Disfrutar de los juegos en familia es estupendo, pero hay experiencias que solo permiten un mando por consola. En este aspecto, Nintendo, Sony y Microsoft han apostado por ofrecer opciones de configuración familiar en vistas de acotar el tiempo que un menor pasa frente a la pantalla. Y con la llegada del juego cruzado, Xbox da un paso más.
Hasta ahora, desde la configuración de cuentas familiares de Xbox One ofrecía soluciones relacionadas con el tiempo de uso, las compras digitales, el tipo de contenidos y, cómo no, la privacidad. Y, desde ahora, también se añaden opciones que también tienen en cuenta la posibilidad de jugar con otros sistemas.
Desde hoy, y haciendo caso al feedback obtenido por los propios usuarios de Xbox, el sistema de control familiar ofrece dos nuevas configuraciones que se pueden activar o desactivar de manera sencilla, de modo que los tutores de un menor podrán:
- podrán permitir o bloquear el juego cross-network a la cuenta de sus hijos.
- podrán permitir o bloquear la comunicación cross-network a la cuenta de sus hijos.
El sistema de Microsoft permite cambiar la configuración de manera cómoda, y tiene en cuenta cuando un niño inicia sesión mientras una cuenta de adulto está usando contenido sin restricciones, de modo que el juego o la aplicación se interrumpe y pide permiso para que este pueda usar o ver el contenido.
Poner límites al juego no es únicamente responsabilidad de Microsoft o cualquier otra compañía. Sin embargo, nunca está de más ofrecer herramientas con las que garantizar un juego divertido y familiar.
Por su parte, estos cambios llegan coincidiendo con el inicio de la séptima temporada de Fortnite (de momento el único juego con cross-play entre Xbox y PS4) y en vísperas de navidad. ¿Casualidad? En absoluto.
