No hay que estar muy pendiente a las últimas novedades en la industria del videojuego para haber leído y/o escuchado algo sobre Helldivers 2. Su nombre no ha parado de resonar desde su lanzamiento a comienzos de febrero, incluso sobreponiéndose a entregas tan maravillosas como Final Fantasy VII Rebirth.
Hay muchas razones por las que Helldivers 2 está siendo una verdadera explosión nuclear: un lanzamiento en PS5 y PC (con miles de usuarios pidiendo su llegada a Xbox), su gameplay absurdamente divertido y adictivo, microtransacciones que no buscan apuñalar la cartera de cada jugador, etc. En Vida Extra podéis encontrar varias publicaciones con más de una decena de razones para jugarlo.
La razón más importante es al mismo tiempo la más desconocida para la mayoría de jugadores que todavía no se han dejado cautivar por su campaña propagandística militar. Tras hablar con varios conocidos y navegar por Reddit, he comprobado que un gran número de personas no sabe cómo funciona exactamente Helldivers 2. ¡Y flipan cuando alguien se lo cuenta!
Todos contra un tal Joel en Helldivers 2
¿Cómo funciona exactamente Helldivers 2?, ¿cuál es el meollo del videojuego? Más allá de la sátira a los Estados Unidos al estilo de Starship Troopers y las explosiones de su gameplay, hay una experiencia cooperativa como pocas veces hemos visto antes. Sus responsables, Arrowhead Games Studios, encontraron inspiración en Dungeons & Dragons.
Helldivers 2 no se anda con chorradas a la hora de explicarte tu cometido: eres un soldado, un simple engranaje en la maquinaria bélica de SuperTierra, aunque el gobierno se empeñe en decirte que eres especial. O dicho de otro modo: eres la carne de cañón más prescindible del universo. Un envase de galletas tiene más valor de reciclaje que un helldiver.
La misión es sencilla como el mecanismo de un chupete: matar democráticamente cualquier cosa que se ponga en tu camino y cumplir cada objetivo que se ordena sin hacer preguntas. Eres parte de un ejército/comunidad y cada una de tus misiones contribuye a un total que se actualiza a tiempo real. El universo de Helldivers 2 está en constante cambio debido a un tira y afloja... que aparentemente es contra la IA, representada por Autómatas y Termínidos.
Si asumimos que no decir toda la verdad es mentir, entonces esta es la meta-mentira (sin mala intención) que el juego te cuenta tanto en calidad de helldiver como de jugador. En realidad, las dos facciones del juego (tres, si se cumplen las predicciones) son la herramienta que le hace el trabajo sucio al verdadero titiritero, el jefe final que se oculta tras el velo: los desarrolladores de Arrowhead Games Studios, los mismos que nos envían a la batalla. La ironía (con la realidad) no deja de ser exquisita.
La campaña bélica de Helldivers 2 es una guerra que enfrenta a los desarrolladores contra la comunidad de jugadores. Helldivers, Autómatas y Termínidos solo son los peones que protagonizan una historia que literalmente se escribe a diario. Puede parecer complejo y enrevesado, pero es más simple de lo que imaginas.
Cada planeta tiene una barra de progreso. El bando de Supertierra (humanos, Helldivers) progresa a medida que los jugadores realizamos operaciones. A más éxitos, más porcentaje para nosotros hasta la liberación/defensa total. Necesita de nosotros. Por contraparte, la invasión enemiga es constante. La cantidad de progreso, que vienen a ser sus defensas, ataques o contraataques, varían según los valores que ajusta un Game Master (director de juego), conocido por el nombre de Joel. Es un tira y afloja entre ellos y nosotros.
Humanidad, guerra y lo imprevisible de las emociones
La magia de Helldivers 2 es que es una experiencia completamente imprevisible. Un Game Master (junto a su equipo) y una comunidad de millones de jugadores (que no siempre se ponen de acuerdo entre sí) son los responsables de tomar las decisiones en este toma y daca. Es algo genuino, muy humano.
Ha pasado poco más de un mes desde el lanzamiento y ya hemos escrito dos episodios importantes en la historia del juego: la campaña Spill Oil y la Batalla de Tien Kwan. Ya os he hablado de ambos eventos en anteriores publicaciones, pero creo que merecen ser contados de forma resumida:
- Campaña de Spill Oil: la comunidad se centró en conquistar el planeta Mort. Fue una pesadilla. Mientras, el Game Master (Joel) aprovechó para reforzar el progreso enemigo en Malevelon Creek, uno de los planetas más queridos por la comunidad y apodado Robot Vietnam. Perdimos el planeta y la comunidad se volcó para retomarlo en tiempo récord.
- Batalla de Tien Kwan. El Game Master envió a sus Autómatas a invadir el planeta Tien Kwan (donde se encuentra la fábrica de Mechas) en el último momento (7 de marzo), lo que hizo que el nuevo contenido se retrasase hasta que recuperar el planeta. La comunidad lo reconquistó en tiempo récord, no tardamos ni 24 horas, y encima provocamos que los servidores se fuesen a tomar por saco la tarde noche del 8 de marzo. Los mechas estuvieron disponibles desde el primer minuto tras ser reconquistado.
Helldivers 2 es algo auténtico y único. Los cambios y la evolución de su universo, incluido el lore, se sienten natural (o menos artificial que el resto) debido a que las manos ejecutoras de ambos bandos son humanas. Los eventos son fruto de decisiones tomadas mediante una estrategia lógica, como propuso ghoxen en Reddit, o llevadas por las emociones, como ocurrió en Spill Oil.
Del mismo modo, el Game Master (y su equipo) puede elegir darnos un respiro en todos los frentes hoy y/o retrasar la llegada del contenido por motivos técnicos o emocionales mañana. Quizás otro día se levanta con el pie izquierdo y lanza una gran ofensiva con los bichos. O quizás invaden SuperTierra y nos toca luchar como si no hubiese un mañana. O dan la vuelta a la Mesa de Guerra con una nueva facción. O no. O sí. Helldivers 2 es como una caja de bombones demente y caótica: nunca sabes lo que te vas a encontrar. ¡Y es bellísimo!
Imagen | Lionel Schramm
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