Satya Nadella ha conseguido que Xbox saque pecho en los resultados financieros del último trimestre de Microsoft. La división de videojuegos ha registrado unos ingresos de más de 5.000 millones de dólares, un 51% más de lo que generó en el mismo periodo del año anterior.
A la cabeza van una Xbox Series X y Xbox Series S que se han convertido en el mejor lanzamiento de la marca de juegos de Microsoft, elevando la compra de hardware un 86% y vendiendo todo lo que han sido capaces de fabricar y distribuir.
Siguen sin dar abasto y parece que la situación se alargará, como mínimo, hasta el final del siguiente cuarto que marca el 31 de marzo. Los que busquen una Xbox Series S suelen tenerlo algo más fácil, pero los que persiguan una Series X tendrán que seguir cruzando los dedos.
Los buenos números de Xbox Game Pass
Gran parte de todo ese revuelo se lo debe Microsoft a Xbox Game Pass, el servicio de suscripción que se ha convertido en una de las grandes bazas de la división. El servicio ya cuenta con 18 millones de usuarios y el último dato que teníamos del mismo eran los 10 millones que reconocían en abril del año pasado.
Si 2.000 millones de dólares en beneficios pertenecen al contenido third party, alrededor de 1.500 millones de dólares son exclusivamente de contenido Xbox y suscripciones, por lo que es fácil adivinar qué papel ha jugado ahí el servicio.
Hace unos meses podríamos haber achacado a las suscripciones a un dólar un auge como este, pero con la promoción desparecida desde hace ya una buena temporada, queda claro que apostarlo todo a Game Pass ha sido una buena opción. Habría sido interesante ver hasta qué punto ascendían todos esos números con un catálogo de lanzamiento más potente.
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