los fans de las aventuras de plataformas clásicas, The Knight Witch recoge conceptos con los que todos hemos crecido en mayor o menor medida y los moderniza hasta entregar una perfecta mezcla de metroidvania y shoot’em up bajo las reglas de nuestra era.
Un juego tan bonito en lo visual como redondo en lo jugable que, por aquello de tener no pocos secretos escondidos y un manojo de finales distintos esperando a ser descubiertos, puede alargarse bastante más de lo que llega a dar de sí una primera vuelta que en absoluto se antoja alargada artificialmente. Reconozco que me despertaba mucha curiosidad, pero no esperaba encontrarme en The Knight Witch semejante juegazo.
Imprescindible
The Knight Witch
Plataformas | PC, PlayStation, Nintendo Switch y Xbox (versión analizada) |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Super Mega Team |
Compañía | Team 17 |
Lanzamiento | 29 de noviembre de 2022 (Steam, GOG y Switch) |
Lo mejor
- Una mezcla de géneros fantástica
- Consigue ser un reto desafiante a la par que accesible
- Es bonito a rabiar
Lo peor
- Algunos errores mínimos de colisión al estar muy cerca de paredes
- Cuesta acostumbrarse al uso de las cartas
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