El mundo del videojuego es el último reducto del absurdo que queda de nuestra cultura. De un tiempo hacia aquí todo lo que se nos muestra tiene que tener un significado. Así, ya sea en la literatura, el cine o cualquier otra manifestación, los zombies no son tal, sino infectados; una bolsa de basura llena con un foco en cima no es eso, sino la fugacidad de nuestras vidas. En resumen, que ya nadie tiene el valor de levantarse convertido en cucaracha, porque sí. Salvo en el mundo del videojuego.
En nuestras consolas aún podemos ver a una bruja con pistolas en sus tacones dando caza a unos macabros ángeles, a un luchador acabar con su enemigo dándole palmadas en el culo, o al animal más veloz del multiverso conduciendo un coche que, para acabar de rematar la faena, no es el más rápido de la parrilla. Eso sin contar con las locuras que nos esperan en el condado de Bright Falls, donde ‘Alan Wake’ se enfrenta a una cosechadora de trigo gigante.
Pues ahí tenéis al bueno de ‘Alan Wake’ dándole guerra a la cosechadora con su inseparable linterna. No le pidáis explicación porque eso sería aún más absurdo, pero… ¿no habría quedado mejor que muriese en el acto al ser atropellado? Al final será verdad eso de que los final bosses ya no son lo que eran.
Vídeo | DailyMotion
Vía | Eurogamer
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